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Así me encarcelaron en Venezuela por ser opositor (y defender a la comunidad gay)

Ser diputado de oposición en una cuasi dictadura Venezuela no es el trabajo más fácil del mundo. Y si el parlamentario además es gay, con una agenda en defensa de los derechos de la comunidad queer (LGBTI), la cosa se pone peor. Rosmitt Mantilla es el primer diputado abiertamente homosexual en su país. Es activista y ha sido humillado por el mismo presidente Nicolás Maduro y el presidente parlamentario Diosdado Cabello. Vino a Guatemala invitado por la UNE y habló con Nómada.

Rosmitt Mantilla, durante la entrevista en Guatemala.

Foto: Cynthia Fión

­Rosmitt Mantilla tiene 33 años, es diputado en Venezuela, por el partido de oposición Voluntad Popular, desde enero de 2016. Fue electo mientras era un preso político. Amnistía Internacional lo declaró preso de conciencia y cuando fue electo logró salir en noviembre de 2016, pero no sin enfermarse gravemente del hígado en la cárcel. Esto no impidió que no le permitieran estar en el hospital y lo regresaran a la cárcel, como se muestra en este video de funcionarios del Servicio de Inteligencia Bolivariano (SEBIN).

 

Esta semana se reinicia su juicio y no tiene certeza de qué va a pasar.

– Estoy a la mano de Dios, puede que entre (a la cárcel), puede que me quiten el pasaporte, puede pasar de todo.

– De pequeño, mientras crecías y empezaba el gobierno chavista (1999-2013), ¿cómo veías a Hugo Chávez?
– Yo fui criado por mis abuelos. Siempre tuve una suerte de conciencia política desde que era niño. No veía caricaturas, veía noticieros. Siempre estaba al tanto de mi país. No fue desde Voluntad Popular, es de niño. Cuando ganó Hugo Chávez yo tenía creo que 13 o 14 años. Vi cómo se venía abajo mi país en materia de Derechos Humanos, vi al primer preso político. Nadie hablaba de eso en mi país. Yo comencé a ver cómo caían personas y eran desaparecidas. Y no sabía más, porque eran tres, cuatro, cinco… hoy, son más de 3 mil.

– ¿Cómo lograron ustedes, del partido Voluntad Popular y la oposición en general, llegar y convencer a las personas que no veían la realidad de la crisis?
– Fue un trabajo de hormiga. Yendo de comunidad en comunidad vendiendo esperanza. Hablándole a la gente de qué pasaba, pero también diciendo que podíamos salir de esto. Construir una nueva mayoría desde las minorías era nuestra misión. Un trabajo muy lento y por el que pocos apuestan. Era de ir a las comunidades y conversar todos los días, con la señora, con el chico de la escuela, con el señor que trabaja, con el universitario. Uno por uno conversando, no importa. Pasaban días y meses en eso, pero fue productivo. Hoy somos la primera fuerza política del país. Han sido 7 años de trabajo, en el que, lamentablemente, el tiempo nos ha dado la razón. Cuando decíamos en el 2014, de que venía hambre, escasez, persecución, nos decían locos… Quizás hasta los actores de oposición nos dejaron solos. Tres años después, lamentablemente, tenemos la razón.

Ya no hay personas que no se den cuenta de lo que pasa en Venezuela. El país hoy está en una fuerte hambruna, no quiero exagerar. Tu caminas por la calle en zonas de clase media alta, o en zonas bajas, y tú ves a personas comiendo de la basura. Y no son indigentes. Son venezolanos que cayeron en desgracia producto de la crisis. Pacientes oncológicos, pacientes cero positivo, niños mueren todos los días en Caracas y en todo Venezuela, porque no hay nada. El país está sumergido en una profunda crisis humanitaria, producto de este Gobierno.

– Tú eras periodista y activista por los derechos de la comunidad LGBT, ¿cómo te decidiste para ser diputado?
– Yo pertenecía al espacio Juventudes de Voluntad Popular, y llevaba el tema de Derechos Humanos. En eso estuve más de cinco años de mi vida, recorriendo mi país, junto a la juventud de mi partido. Hablando de un tema que quizás era un tabú en ese momento: los Derechos Humanos en Venezuela. Era complicado hablar de eso. En el 2014, después de que me llevan preso, pasó de ser un activista de base a un dirigente de mi partido. Así me califican al cuarto día de mi secuestro.

Luego de estudiar mil formas para liberarme, Voluntad Popular decide frente a las elecciones parlamentarias postularme como diputado a la Asamblea Nacional. Mi postulación corre conmigo preso y bajo amenazas. El 5 de diciembre de 2015, logramos 112 diputados. Y yo soy uno de los 112 que logra llegar. Esperábamos en horas después de la elección mi liberación, y no ocurrió así.

– ¿Cómo llegaste a la cárcel?
– Entro a la cárcel como un activista de juventudes de mi país, normal. Entró preso y mi partido se preocupó por elevarme el perfil y buscar mi libertad. Se me dio la oportunidad de participar para la Asamblea Nacional, para mi liberación y para que se tomara en cuenta todo el esfuerzo que hice en la cárcel.

Innumerables veces llegaron a mi celda directivos del Sebín (Servicio Bolivariano de Inteligencia de Venezuela), a pedirme que dijera que Leopoldo López me daba dinero, o que el alcalde Ledezma (que también está preso) me daba dinero, y así recuperaba mi libertad. Y yo me negaba y les decía que no que mi libertad no se negociaba. Que iba a esperar 20 años para ser liberado, por la democracia o por Leopoldo, pero que no iba ceder ante eso. Después de tanto chantaje, se cansaron de mí. Llega mi postulación, salgo electo y fue el golpe más grande para ellos porque tuvieron que liberarme a los 9 meses.

– ¿En qué momento te nació una conciencia que querías abogar por una minoría como lo es la comunidad LGBT?
– En el manifiesto, de cuando se funda, mi partido valora muchas minorías incluyendo a la comunidad LGBT de mi país. En el año 2011 fundamos dentro de mi partido el movimiento Pro-Inclusión en Voluntad Popular, que defiende los derechos LBGT. Nos convertimos en el primer partido en la historia política de Venezuela que hablaba de esto.

Un año después de que nace Voluntad Popular yo tenía 26 años, o 27, fui a la Asamblea Nacional Popular como un ciudadano más. Y pedí ante la Asamblea, que para ese momento era chavista, de que se discutieran las reformas al registro civil. Para que se dieron matrimonios de hecho entre personas del mismo sexo. Me convertí en el primer joven en la historia política de mi país que habla en el parlamento de eso.

– Tras vivir tu experiencia en la cárcel y como objetivo de muchas campañas de odio y desprestigio, ¿consideras que el trato que recibías estaba relacionado con tus preferencias sexuales y luchas por la comunidad?
– Yo me convertí en el primer diputado abiertamente gay de Venezuela. Cuando gané, el Miami Herald titula: el voto rosa ganó en Venezuela. Y por parte de Voluntad Popular, Tamara Adrián, es la primera diputada trans de la región. Ha trabajado con las Naciones Unidas muchos proyectos de Derechos Humanos.

Sin duda mi tratamiento se relaciona con mi discurso. Pero dentro de la cárcel fue para mí un plus. Por eso es que Amnistía Internacional me denomina preso de conciencia. Porque mi trabajo dentro y fuera del país con el tema LGBT me protegió muchísimo durante mi cárcel.

– ¿Es el Gobierno venezolano homofóbico?
– Sin duda son homofóbicos. Es público y notorio que el presidente Nicolás Maduro cada vez que quiere insultar a algún contingente opositor, lo que le grita es homosexual. En todas sus cadenas lo hace.

– ¿Cómo fue la tortura en la cárcel?
– Sí, tengo algunos ejemplos de dirigentes de mi partido, pero también de personas externas. Jóvenes valientes. Como un caso que me impactó mucho, porque es de mi hermano de lucha, es el de Gerardo Carrero. Un chico de la Universidad de Los Andes en mi país. En el que él hizo una huelga hambre para ser liberado, y derivó en que lo colgaron del techo con unas esposas. Él estaba de puntillas, y si bajaba los pies se le desprendían las muñecas. Este es el caso de Carrero, pero pasa siempre igual y con muchos presos. Él estuvo ahí por más de ocho horas colgando. Y frente a él ponían a su mejor amigo y lo golpeaban y escupían, para que Fernando reaccionara, se desesperara, plantara el pie y se le desprendieran las muñecas. Bueno, luego de eso, el castigo fue llevarlo a la Tumba, que es una cárcel del Sebin en otra sede. Solía ser la bóveda de un banco, está a 30 metros bajo tierra y el tren pasa por encima. Son siete celdas monocromáticas, con cámaras internas. Ellos recibían todos los días maltrato psicológico por parte de los efectivos del sector policial. Y en la madrugada iban la fiscal del caso y la juez que llevaba la causa a amenazarlos. Les decían: fírmame esto y dí que fue Leopoldo López quien te pagaba por hacer los campamentos, si no, te vas a podrir aquí. Y los chicos, valientemente, decían entonces me voy a podrir aquí, pero yo no voy a hacer eso. Ellos no pertenecen a mi partido, pero son jóvenes conscientes de mi país.

Otro ejemplo es uno de mis episodios. Yo decidí emprender una huelga de hambre por mis amigos que estaban en la Tumba. Y me aislaron durante toda una noche y a media noche llegó uno de los comisarios con la Biblia en la mano. Con su libro en la mano me decía, después de leer un versículo del Apocalipsis, más nunca verás a tu padre. Pasaba la página y me decía: más nunca verás a tu familia, vas a ser llevado a un penal si sales vivo de aquí. Y yo decía: bueno vamos a adelante, llévame a un penal. Yo no flaqueaba. Hasta que me sacó las fotos de mi hermana que estaba embarazada, en ese momento, de 6 meses. ‘Tú hermana se llama fulana de tal. Tu hermana va a tal médico de San Cristóbal, y se llama el médico así y me da el nombre del médico. Tu hermana todos los días camina por tal calle, y me enseñan las fotos de mi hermana caminando por la calle donde pasa todos los días. Ahí decido yo ceder en la protesta, porque me di cuenta que estaba en manos de delincuentes. Es complicado explicarle a la comunidad internacional que eso pasa a en mi país. Que tienes que cuidarte de los fiscales y de los policías. Que no es una pugna de ideologías, es la ciudadanía frente a un Estado delincuente.

– ¿Qué pasa con las denuncias penales que con relación a estos abusos en Venezuela?
– El Derecho nos dice que hay que acotar la vía nacional, antes de ir a los tribunales internacionales. Justo ahora, desde mi espacio, estamos documentando frente la fiscalía el comportamiento de la Fiscal General; ella era abiertamente oficialista (pro-gobierno). Y ha adoptado una postura, no de oposición, sino institucional de respeto al debido proceso. Nos hemos aprovechado de esta nueva ventana que nos abre la fiscal para documentar todos los casos de tortura. Una vez agotada la vía judicial en Venezuela, tenemos pensado, en un mes o mes y medio, ir a la Corte Penal Internacional y pedir que se investigue al Gobierno venezolano. También tenemos un lobby internacional para invitando a naciones hermanas a que se adhieran, a la petición de investigación ante La Haya.

La justicia internacional es sumamente lenta. Lo importante de esto es documentarlo y denunciarlo para el momento en que llegue la justicia tengamos esto en las manos.

– Ahora que has visitado Guatemala, y te has enterado un poco del momento político que estamos viviendo, ¿qué piensas de que comparen a Guatemala con Venezuela?
– Nosotros vemos en Guatemala a un aliado. Si bien es cierto que los venezolanos son dueños de su historia y tienen la obligación de defender su soberanía, también es cierto que requerimos ayuda de todos los hermanos de la región. Es importantísimo. Más voces que se sumen a lo que pasa en Venezuela hoy es fundamental de cara a la llegada de la democracia de nuevo en mi país.

– En tus palabras y las de tu equipo, ¿cuál es el futuro para Venezuela?
– El futuro es inmediato. Estamos caminando hacia la transición en Venezuela. Estoy convencido que los últimos días de la dictadura son los más crueles, por eso están así de feroces. Estamos convencidos de que muy pronto Venezuela va a caminar en democracia, con nuestros presos políticos en la calle. Con Leopoldo López en la calle y camino a la presidencia si Dios quiere. Con comida en los anaqueles, sin venezolanos comiendo basura de las calles, y los jóvenes en la universidad como debe ser. No en las calles perdiendo la vida por culpa de la delincuencia. No sabemos, hoy, qué pega más duro: Si el hambre o las balas que compra el presidente de la República. Ese el gran dilema de los venezolanos ahorita.

No hay tiempo para esperar la democracia, lo que hay que hacer es invertir el tiempo para luchar por ello. No sabemos si esto va a terminar mañana, en un mes o en un año. La cuestión es que hay muchos venezolanos que estamos dispuestos a un mes, un día, un año o diez. Hasta que esta dictadura termine en Venezuela.

Nómada
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En Nómada creemos en el futuro. Por eso hacemos periodismo de vanguardia. Buscamos la verdad. Con transparencia. Procurando la justicia.


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COMENTARIOS

RESPUESTAS

    Alberto R /

    26/06/2017 7:05 AM

    "– ¿Es el Gobierno venezolano homofóbico?

    – Sin duda son homofóbicos. Es público y notorio que el presidente Nicolás Maduro cada vez que quiere insultar a algún contingente opositor, lo que le grita es homosexual. En todas sus cadenas lo hace."

    Si el gobierno venezolano es tan homofóbico, ¿por qué uno de los más prominentes miembros de la comunidad LGBTQIA en Venezuela, Heisler Vaamonde, es un férreo activista del chavismo y de la revolución bolivariana? Una de dos, o Heisler Vaamonde es políticamente masoquista o el señor diputado Matilla le metió un golazo a la inocente entrevistadora que sigue creyendo en un mundo bipolar, dividido entre héroes y villanos, como con los Power Rangers. A Gladys le vendría bien reducir su elevado consumo de caricaturas.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

      Joe /

      27/06/2017 7:20 PM

      Todo el colectivo LGTB de Venezuela apoya a Maduro lo pueden comprobar en internet de hecho hicieron una marcha de miles LGTB una semana antes del día del orgullo apoyando totalmente a Maduro

      De hecho es la tendencia de la izquierda internacional viene desde España que la izquierda se funcione con los LGTB y se representen mutuamente esto lo promovió Podemos de España hacia Venezuela

      Ósea LGTB=Izquierda=Chavismo=Podemos=Semillas

      Si eres de izquierda eres LGTB y si eres LGTB eres izquierda

      Es el nuevo movimiento lo pueden comprobar en sus últimos discursos

      Yo soy de derecha

      ¡Ay no!

      ¡Nítido!

    Edelberto Ayau /

    24/06/2017 11:14 AM

    Basta leer los primeros dos párrafos de esta mala entrevista para constatar que el gran problema de la oposición venezolana es su total falta de cuadros políticos capaces. Quizás es esta falencia la que les empuja a actuar violentamente. Por ejemplo dice el el amigo Rosmit (con una T.) Mantilla:

    ”Siempre tuve una suerte de conciencia política desde que era niño. No veía caricaturas, veía noticieros. Siempre estaba al tanto de mi país. No fue desde Voluntad Popular, es de niño. Cuando ganó Hugo Chávez yo tenía creo que 13 o 14 años. Vi cómo se venía abajo mi país en materia de Derechos Humanos, vi al primer preso político. Nadie hablaba de eso en mi país.”

    Le habría ido mejor al niño Mantilla viendo caricaturas que viendo los noticieros de su país que al parecer nunca le informaron, por ejemplo, que que en dos días, el 27 y 28 de febrero de 1989, las fuerzas policiales venezolanas se encargaron de desaparecer a alrededor de 2000 personas como consecuencia del caos político, económico y social que el país vivía cuando gobernaba Carlos Andrés Pérez; o que el surgimiento de Chávez es el resultado de ese caos y del cansancio de una población que veía como unos pocos disfrutaban de la riqueza petrolera del país mientras la gran mayoría de venezolanos vivía en condiciones miserables.
    Curiosamente muchos de los herederos, ideológicos pero también sanguíneos de Pérez y sus huestes conforman hoy la mayoría parlamentaria en Venezuela pero que astutamente se mercadea como una minoría política reprimida por un gobierno totalitario. De allí que la entrevistadora (o el editor) de esta nota llame ”cuasi dictadura” (sic) a un gobierno con minoría parlamentaria.

    Es curioso que la entrevistadora subraye constantemente la condición sexual del parlamentario venezolano. Por qué habría esta de ser relevante? A varias figuras de la oposición venezolana se les ha procesado por su responsabilidad en actos facciosos y constantes llamados a la sedición. Los procesos penales están disponibles y en ninguno de ellos se señala la persecución penal de los acusados por sus conductas sexuales. En cambio, la ”periodista” Gladys prefirió evitarse el engorroso trabajo de confrontar a su entrevistado con las acusaciones (documentadas) que le llevaron a la cárcel y prefirió hacer un trabajo de relaciones públicas al mejor estilo de los peores tabloides de la madre patria. Qué pena que el oficio de periodista esté tan mal representado aquí.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

      Mario Paredes /

      26/06/2017 6:27 AM

      Te respondo porque Nomada es defensor de los "maricarmen" si es opositor venezolano o no no importa mucho.

      ¡Ay no!

      ¡Nítido!

        Alberto R /

        26/06/2017 7:08 AM

        Yo también creo que la sexualidad del diputado en este contexto es completamente irrelevante. Personalmente no creo que Nómada lleve una agenda oculta antichavista sino más bien la capacidad de la entrevistadora es bastante limitada.

        ¡Ay no!

        ¡Nítido!

    Roberto /

    23/06/2017 12:04 PM

    Sus derechos no fueron violentados por su condición gay, sino por pertenecer y apoyar a una oposición que exacerba e instiga a la violencia, que para nada es pacifica, tales derechos como otros estan asegurados en la Constitución venezolana. Solo el hecho de que sea gay, lesbiana, indígena o mujer, no hace que sus actos sean sean coherentes con el humanismo, a veces suelen aprovecharse para violentar y agredir.

    ¡Ay no!

    1

    ¡Nítido!

      Joe /

      27/06/2017 7:14 PM

      Inaudito realmente la postura de los seguidores Nomada, realmente preocupante su orientación a estos temas que son más que un Narco estado de una dictadura militar represora cada ves más asusta ver Chavistas comiendo McDonalds en Guatemala, viviendo de la libertad de este país y de las comodidades tecnológicas y del mercado

      Estos tipos debieran irse a vivir a Venezuela o Cuba de verdad pero de verdad

      ¡Ay no!

      ¡Nítido!

      Marlon.Suarez /

      25/06/2017 2:37 PM

      La constitución de venezolana no tiene ninguna validez ante una dictadura de un narcoestado en el poder. Roberto: no defienda lo indefendible.

      ¡Ay no!

      3

      ¡Nítido!

      Joe /

      23/06/2017 1:07 PM

      Ósea que los grupos sociales no tienen derechos cuando se trata de una dictadura ideológicamente afín a la demagogia de moda de izquierda allí si no valen los gays las feministas los defensores de derechos humanos, si fuera en contra de un gobierno de derecha allí si valen?

      ¡Ay no!

      2

      ¡Nítido!



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