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El hip hop que nace de la sangre, del desarraigo y de la prisión

En breve circulará en Guatemala el álbum Boom Pavon. Lo inédito y audaz del material es que fue grabado con privados de libertad de la Granja de Rehabilitación Pavón, de Fraijanes. Muchos son miembros de clicas. Las letras, algunas crudas, hacen alusión a sus errores, a sus querencias y a sus destinos.

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Esta es una opinión

Foto: Jorge Sierra

Nadie sabe cuándo será su funeral/ por estar en el rollo y en el mal camino”. Así de confeso es Doggie, en su primera pieza escrita de rap titulada Vida adicta, incluida en el álbum Boom Pavon. Este es el primer disco de hip hop que se cocina en los tensos terrenos de la Granja de Rehabilitación Pavón, Fraijanes. Todos los participantes son pandilleros.

Para ser más exacto fueron catorce de más de veinte jóvenes que entre el 2014 y el 2018 se capacitaron para utilizar el arte de la rima y del ritmo. Esto fue posible gracias al taller de rap organizado por el Colectivo Artefacto, con el apoyo muy puntual de Plataforma Trueke y del financiamiento de la organización italiana Amikaro.

El proyecto de arte terapia se ofreció durante dos ocasiones a los reclusos. El objetivo era fortalecer sus capacidades expresivas y artísticas. De ahí que se les impartieran clases de percusión, teatro, danza, teatro, malabarismo circense y por supuesto, rap. Como algo curioso, este último atrajo más. En esta rama le tocó al MC Plenno y a su discográfica eMCi desarrollarla. Para más señas, Plenno es de los primeros raperos de Guatemala. Tiene veinte años de estar en la escena junto a su hermano Ekis Ekis, con quien fundó el crew Alioto Lokos.

Son diecisiete tracks que conforman esta placa. Acá uno escucha voces ásperas, directas, dulces y sonoras pero sobre todo, voces vivas y espontáneas. Obviamente el flow en su rapeo es irregular y en cuanto a las temáticas que abordan, la mayoría reposan en el amor y en lo humano. Es decir, en esa parte frágil que en prisión suele evitarse a riesgo de mostrar debilidad, tibieza de corazón o falta de carácter.

Otras piezas también son biográficas y pequeñas crónicas. Por supuesto no todas las letras responden al mismo nivel de chispa, de versos y de metáforas, ni tampoco poseen esa musicalidad lírica requerida, pero su valor estriba en la crudeza y autenticidad de las expresiones. Hay que tomar en cuenta que los participantes son el tipo de personas que por su misma condición y hoja de vida, ya no les importa el cómo lo dirán y menos, el qué dirán.

El disco abre con un tema solar Musikón de akí, con ese punto reggae, de Chaco Man, Colas, Ekis Ekis y Plenno. Es un canto a la vida que celebra “el musikón de akí, y con orgullo música buena para mi tierra, para mi gente buena, para mi país”. Se aprecia también Te extraño a cargo de Kilo. La pieza romántica recurre a una forma de poesía sencilla. “Si supieras que el tiempo va lento y que el mundo se para cuando tu te vas.../Me siento muy mal, no puedo llorar, no puedo reír, no puedo vivir/ sino estás aquí no quiero vivir”. Así de intenso.

Tiene relieve Este encierro, de Pinky Flow, por lo revelador en la celda y en el mundo de la clica. “A cuanto patojo los han matado, los han palmado, los han asesinado, pero por broncas nos vemos involucrados/ Por eso digo no es cuestión de buena suerte o mala suerte para este encierro/ ya es cuestión de vida o muerte”.

Otro de los temas es Tirando R.A.P. de MC Bladi y Muppet, dedicado al quehacer del marero, reflexionando sobre su vida, sus padres, declarándose inocente y “haciendo rap con mucho ruido”. Vida adicta, de Doggie está dedicado al adicto al crack. Cuenta de cómo algunos se refugian en ello, incluso de sus fantasmas, de su dolor, de sus miedos. Y por último destaco Franko, de Franko Man que tiene ese punto de humor pero también de infortunio. Aquí, con otra voz, caracteriza a su madre en una historia matutina. Se levanta, su madre lo regaña, su hijo le pregunta a dónde va y al salir se escucha una ráfaga de balas. Siente alivio de que no mataron a su “angelito”, pero en cambio sí cerca a su “pana”. Y sobre el cuerpo tendido en la calle lee el mensaje: “Muerto el perro, se termina la rabia”.

Hay otras piezas como Freestyle Madre, de Pinky Flow y Chalo Herrera, “con una especial dedicación a esa madre comprensiva y amorosa” y el cierre es Freestyle Evi, donde cada uno de los participantes de la grabación improvisa su rima, casi todas dedicadas a la madre, al hijo, a la familia, a los cuates, a la novia o la esposa.

Para la Plataforma Trueke “este proyecto de crear un disco de hip hop con privados de libertad, responde directamente al hecho que los jóvenes puedan abrirse, de narrar y compartir sus historias de vida, sus vivencias, sus sentimientos, sin que puedan sentir una amenaza o de percibir una vez más, el rechazo de la sociedad. Así también para romper con el tedio que provoca el encierro, y sentir que hay oportunidades para transformar su propia vida”.

Ciertamente muchos presos son libres y muchos libres son presos. Al menos entre los más de dos mil privados de libertad de Pavón, como lo evidencia esta placa. La creatividad y el potente talento los hace libres, pero están invisibilizados, marginados y subvalorados.

Pero en efecto, pueden llegar lejos, como ocurrió en el 2016, con el disco I have no everything here, de la banda Zomba Prison Project, de Malawi África, que obtuvo una nominación al Grammy por Mejor álbum de World Music. Una producción igual, compuesta e interpretada por prisioneros de la cárcel de máxima seguridad del Zomba Central Prison.

En el caso que nos ocupa de Boom Pavon, es en verdad un material que nos acerca a un mundo y a unas personas con sensibilidad poderosa y sin duda, compleja. Pero interesadas en ya no perpetuar su tragedia, cansados de mirar y no ver, de escuchar y no oír. Saben que están “en mal camino” pero quizá a lo único a lo que aspiran en el fondo es llegar algún día a tomarse un buen café con la vida.

Portada del disco Boom Pavón

Jorge Sierra
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Lleva quince años dedicado al periodismo musical. Ante cada concierto, disco y encuentro con músicos lleva en mano su libreta de notas. Los programas radiales que dirige le han demandado ser un escucha de amplias miras.


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