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Un año y tres meses pasaron desde que David Xol y su hijo, Byron, fueron separados. Ocurrió el 21 de mayo de 2018 en una cárcel para migrantes en Texas. El niño tenía 7 años. Luego, David Xol fue deportado a Guatemala sin su hijo y sin oportunidad para usar su derecho de solicitar asilo en ese país.
Esta práctica fue ilegal, dijo una corte del estado de California la semana pasada en un caso colectivo llevado por varias oenegés y abogados.
En abril de 2018 el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, implementó la política de Cero tolerancia contra los migrantes irregulares: todos los migrantes detenidos en la frontera serían separados de sus hijos.
Durante casi tres meses Trump separó a más de 2,800 niños y adolescentes de sus padres, hasta que el 20 de junio fue presionado para cancelar dicha política.
La separación de familias en la frontera ha sido descrita como una práctica cruel e inhumana. Hubo evidencias sobre traumas psicológicos fuertes en los menores que aparte de expresar sentimientos fuertes de miedo y abandono, mostraron signos de síndrome de estrés postraumático, según un informe publicado recientemente por el Departamento de Salud y Servicios Humanos, una entidad del gobierno de EEUU.
En el informe, el personal de los centros para migrantes menores no acompañados expresa que atender a los niños que fueron separados de sus familias es particularmente difícil, por el nivel trauma que manejan.
Después de pasar por cuatro centros de detención para niños migrantes no acompañados, el abogado Ricardo de Anda logró que Byron Xol fuera liberado para vivir con una familia estadounidense hasta que se resolviera el caso legal de su papá.
Finalmente, el pasado miércoles 4 de septiembre el juez Dana Sabraw dictó su resolución en el caso de David Xol y otros 17 migrantes en una demanda colectiva llevada por un grupo de oenegés y abogados que brindaron sus servicios de forma gratuita, entre ellos Ricardo de Anda.
En los 18 casos, se trata de madres y padres centroamericanos separados de sus hijos durante la política de Cero tolerancia del 2018. Todos fueron deportados a sus países, sin sus hijos.
Según las evidencias presentadas, el juez Sabraw determinó que 11 de las deportaciones fueron ilegales, entre ellas, la de David Xol; en su caso se demostró que fue coaccionado por oficiales para firmar un documento en el que “voluntariamente” retiraba su derecho a solicitar asilo:
“La declaración refleja que [David Xol] no retiró de forma voluntaria su derecho. Específicamente después de que el primer agente no logró convencerlo a que firmara el documento, otro agente fue llamado al cuarto de entrevista. El segundo agente amenazó que si persistía en su demanda de asilo, ellos tendrían que separarlo’ de su hijo, y que la separación podría durar ‘por lo menos dos años’, y que su hijo sería puesto en adopción”, dice la resolución del juez Sabraw.
En los testimonios de otros 10 padres también sobresalen las prácticas de coacción de parte de los agentes en los centros de detención para presionar a los migrantes para aceptar ser deportados sin solicitar asilo, en algunos casos, a pesar de haber expresado que regresar a sus países implicaría un riesgo grave para sus vidas.
David Xol podrá regresar de forma legal a Estados Unidos para reunirse con su hijo de 10 años, podrá además comenzar con la solicitud de asilo.
· Conocé la historia de la familia Xol y cómo la hemos contado en Nómada, aquí
Víctor López /
Es un todo , es un sistema perverso que hace que muchos migren hacia Estados Unidos . Pero no le echemos la culpa a Trump . Si a esas vamos , la violencia , inseguridad , carestía , etc es por culpa de Trump ...
José Molina /
Afortunadamente en USA funciona la separación de poderes y si se hace justicia, lástima que en nuestros países eso sea un sueño.