La semana pasada fui a una celebración en el nuevo Nokiate, el restaurante fusión de comida asiática localizado en la 3 avenida 14-07 zona 14. Me encontré con una imagen diferente, agradable a su manera y un poco más relajada para mi gusto. Se ingresa por el jardín, con mucho verde y pocas paredes, suficiente para que quienes estén en el interior puedan sentir la brisa propia de noviembre.
Empezamos por las bebidas, que siempre han sido muy buenas en Nokiate: un Moscow Mule, una sangría, un Amaretto Sour y una cerveza Dorada. El primero, preparado con maracuyá y cerveza de jengibre, muy refrescante. La sangría preparada con sake tiene un sabor distinto, agradable. Y el amaretto sour con la cantidad justa de limón, una bebida clásica que no todos preparan bien, pero que aquí fue la excepción. Estaba genial. Nuestro amigo las probó, le gustaron, pero no cambia su Dorada.
Empezó la comida en este caso con un piqueo del mar, este plato es un tiradito de la pesca del día con salsa de rocoto y limón, acompañados con calamares crocantes (Q84). La salsa estaba muy buena y el pescado fresco, pero lo que más nos gustó fue esa combinación de textura que daba el calamar. Un excelente platillo.
Luego llegaron los platos fuertes. Mi favorito fue el red dragon roll (Q102) que tiene camarón tempura por dentro y spicy tuna por fuera, además de aguacate y wasabi mayo. Si las texturas me encanta, los sabores aún más.
Llegó el pad thai de pollo y camarón y, como buen plato tailandés, lo primero que uno percibe son los aromas (Q108). La pasta de arroz estaba en su punto y la salsa sweet sour tenía un balance genial. Un delicioso platillo.
Seguimos con el nikkei roll de camarón panko, cubierto con sashimi de salmón acompañado con aguacate y salsa cevichera. (Q95).
Terminamos con un bizcocho de chocolate, el fin perfecto a una buena comida. El postre tenía una base de chocolate, un mousse de chocolate, una gelatina de naranja y tres espumillas.
Fue una excelente experiencia a pesar de que, por momentos, el servicio no estuvo de lo mejor. Nos gustó mucho más el nuevo lugar y nos fascinó que la comida sigue siendo tan buena como la recordábamos.
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