El 8 de enero, en un comentario surreal, el titular de Educación Víctor Hugo López declaró que su labor no es formar “pintores ni músicos”. Parece haber olvidado que la educación forma pintores, matemáticos, escritores, científicos y músicos pues desarrolla cualquier inquietud personal y vocacional para que una persona encuentre la rama donde pueda descubrir y aprovechar su potencial.
La información con la que contamos sobre la modificación al Curriculum Nacional Base (CNB) es confusa y tendenciosa. Sin embargo, declaraciones como esta –especialmente de la persona a cargo de la cartera de educación–, preocupan pues nos habla del desprecio hacia la formación cultural de las próximas generaciones.
Es imperdonable que trate este tema como un tópico de segunda clase. Ha olvidado, quizá porque no se ha percatado, de lo que aporta a la formación del ser humano el arte y la música.
El arte fue la primera forma de comunicación. Desde las cavernas prehistóricas hemos producido arte para expresarnos con nuestros compañeros. Los dibujos en las cuevas fueron también la primera escuela de conocimientos para el hombre que aprendió, gracias al arte, desde la cacería hasta la espiritualidad.
El arte es un hilo histórico que nos registra nuestro recorrido como seres humanos. A través del arte podemos conocer el estado del pensamiento de cada época, las personas que destacaron en distintas ramas de la sociedad y, sobre todo, aprender de nuestros errores y aciertos para avanzar hacia un futuro que el arte ha de registrar.
El arte es un ejercicio de liberación. La habilidad de crear es una de las grandes virtudes de la evolución. El arte puede surgir de la nada y convertirse en todo lo que imaginamos. Inventores, científicos, teóricos, muchos han encontrado en el arte la inspiración y el ánimo para llevar el pensamiento humano un escalón más alto.
Separarnos del arte es imposible porque corre por el mismo camino que andamos, pero estas medidas que buscan condicionar y reducir la exposición a nuevas mentes potencialmente creadoras, sólo nos hundirá en una temporada oscura para la cultura nacional.
Por ejemplo, sin niños que desarrollen un oído musical y conozcan la solfa, partituras y ritmo, la música de la marimba (símbolo patrio) se verá en periodo de degradación y en peligro de extinción. Serán adultos que crecerán sin notar la importancia de entregarse a una melodía y notar la sutileza de emociones que se pueden experimentar en una canción.
Sin estudiantes que dibujen o pinten, formamos una generación que luchará por darse a entender más allá de un lenguaje escrito, a través de esquemas, planos o esketches. Ahí se perderían muchas vocaciones de las carreras de arquitectura, ingeniería, publicidad y diseño industrial. ¿Quiénes diseñarán el futuro?
Mi formación musical y artística no fue nada especial, aprendí mucho pero nunca destaqué. Sin embargo, al ver esas imágenes en mis libros de texto, empecé a notar lo importante que el arte es para mí. Yo, ese niño retraído y tímido que no entendía bien a la sociedad que me rodeaba, pero que miraba con ojos abiertos la genialidad del mundo y soñaba con absorber con la vista todas las láminas qué encontraba, ahora puedo decir que esos textos me llevaron a ser, hoy, un crítico. Me he abierto espacios, como este blog, el campo del arte nacional.
Hoy puedo decir que la educación desde la primaria me forjó, tal vez sin notarlo, en este campo donde mi objetivo es despertar curiosidad a todos y que cada quien encuentre, en alguna rama del arte, el interés y el objetivo de lo que quiere ser, porque el arte es universal.
Señor Ministro, el arte no depende de usted ni de su postura. El arte resiste y trasciende, tal vez si hubiera puesto más atención, lo entendería. Usted no es adecuado para representar la educación en Guatemala, deje ese trabajo, por favor.
Arturo García B. /
El arte va más allá de lo puramente pictórico. O de lo musical. Si bien no es razón del mineduc convertirse en maquila de guitarristas o dibujantes, si es fundamental para una sociedad entender que parte fundamental de su identidad es la expresión artísitica de sus individuos. Para ello es menester formar individuos críticos y visionarios. Y esto último sí es obligación del mineduc, del Estado y de la sociedad en general. Mientras esto no se cumpla, el arte guatemalteco continuará siendo un cúmulo de objetos expuestos en góndolas de supermercado, para el deleite de quien lo ha encargado y pagado por su creación, como quien paga por un nuevo traje a la medida.
Dicen durante la 2a. guerra mundial el presupuesto de Inglaterra estaba pasando penas y uno de los consejeros le sugirió a W. Churchil que recortaran de la partida destinada a Cultura. Churchill, indignado respondio, "La sobrevivencia de nuestra cultura, de nuestro arte; es esa la razón por la que estamos en guerra"
Al final del día parece que nosotros también estamos en guerra, solo que no nos hemos dado cuenta y pretendemos que sea nuestro enemigo quien nos facilite las armas para derrotarle. Hay que ser ingenuos!
Alvaro /
Muy bonito artículo, felicidades. Solamente me gustaría comentar que quienes aparecen en el fresco de Rafael no son "personajes de la época", son los grandes filósofos griegos, activos más de un milenio antes de la realización de la obra.
Ilva Alvarado /
Ciertamente es insultante el comentario del ministro. Tristemente en Guatemala el arte en todas sus expresiones sufre de un desprestigio y subvaloración enormes, o en su contraparte y creo que peor, una sobrevaloración y sobreprestigio de algo que no lo merece. Si bien no podemos inferir una intención directamente en contra del arte, es la mayor posibilidad, puesto que que aunque no fuera así, igual es un gran daño el que se hace y debió haber estado previsto. Las nuevas generaciones crecerán escuchando lo que en las radios pongan, lo que en spotify les aparezca que es lo más popular en el mundo o en Guatemala, lo que en facebook aparezca como "una gran obra de arte" pudiendo ser sólamente unos lentes que alguien dejó olvidados, sin poder ir más allá de lo comercial. El arte promueve la expresión personal, el desarrollo cognitivo, e irremediablemente, una verdadera personalidad independiente.
Jorge Gomez /
Exacto, deje ese trabajo por favor Ministro. No necesitamos mentes que impongan y limiten, esas sobran. Necesitamos mentes que liberen y apoyen el sueno y futuro de nuestra juventud.