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Así como te relaciones con tu cuerpo te relacionas con el mundo

El cuerpo representa la existencia en la Tierra y cómo la experimentamos. La manera como percibimos los elementos que componen nuestro cuerpo, refleja nuestra percepción a lo que nos rodea.

Blogs Opinión P369
Esta es una opinión

Postura Eka Pada Rajakapotasana.

Foto: Flickr / Jhags

¿Cuál es tu relación con el cuerpo y cuál es tu relación con el mundo? Mientras más conoces tu cuerpo, más conoces tu mente. Mientras más entendimiento contemplas, más profunda es la aceptación y amor hacia uno mismo. El enamoramiento del cuerpo sube de nivel y se convierte en el ojo por el cual contemplamos el universo y a Dios mismo.

Muchas veces, por la experiencia acostumbrada, se olvidan los primeros pasos y puertas que se abren cuando comienzas a explorar el cuerpo y la mente.

Muchas veces, nos despertamos para comer, trabajar y dormir. Muchas veces nos olvidamos que el cuerpo nos habla y nos muestra las preguntas necesarias para formular y evolucionar a ser una mejor versión de uno mismos. Fatiga. Mal humor. Cansancio. Estrés.

Y muchas veces, la misma exploración nos engaña a intentar racionalizar todo, recordándonos que el sentir siempre está subestimado y que ser niño está condicionado.

Por eso, me parece importante compartir el testimonio de una amiga quien comenzó hace unos meses a practicar yoga y cómo algunas posturas la han llevado a una verdad que encuentra dentro de su práctica.

"Quería aprender a poner la cabeza sobre la tierra y los pies sobre el cielo por si en algún momento el mundo se ponía del revés y tenía que andar con las manos. Entonces quise aprender yoga. No por tener un buen cuerpo o hacer posturas increíbles que se miran genial en las fotos, sino para encontrar la paz mental. Me sabía toda la teoría, pero el problema es aceptarla, concienciar y practicarla.

Dicen que cuando quieres mucho algo, los planetas se alinean para que lo consigas. Pero la vida solo te da los ingredientes, no el bizcocho horneado. Entonces comencé a obtener mis ingredientes en forma de personas, situaciones, espacios y oportunidades.

Y uno de estos fue el yoga. Me sentía bien porque todo lo demás estaba bien. Pero para personas sensibles como yo, un gesto o situación repentina puede cambiar y desconfigurar perspectivas en tu cabeza. Viene el miedo, la inseguridad y la desconfianza. Entonces me topé con el verdadero reto: hacerme amiga de lo incómodo.

Ocurrió un día durante una clase de yoga, en una postura para abrir las caderas llamada "media paloma" o Eka Pada Rajakapotasana, una de las más desagradables para mí ya que requiere liberar mucha tensión por esa zona del cuerpo. Fue en ese momento cuando conecté la sensación con el mismo sentimiento que enfrentaba en esta situación incómoda de mi vida. Hice un esfuerzo por respirar, por no involucrarme y lo hice, también lloré no sé si porque había descubierto algo muy importante o porque la postura no era agradable y también dolía. Esta fue la primera vez que conseguí aquietar mi mente. Respiraba cuando venía la misma sensación incómoda y me acordaba de la media paloma, dejé de involucrarme cuando me encontraba y comencé a sentirme cómoda con ella.

Esta postura trabaja directamente con los chakras de la raíz y los genitales. Técnicamente, trabajamos con nuestra sensación de seguridad, balance y nuestras emociones. Cuando abrimos, relajamos y desbloqueamos, soltamos tensión no sólo del cuerpo sino también de nuestro plano emocional y mental. El cambio y transformación es incómodo, físicamente, pero el reto es en la mente. En soltar. En atravesar la incomodidad con humildad.

Luego vino el miedo. Miedo cuando quería hacer parada de cabeza. Me sale muy bien con la pared detrás, pues me siento segura y si me caigo ahí está y no voy a caer. Pero, ¿qué pasa cuando no hay pared? De repente la pared es el futuro seguro, y si no está se convierte en futuro incierto. Pues así fue como aprendí a confiar.

Esta postura trabaja directamente con el chakra de la coronilla. Trabajamos directamente con la consciencia superior y en fortalecer nuestra confianza de nuestra guía interior. Llega un momento en donde escuchas tu propia voz "tranquila, todo va a estar bien, sólo respira". Es aquí cuando vences el miedo.

El cuerpo representa la existencia en la Tierra y como la experimentamos. Ahora nos preguntamos, ¿qué miro cuando me miro al espejo? Y, ¿qué miro y siento cuando cierro los ojos?

El cuerpo mismo va cambiando. El cuerpo es el ritmo de la vida y la muerte, del movimiento constante que nos permite latir, respirar y mantener y crear calor. El cuerpo nos recuerda a no apegarnos y a sentir más para vivir mejor.

Cindy Barascout
/

Escritora y yoguini, viajera y divemaster. Amante de la naturaleza, la humanidad y el arte sin límites. Del cine y la música. De los viajes internos y físicos. Estudió periodismo, edición y escritura creativa.


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COMENTARIOS

RESPUESTAS

    Miguel Luis /

    02/06/2018 1:34 PM

    Pero y qué pasa si estás postrado en una silla de ruedas o peor estás cuadraplejico? Sí, el yoga es maravilloso mientras se practica pero y luego, en realidad lo que se necesita para estar en armonía es tan simple y respirar y respirar y respirar de una manera consciente y meditativa.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Carlos,Rivera Clavería /

    02/06/2018 12:12 PM

    El Hatha y el Kundalini Yoga son una excelente práctica que beneficia el cuerpo y la mente, pero, deben de combinarse con el levantamiento de pesas para obtener mejores beneficios ...

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!



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