Aquellos que me conocen saben que uno de mis hobbies más grandes es leer. A pesar de ser de esas personas que se sienten afortunadas si logran dormir seis horas al día, las pocas horas libres que consigo trato de invertirlas de forma inteligente, es decir, con la nariz refundida en un buen libro, comiendo algo nuevo o experimentando en la cocina.
Hace poco, un querido amigo me regaló dos libros: El chef ha muerto de Yanet Acosta y The School of Essential Ingredients de Erica Bauermeister. Estas son mis recomendaciones de la semana.
El chef ha muerto (2013) es una novela negra gastronómica (o sea, de detectives y chefs) que nos lleva por una aventura sumamente entretenida por las cocinas más grandes del mundo. La novela nos lleva por la cultura gastronómica a través de un detective empecinado en esclarecer el asesinato del chef más famoso del mundo. (¡Que murió asfixiado por un pulpo!).
El libro causa risas, intriga y, además, despierta el apetito. Fue un verdadero gusto leerlo, tanto por el estilo de la autora como por las cocinas y lugares a los que me transportó la lectura.
The School of Essential Ingredients (2010) es la historia de Lilliana, una chef que invita a estudiantes a su restaurante todos los lunes para aprender de cocina. Sin embargo, poco a poco se descubre que ellos no están ahí exclusivamente para aprender a cocinar. Cada uno busca una receta para algo más allá de la cocina y es esta la que les ayuda a encontrar, a través de los aromas, sabores y texturas, las recetas para resolver sus propios problemas.
Unos buscan sacar a su familia adelante, otra adaptarse a su nueva vida en América y otro poder superar la muerte de su esposa. El libro consigue mostrar la íntima conexión entre la comida y las emociones humanas. De esta forma, mientras se van transformando los ingredientes, se transforman también los estudiantes.
Mientras leía venían a mi mente las historias en la cocina de mi abuela. Me recordó el rol tan importante de la cocina y la comida en nuestras vidas. ¿Cuántas veces un platillo nos hace recordar una historia o un grato momento que creíamos olvidado?
El libro me gustó porque consigue hacernos sentir parte de la historia a través de descripciones muy vivas y claras. ¡Casi logro oler los diferentes aromas en la historia, gracias al estilo tan ilustrativo! Además, me ayudó a re-enamorarme de todo eso dejado atrás por la falta de tiempo o por lo ajetreado de la vida. De la lectura extraigo una idea clara: la importancia de gozar del placer de crear algo para poder compartirlo con los que más queremos.
Ojalá y puedan leerlos. ¡Hasta la próxima, amigos!
Chema /
Salgan de su zona comoda pueees. Hablen de comida hindu coreana o tailandesa
alfonso villacorta /
felicitaciones!
yo escribí cierta ocasión sobre el paladar de mexicanos a quienes les he escuchado comentarios sobre comidas que nunca las he oido de paisanos. tienen mas de 100 variedades de chiles y cada uno tiene su razon de ser y reconocen el tipo de chile en cada comida y la cantidad de comidas o recetas es infinita.
y como canta lila downs su cumbia "dicen que en oaxaca se toma mezcal con cafe... se muele con cacahuate, se muele también el pan, se muele la almendra seca, se muele el chile y también la sal "