Resumen del día: Se acaba el tiempo para Jimmy Morales

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Estamos de vuelta y este año de cambio de gobierno pinta que el país tendrá un sacudón político y judicial. Pero vayamos poco a poco, porque para explicar Guatemala hay que hacerlo con la mente fría y viendo todos los escenarios.

Primero, estamos a una semana de decirle adiós —o hasta nunca— a Jimmy Morales, uno de los presidentes que con más pena que gloria será recordado por una sociedad que por miedo a Manuel Baldizón y a Sandra Torres terminó por colocar en la silla presidencial a un monigote de la clase política más catastrófica del país.

El mismo Jimmy no halla el momento de retirarse del mal papel que hizo al frente del país. Casi como una metáfora cuenta las horas por entregar a Alejandro Giammattei las riendas de la nación.

No por nada, frente a pastores evangélicos del Consejo Apostólico de Guatemala vio hasta cuatro veces su reloj con números romanos e hizo referencia a los días que le quedan como presidente.

#EnVivo | Presidente @jimmymoralesgt y primera dama @patydemoralesGT, participan en la mañana de oración y tedeum del Consejo Apostólico. https://t.co/wShN2X43Hy

— Gobierno Guatemala (@GuatemalaGob) January 7, 2020

Jimmy asistió junto a su esposa, Patricia Marroquín de Morales, a una mañana de oración y tedéum organizada por los religiosos. Y, como fue una tónica durante su mandato, se refirió a los enemigos que según él quisieron derrocarlo "desde el primer año".

—Por cierto, ahora que veo el reloj, les voy a hacer tres preguntas —dijo—¿Este año es bisiesto, verdad? Tiene 366 días.
[Se escucha un "sí"]
—Una pregunta, no me contesten, solo levanten las manos, ¿cuántos de ustedes creen que la Semana Santa cae en marzo? Levanten la mano.
[Unas manos se levantan]
—¿O cae en abril? Levanten la mano.
[Otras manos se levantan y se escucha "es en abril"]
—Bueno, no están muy seguros, va. Y es que siempre nos pasa: "Semana Santa o cae en abril o en marzo", dicen. Así nos decían de apodo a nosotros el primer año, Semana Santa, porque "o caen en abril o caen en marzo"
[Risas del público]

Jimmy, quien llegó sin un plan de gobierno y con la sorpresa de ser beneficiado por el efecto anti-vieja-política del 2015, se dejó guiar por sus padrinos políticos encabezados por la fracción del ejército que ve a Guatemala a través del espejo de los años 80, la época cuando el país estaba quizá más resquebrajado, polarizado y con rezagos en su desarrollo.

Vio la oportunidad y se acomodó. Y fue mintiendo para proteger a sus amigos políticos. Desde Nómada contamos, por ejemplo, cómo mintió cuando dijo que parte de su salario lo iba a donar, es más, no solo se arrepintió de haber hecho esa promesa, sino recibió del ejército un sobresueldo —de Q50 mil mensuales— calladita la boca.

Se regodeó del poder y del respaldo del ejército. Por eso se dejó consentir con lujos en la Casa Presidencial, con regalos, con viajes y con distinciones que le elevaron el ego de su nacionalismo de camisola.

[La SAAS también fue utilizada para los gastos personales del presidente Jimmy Morales. Una investigación de Nuestro Diario, publicada en enero de 2018, reveló que Morales gastó 307 mil quetzales, durante 2016 y 2017. Las compras incluyen un gasto por unos lentes de la marca Carolina Herrera y la reparación de otras gafas. Ambos desembolsos suman Q67 mil 897.]

Otros "socios" a los que se acercó Jimmy fue la dirigencia de la iglesia evangélica. De grupos de pastores que lo vieron como un "elegido" y por ello tuvieron influencia en sus decisiones.

El mismo Jimmy reconoció que durante su estancia de casi cien días en el hotel Adriátika —antes de asumir el cargo— recibió la visita del grupo de apóstoles cristianos para orar por él. Desde entonces buscó la simpatía de este sector, tanto así, que aprovechó la coyuntura de Estados Unidos y que Donald Trump trasladó su embajada a Jerusalén, en Israel, para hacer lo mismo y ganar más apoyo de la iglesia.

Con una voz quebrada al recordar su pasado humilde y aguantando el llanto, Jimmy Morales dijo que "no olvidó sus orígenes".

—Hoy sí finalizo. Parezco pastor, verdad: nunca finaliza.
[Risas]
—Ya vieron que los tengo bien vistos.
[Risas y aplausos]
—Ese aplauso es que la congregación le pide que cuando diga "finalizo", finalice mi querido...