¡Eso sí es un sándwich!

Aventurándonos al trafico y arriesgándonos a que nos iba a tomar tiempo, pusimos música, nos subimos al carro y nos fuimos a carretera a El Salvador. Nos fue bastante bien y en menos de media hora llegamos a Escala. Which Wich se localiza a la entrada del centro comercial del lado izquierdo. Es un pequeño local de pocas mesas que comparte su espacio con otro restaurante.

El menú es bastante amplio y la forma sumamente original en que toman tu orden me encantó. Sobre la caja registradora y a lo largo del local tienen el menú iluminado con algunas imágenes resaltando el especial de temporada, en esta ocasión un ‘Pepewich’ con sabores mexicanos que se veía genial.

A lado de la caja empieza la diversión. Cada opción del menú cuenta con su propia bolsita de papel craft con un número, donde debés colocar tu nombre para distinguir a cada sándwich, y a lo largo del mostrador hay marcadores rojos para que te pongás tan creativo como querrás. Hay 13 espacios en el mostrador: 10 representan sándwiches con todo tipo de complementos que podás imaginar; otro espacio representa a las ensaladas –que se ven geniales y sumamente frescas–; otro te da la opción de hacer un batido justo a tu medida, y el último te permite complementar con diferentes opciones de postres.

Todo se veía genial y no estábamos seguras respecto a qué pedir. Un chico del mostrador se nos acercó para preguntarnos si habíamos visitado antes el restaurante y para ofrecernos ayuda. Fue lo máximo, pues nos ayudó a decidir, nos explicó todo de la mejor manera e hizo que nuestra experiencia fuera de lo más agradable. Nos decidimos, en efecto, por un ‘Pepewich’. Lo pedimos siguiendo las indicaciones de quien nos lo recomendó –pero sin los tomates. Además, ordenamos un ‘Chapinwich’, con aguacate, champiñones y queso panela. Para tomar, decidimos compartir un batido de chocolate con banano y nos sentamos a esperar.

En Wich Wich encontrarás una forma original de hacer tu pedido.

Nuestros sándwiches se veían fantásticos, y las porciones eran generosas. El licuado tenía una textura súper rica y olía delicioso. Cada quien agarró la mitad de cada uno y fuimos comiendo entre plática y plática, en un ambiente muy fresco y agradable.

El ‘Pepe’ estaba genial: tenía suficiente agrio, pero con sabor fuerte en la carne y su tamaño era más que suficiente. La textura estaba buenísima y nos pareció un sándwich maravilloso.

El ‘Chapin’ tenía exactamente todo lo que me encanta en un sándwich. Todo bien preparado y con excelente sazón. Las porciones eran muy buenas y el sabor estuvo inmejorable. Nos costó un poco terminárnoslo –y creo que la próxima vez pediremos sándwiches pequeños–, pero hicimos el esfuerzo y quedamos más que satisfechas y contentas con nuestra selección.

Definitivamente es un lugar al que regresaremos.