Mola, un nuevo concepto en 4 Grados Norte

La semana pasada con ganas de probar algo nuevo y salir de lo cotidiano nos dirigimos a Mola. Desde el parqueo se puede notar un letrero en la pared con una letra cursiva simple. Esto cambia al entrar al restaurante por sus colores cálidos y uso de madera.

Nos sentamos en la barra de la cocina –siempre queremos ver los detalles– donde conocimos al chef, muy agradable y carismático. Él nos ayudó a escoger nuestras bebidas –mucho más sencillo que escoger nuestra comida–, y así empezó nuestra noche con un Mola Mule (Q60) y un Mezcamaica (Q65). Ambas bebidas tienen un sabor único y refrescante, justo lo que cada una quería.

No logramos tomar una decisión, pues todo se escuchaba muy bien, por lo que optamos por las entradas y pasar otro día a probar los platos fuertes. Empezamos con un "crudo de pescado del día" (en este caso robalo) acompañado de jengibre, toronja, pepino, salsa de soya, aceite de oliva y vinagre (Q90). Las combinaciones sabían tan bien como se lo están imaginando y la presentación era hermosa: un platillo diseñado para resaltar los colores y diferencias entre todos los ingredientes, acompañado de unos nachos hechos en casa. Esto nos pareció particular, pero una buena combinación.

Luego llegaron los calamares fritos (Q90) acompañados de aguacate en tempura, rábanos y pepinillo curtidos en casa, con un sabor y textura genial y terminados con perejil y soya. El plato tenía una pinta muy atractiva. Las diferentes texturas fritas se acompañaban muy bien, creo que ahora será uno de mis platos favoritos.

Para terminar pedimos una pizzeta de tomate concasse, arrúgula queso de cabra y cebollas caramelizadas, otra interesante combinación de sabores y colores.

Una excelente cena con buen servicio y ambiente genial.

Mola está ubicado en Vía 5 1-75, zona 4, local 2a, 4 Grados Norte.