El sector cultural no aguanta la cuarentena

Están cerrados los museos, los mercados de artesanías, no hay teatros, no hay cine, no hay conciertos, no hay galerías. La cultura en Guatemala pareciera morir de asfixia en estos días, si no fuera por las redes sociales. De por sí el sector cultural ha sido de los menos apoyadas sea por el Estado y por la iniciativa privada, en cambio sí hay que reconocer que es uno de los sectores con mayor emprendimiento, a diario aparecen con propuestas inteligentes, creativas, innovadoras e incluso jocosas, pero ahora con el brote del Covid-19 el escenario se pinta fatal.

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En el panorama internacional igual. Se cancelaron festivales, temporadas, exposiciones, jornadas de pequeña y gran escala. Es más, ya corren fuertes rumores y en contra de todo pronóstico, que las plataformas típicas de streaming para escuchar música han bajado sus niveles de escucha. Ya hay teorías al respecto, pero sea lo que sea en Guatemala el daño se palpa en silencio.

Por ejemplo en el caso del Centro Cultural de España, CCE. Javier Payeras, coordinador general del CCE dijo a EnlacesGT:

—Se canceló la Muestra Internacional de Cine: Memoria, verdad y justicia. Nosotros éramos la sede; se anuló una serie de charlas de historia que ofrecería Manolo Vela; también una presentación del proyecto del Satélite Quetzal 1, que haría el equipo desarrollador de la Universidad del Valle; y luego las actividades mensuales Visibles, dedicadas a la comunidad LGBTIQ+.

Por supuesto que acá no solo se debe considerar lo que se hizo, sino también los gastos en los que se incurrieron, por ejemplo, la Muestra Internacional de Cine ya había pagado los derechos para proyectar los doce filmes, más la publicidad, los diseños e impresiones que se hicieron.

Para Payeras:

—Hay gente que viene trabajando en sus proyectos desde hace un año.

Si se hacen cuentas, de público por ejemplo, en cada actividad asiste un promedio de 50 personas, en una semana son 500, en 15 días serían 1,000 personas.

En el ambiente de las galerías de arte también hay impacto.

—Lo que ha ocurrido es catastrófico en muchos sentidos—, es lo primero que dice el crítico de arte, teatrista y además coadministrador de Galería El Attico, Guillermo Monsanto.

—Nosotros tenemos que cumplir con pagos de planilla, con el IGSS, con impuestos, el pago de alarma, de jardinero, de luz, de agua, de teléfonos, etcétera. Además, estábamos produciendo una obra de teatro con todo lo que implica su producción y patrocinadores. Muchos teatristas, que sobreviven del teatro estudiantil, se quedaron en el aire. En el caso de El Attico todo esto nos sorprendió en plena transición de la galería (cerrando la sala de exposiciones y fortaleciendo el centro de documentación). Cosa que nos afectó en plena devolución de inventarios, cambio de patentes y cierre de obligaciones con la SAT y con algunas publicaciones. Sin embargo, en nuestro caso, creo que podremos hacer frente a la contingencia en los próximos meses—, explica.

Por otra parte, el Ministerio de Cultura y Deportes se vio en la necesidad de cancelar el Festival de Teatro, que estaba dispuesto para marzo. Ahora, se pospone para octubre y en otro local. En unos días tomará la decisión del Festival de Danza, programado para abril. Mientras que la Orquesta Sinfónica Nacional, se apresura a reprogramar algunos de sus conciertos y seguramente se realizarán en el Conservatorio Nacional de Música.

El Teatro Nacional ya está comprometido con otros eventos y no podrá ser marco de actividades previstas para estos días. Según la directora de Fomento de Arte, Lucía Armas, aún está en estudio para mayo, la temporada escolar del Ballet Folclórico.

Pero ¿y los artistas? Para músicos como Francisco Paez, vocalista de Malacates Trébol Shop, la situación no varía:

—¡Uy! Esto va a ser tremendo para todos, y para los músicos, actores, circos, será terrible. A nosotros, por ejemplo, nos van cancelando todo de aquí a dos meses.

Algo que es tan cierto como un piano es la precariedad en la que vive el artista nacional.

—Un problema es que el músico generalmente vive el día a día, pero si lo pensamos bien, en Guatemala casi todos viven así. Así que no somos tan diferentes al resto de guatemaltecos—, añade Paez.

En el sector teatro, el actor Jairon Salguero se siente desencajado:

—Lo que está sucediendo afecta mucho. Sobre todo, el bolsillo. Los artistas no contamos con un sueldo fijo, ni prestaciones. Así que este tiempo fuera de los escenarios pues no lo puedo tomar a cuenta de vacaciones porque no tengo. Ahora tocará echar mano de los ahorros, espero aguanten mientras dure la crisis.

El comediante detalla el daño que el Covid-19 le causó:

—Tuve que cancelar la temporada del monólogo Estúpido cupido que arrancó con mucho éxito y se había mantenido lleno. Iniciar de nuevo es volver a invertir en la publicidad y todo aquello que se hace para atraer al público a la sala. También tuve que suspender la celebración de mi 25 aniversario como comediante, que lo celebraría en marzo. Son planes, es producción, tiempo y dinero invertido. Tengo programada una gira para Canadá, y los productores estarían en Guatemala justo la semana que se decretó estado de Emergencia para firmar contrato. Ya hablamos de posponerlo pero aún no definimos para cuándo. De hecho ya no pudieron venir.

La artista de arte contemporáneo Sandra Monterroso vive así su problemática:

—Por supuesto que la alerta mundial está afectando nuestro trabajo. Yo tenía una exposición que abriría el 2 de abril en Londres. Y ahora entiendo que será a puerta cerrada. Yo todavía pude enviar mi obra, pero la galería en Londres entra en cuarentena. Y después de la cuarentena empezarán a ofrecer las piezas. Ahora mismo tengo ventas congeladas y ya una cancelada. Me está afectando mucho, pero al mismo tiempo ya tuve mi catarsis; un día me puse a pensar en esta situación. Me desperté llorando con un poco de desesperación. Pero ya pasó.

Por supuesto, hay quienes sonríen y ya auguran mejores tiempos.

—Lo que estoy haciendo ahora es transmitir en vivo por facebook y youtube las obras de teatro que tengo en DVD, esto como un agradecimiento a la gente que me ha apoyado en estos 25 años—, dice Salguero.

Y continúa:

—También lo hago para que la gente se quede en casa y pase de una manera diferente el encierro. Lo hago como un aporte al público.

A todo esto, ya se le prendió el foco de un emprendimiento.

—Me preguntaron dónde podían comprar el DVD y pues para mí aquí se abre una puerta de negocio que puede generar unos ingresos con la venta a domicilio de los discos.

Él confía que el artista saldrá esta vez adelante.

—Lo hará con mucho ingenio. Y lo tendrá que hacer porque viene la recesión económica.

El Ministerio de Cultura, según Armas, prepara un plan para ayudar a los artistas independientes del país. Y lo mismo con los grupos artísticos a su cargo, como el compromiso de transmitir vía facebook live las presentaciones de la Orquesta Sinfónica, el Ballet Nacional de Guatemala, el Ballet Moderno y Folclórico, Marimba de Concierto de Bellas Artes, etcétera.

Los artistas hacen el esfuerzo de buscarle el lado positivo a las circunstancias. Paez, con el ánimo que le caracteriza dice:

—Sí, estamos en crisis ya, pero hay que tratar de mantener una actitud positiva.

Y ese positivismo por cierto se refleja en las múltiples transmisiones vía redes sociales, donde varios músicos, actores, escritores con gesto especial están regalando su trabajo a fin de paliar el tedio de la cuarentena.

Además abonando a la necesidad de quedarse en casa. Eso lo hacen ahora mismo por redes sociales, artistas de talla mundial como Bruce Springsteen, Rosa Montero o más cerca Magda Angélica, Viernes Verde, Devorah Rahel, Maf E Tula, Orquesta Sinfónica Nacional, Jairon Salguero, entre otros.

Como se ve, aún con precariedad económica el sector cultural no deja que le encierren, no se amedrenta, no deja de aportar y, aunque por ratos puede llegar a llorar, vuelve a ponerse de pie. Ojalá, después de esto y con el apoyo de ese gran público hambriento de cultura, soplen mejores aires para ellos.