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¿Y si apostamos por el amor?

En este mundo lleno de caos, divisionismo e individualismo, me parece que necesitamos más amor universal entre nosotros. ¿Qué pasaría si todos nos asumiéramos como ciudadanos del mundo en vez de estar creando más fronteras? ¿Qué pasaría si en vez de buscar más diferencias, encontráramos más similitudes?

Cotidianidad Opinión P369
Esta es una opinión

Flickr: r2hox

En esta época donde la coyuntura nos llena de molestia e indignación y nos obliga constantemente a reflexionar sobre aspectos sociales, políticos, económicos y culturales, creo que el amor universal es el camino para fomentar una sociedad más solidaria y pacífica. Podríamos empezar respetando las normas, siendo más empáticos y haciendo nuestro trabajo de manera honesta cada día, a propósito de tanta corrupción. Aquí un excelente artículo que amplía estos aspectos.

En esta sociedad de sálvese quien pueda, existen siempre pequeñas acciones que aunque parezcan pequeñas, hacen una gran diferencia; como cuando le damos paso a las personas que manejan tráiler ­—sí, dije personas porque conozco mujeres maravillosas y valientes que son capaces de manejarlos—. Este gesto mínimo puede significar mucho para alguien que ha manejado por no sé cuánto tiempo o que tal vez no ha comido o dormido en muchas horas.

Otro ejemplo es el hecho de colaborar con los bomberos —no importa de la institución que sean pues todos brindan un servicio humanitario— y al colaborar me refiero a darles dinero o al menos darles el paso cuando llevan la sirena. Y ¿qué decir del hecho de donar nuestros órganos o donar sangre para regalarle esperanza a una persona con ganas de seguir viviendo? Estos ejemplos nos recuerdan que no sabemos cuándo nos puede tocar a nosotros mismos estar en una situación similar. Cada uno puede desarrollar sus propios pequeños actos de amor universal o bondad según su contexto y sus circunstancias.

Y aunque a veces nos ganan más nuestras propias necesidades o urgencias —y eso también es válido— podemos darle un vaso con agua al albañil que ha estado trabajando desde las siete de la mañana a merced del clima o compartir un poco de comida con el guardia de seguridad del lugar donde trabajamos.

Hace algún tiempo dejé de competir a nivel profesional y desde ese entonces estoy más tranquila. La tranquilidad siempre abre paso a motivaciones más profundas como ayudar a construir un mundo mejor, cooperar. Al final de todo, no nos llevaremos nada material y nos enfrentamos a la muerte con lo que hemos vivido, construido, dado, enseñado y amado.

Por el tipo de trabajo que tengo, he tenido la oportunidad de realizar algunos perfiles criminológicos, me he dado cuenta que la maldad no conoce límites, pero eso implica que la bondad del Ser Humano tampoco tiene límites, más que los de nuestra propia imaginación; así que en estas sociedades donde cada vez hay menos tolerancia, hagamos que nos mueva y nos inspire el amor, el amor universal.

Angelina González A.
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Indignada que aún conserva su optimismo. Adepta del yoga y del tango. Irreverente, de mente abierta, de espíritu libre y amante de la soledad. Disfruta apreciar una puesta de sol, la luna y las estrellas. Poeta, cuando la poesía decide visitarla.


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