Las 11 palabras que pueden costarle la curul al diputado del corbatín

Una vez el diputado Fernando Linares Beltranena dijo que las mujeres son un ‘accidente biológico’. Y en otra ocasión comparó a los guatemaltecos que migran a Estados Unidos con los tránsfugas (los políticos que cambian de partido). Pero una polémica frase que dijo sobre las personas con discapacidad lo llevó a un proceso que le podría costar su curul.

– Las personas con discapacidad solo constituyen un gasto para el país.

Esas 11 palabras pronunciadas por Linares Beltranena, el diputado radical de derecha conocido por su corbatín, indignaron a los activistas que llegaron el 3 de febrero de 2017 al Organismo Legislativo para cabildear a favor de la ley de Personas con Discapacidad.

Rosa Idalia Aldana, Esvin Gabriel Escobar, Sebastián Toledo y Silvia Susana Arriola buscaban ese día el apoyo de los diputados para que aprobar la ley, que propone igualdad de derechos y oportunidades para las personas con discapacidad. Pero al final de esa jornada de 2017 solo se sintieron discriminados con la respuesta del diputado, jefe del bloque PAN, y decidieron denunciarlo en el Ministerio Público.

Zilpa Arriola, del Conadi, y Rosa Idalia Aldana, de Gente Pequeña, al salir de la reunión en el MP.

Casi un año y medio después, Linares Beltranena perdió la inmunidad y ahora está acusado por el delito de discriminación, que según el artículo 202 Bis del Código Penal, se castiga con prisión de uno a tres años y multa de Q500 a Q3,000. Los delitos con prisión de hasta tres años son conmutables, pero en su caso, por ser congresista, el castigo aumenta un año más de cárcel y Q1,000 adicionales.

Si después del proceso penal llegase a ser condenado por hasta 3 años, el diputado podría evitar la prisión por tratarse de un delito conmutable, pero perdería su curul. La Constitución establece que si la sentencia queda firme, su cargo de diputado quedaría vacante.

La primera audiencia del caso será el 16 de octubre, pero antes Linares Beltranena pidió a sus cuatro denunciantes una ‘junta conciliatoria’. Para los activistas se trata de una reunión en que pueden llegar a una solución amistosa, sin la necesidad de gastar en abogados y evitar un juicio. Para el diputado, es la oportunidad de rectificar y salvar su curul. El primer encuentro fue ayer.

Pedirá disculpas, pero sin arrepentimiento

Antes de las 10 de la mañana, Linares Beltranena y los cuatro denunciantes se reunieron en la Fiscalía de Derechos Humanos del Ministerio Público. El diputado pidió que no se le hicieran fotografías antes de la cita y prefirió no emitir declaraciones antes de la reunión. Todo lo manejó con hermetismo.

Al final de la junta el diputado dijo que en el encuentro, que se extendió por una hora y meda, se habían limado las asperezas, pero no se llegó a una solución amistosa. Y para el próximo 10 de agosto se programó una segunda cita.

Rosa Idalia Aldana, presidenta de la Asociación de Gente Pequeña y profesora universitaria, dijo que está dispuestos a dialogar, pero también quieren que el caso siente un precedente en la lucha contra la discriminación.

– Estas acciones, con la búsqueda de la justicia, son las que nos ayudan a detener la discriminación, pero también tenemos que hacernos escuchar para que se apruebe la ley.

El problema para los activistas son las 11 palabras que dijo el diputado, pero también la falta de atención para unos 2 millones de ciudadanos que padecen algún tipo de discapacidad. Según un informe del Procurador de Derechos Humanos, las personas con discapacidad son más propensas a enfrentar exclusión en los entornos educativos y laborales, en comparación con otras personas sin discapacidad, lo que genera un mayor riesgo de pobreza. También tienen más posibilidades de enfrentar restricciones en su participación en la sociedad, incluyendo un menor acceso a cuidados médicos. Eso es lo que buscan revertir con la iniciativa 5125 para crear la Ley de Personas con Discapacidad.

Linares Beltranena dijo esta disculpa sin arrepentimiento:

– No (me arrepiento de lo que dije), pero si me arrepiento que haya hablado con ellos de pie, antes de comenzar la sesión de jefes de bloque y no les hubiera dicho, juntémonos en mi oficina.

– Si ellos lo tomaron como una ofensa, yo me disculpo. Pero aclaro que jamás quise discriminar.

– Yo también soy discapacitado.

Señala su propio cuello y explica que tiene fusión cervical y añade que además tiene problemas auditivos.

La próxima oportunidad para buscar una solución amistosa será el próximo 10 de agosto. Será una segunda oportunidad para que Linares Beltranena evite el juicio que le puede costar su carrera política.

El precedente de la Premio Nobel

En octubre de 2003, cuando se debatía la legalidad sobre la aspiración presidencial de Efraín Ríos Montt (FRG) en la sala de debates de la Corte de Constitucionalidad, la premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, fue víctima de agresiones físicas y verbales por parte de familiares y seguidores del entonces presidente del Congerso (2000-2003) y dictador entre 1982 y 1983. Así empezó el primer caso por discriminación que llegó a los tribunales guatemaltecos.

En esta imagen de la hemeroteca de Prensa Libre, los activistas del FRG insultan a Rigoberta Menchú en la sala de audiencias de la Corte.

Dos años después, el 4 de abril de 2005, cinco integrantes Frente Republicano Guatemalteco, el partido de Ríos Montt, fueron condenados tres años y dos meses de cárcel, que al final fueron sustituidos por una multa de Q75 por cada día de prisión.

– Es la primera vez en la historia de Guatemala que se castiga la discriminación y se le coloca como un delito, dijo entonces la Premio Nobel.

El fiscal Marco Tulio Escobar, quien se encargó de la acusación en el caso de Rigoberta Menchú, dice que esa sentencia sentó un precedente en la lucha contra la discriminación.

– A partir de entonces se empezaron a conocer más denuncias y aumentaron las investigaciones que llevaron condenas, no solo de discriminación por cuestiones étnicas, sino también de otros tipos.

El abogado Escobar, quien también es responsable en el caso de Linares Beltranena, cree que las víctimas deben acercarse al Ministerio Público para procurar que la discriminación no quede impune.

El caso más reciente de discriminación por discapacidad fue el de William Zapeta, a quien se le negó el hospedaje en el Hotel Maya Excelsior, en la zona 1 capitalina, porque no se le permitió hacerse acompañar de su perro guía.

Wellington Polanco Mena, representante legal del hotel, recibió el año pasado una condena de 2 años de prisión conmutables y tuvo que pagar Q140,000 a Zapeta como parte de la reparación.