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El reflejo de Mario Santizo

Las imágenes de Mario Santizo tienen dos características reconocibles desde muy lejos: el teatro y la psicología. Cuando uno platica con Mario siempre hay en sus gestos faciales esa línea muy delgada entre el humor y la tragedia. Una tragicomedia.

Cotidianidad Opinión P258
Esta es una opinión

Incomodar al espectador para que al espectador le incomode su realidad.

Imágenes: Mario Santizo

La comedia

Por esto asumo que ha sido tan recurrente en los vaciados de su rostro. Mario le huye a la solemnidad. Se burla de ella. Y se burla de sí mismo. Es su propio personaje. Siempre lo he percibido como un dramaturgo.

Las obras de teatro van desde una foto, un video, un grabado o una pintura. Sus puestas en escena tienen una infinidad de personajes y lo que tienen en común es que siempre están jodidos.

Mario visita la Ciudad de Guatemala desde una postura parecida al Guasón de Batman. Encuentra sus heridas más evidentes y, cagándose de la risa, hace que sufran por su desgracia.
Voy a poner un ejemplo (y generalizar de forma descarada). Al chapín promedio le molesta hablar de sexo en público, es conservador. Esto tal vez tiene que ver con que siempre piensa que le está hablando a su mamá. A Mario le interesan estas incomodidades. Y su forma de graficar esto es a través de algunas parafilias como la zoofilia, el masoquismo o el fetichismo. Y se ríe de los ortodoxos, de los puritanos y de los carismáticos.

Le gusta usar las poses de los cuadros renacentistas para escenificar las ridículas posturas moralistas de los religiosos ante la vida. La serie de trabajos que Mario expondrá en diciembre continua creando esa incomodidad. Parten de una arista poco visible en su trabajo anterior: el afecto o la falta de. El mono roza el rostro de un niño y al mismo tiempo nos equipara el afecto entre humano-humano y animal-humano. ¿Cuánto queda en nosotros de nuestro ancestro el simio? Lo suficiente como para matarnos unos a otros.

Los detalles son una nueva imagen en las obras de Mario. El ano visto desde cerca tiene un efecto que destantea; lo abstrae, lo aplana y lo vuelve un asterisco en dos dimensiones. La pintura siempre ha apaciguado las imágenes, y en su afán preciosista, las hace digeribles. Se vuelven amigables y  filtradas para el conservador.

Y se vuelve a reír al pensar en la cara que pondrá algún conservador al ver sus obras. Nadie se salva de ser perseguido por una de sus imágenes días después de haberla visto.

 

¿Cuánto queda en nosotros de nuestro ancestro el simio?

¿Cuánto queda en nosotros de nuestro ancestro el simio?

La tragedia

La obra de Santizo tiene una relación amor-odio con la sociedad guatemalteca. La odia pero no puede vivir sin ella. Le hace una oda a los asaltos, como este evento que adorna la ciudad. Tras bambalinas de este teatro está la parte sensible de Mario. Estos sucesos, posturas y paranoias de la sociedad le molestan. Incomoda al espectador para que al espectador le incomode su realidad. Nos espabila y nos dice: ¡cerote, date cuenta de lo jodida que está tu sociedad!

Sus tragedias nos convierten en adúlteros. Sus personajes son un espejo de esa doble moral. Y nos da miedo pensarnos llevando a la práctica alguna de nuestras fantasías sexuales. Cuando veo su obra siempre me imagino a Sigmund Freud inhalando cocaína para poder  hipnotizarse. A través del absurdo, Santizo nos mete dentro de un túnel de perversiones para demostrarnos que lo perverso para él no son las prácticas sexuales sino la doble moral y los abusos de poder. Las parafilias son sus útiles para desdibujar la hipocresía de los moralistas. Sus analogías a la religión, la política y la sociedad son ilustradas desde el lado enfermo de cada ciudadano.

Todos podríamos ser Freud tratando de hipnotizarnos frente a un espejo.

Mario le huye a la solemnidad y se burla de ella.

Mario le huye a la solemnidad y se burla de ella.

La cita

Este miércoles 2 de diciembre se inaugura la exposición «Fuertes amarres de amor / Los expresidentes son surfers» de Mario Santizo, a las 19 horas en el Espacio Sótano 1, en SOMA Centro Cultural. La dirección es 11 calle 4-27 zona 1.

Sobre Mario

Nació en Zaragoza, Chimaltenango, Guatemala, en 1984. Tiene Estudios en la Escuela Nacional de Artes plásticas. Vive y trabaja en Ciudad de Guatemala.

Gabriel Rodríguez Pellecer
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1984. Artista visual, maestro de historia del Arte y encargado del Espacio Sótano 1. Se formó en la arquitectura y en la Internet. Se dedica al arte contemporáneo porque es una disciplina que no figura entre los Premio Nobel y lo abandonará cuando se vuelva algo legítimo, aceptado y deje de ser criticado.


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