En el Colegio de Abogados no habrá primavera

El viernes 10 de febrero de 2017, el Parque de la Industria otra vez parecía albergar una de tantas ferias. Las mallas estaban saturadas de mantas vinílicas y carteles, edecanes y abogados repartían volantes y cada planilla, en medio del olor que soltaba la carne, intentaba concretar más votos. A diferencia del día soleado en que se llevó a cabo la primera vuelta electoral, esta vez fue una jornada de lloviznas. Una tarde gris.

La planilla 1, la de Ovidio Orellana y apoyada por el exrector Estuardo Gálvez, tomó el mejor lugar. Se colocó en la entrada al salón en que se llevaba a cabo la votación. Mientras algunos metros adelante la agrupación de Luis Fernando Ruíz parecía confiada. Tanto así que en el salón que ya habían reservado para la entonces eventual celebración, había una pantalla gigante y casi el doble de mesas que las que tenía Orellana.

No era una sorpresa que ambos estuvieran allí. Ya en noviembre estaba claro que la disputa por el Colegio de Abogados era cuestión de los tres candidatos que ya estaban en campaña y que respondían a los tres grupos más grandes de poder. Ovidio Orellana respondía a Estuardo Gálvez; Ludwin Villalta a Roberto López Villatoro, ‘el Rey del Tenis’; y Luis Fernando Ruíz a una alianza amplia que abarcaba a la de nombre rimbombante: Coordinadora Nacional Multisectorial de Integración Social (CONAMIS), a Abogados de Mixco y a la vieja alianza entre el Partido Patriota y Líder.

El gran perdedor

Si una sorpresa hubo en esta elección fue la derrota de Ludwin Villalta en primera vuelta. ‘El candidato del Rey’ no sólo venía de hacer una gran inversión en una campaña que duró más de medio año sino que se presentaba como uno de los favoritos tras haber quedado segundo en la elección de 2014. La mañana del 11 de febrero hubo algo que cambió su suerte. El Ministerio Público allanó las oficinas de Roberto López Villatoro y acusó a ‘el Rey’ de haberle regalado una casa al magistrado Eddy Orellana a cambio de favores en la elección de jueces de 2014.

El golpe fue un duro revés para López Villatoro, que intentaba recuperar su influencia en el colegio y lo terminó marginando de la contienda. Maco Antonio Sagastume, el todavía presidente del colegio, cree que el caso fue determinante.

– Claro que fue una llamada de reflexión para todo el gremio aunque algunos lo sufrieran más que otros. No podemos pretender que no pasa nada cuando encima de todo abren proceso contra una magistrada, señalaba Sagastume al final de la jornada del 3 de febrero en referencia Blanca Stalling.

El proceso que hoy tiene en prisión a la magistrada Blanca Stalling también fue determinante para sacar de la jugada a otro de los actores con más influencia dentro del gremio. Sin embargo fue la investigación contra López Villatoro la que terminó mermando las posibilidades de Villalta. Quedó en cuarto lugar y ni siquiera estuvo tan cerca como Alejandro Balsells, de Alternativa Independiente, de pasar a segunda ronda. Villalta consiguió 919 votos y Balsells, 1381.

La primavera no llegó

Cuando los abogados reconocidos llegan a votar, votan rápido y se van. Pocos se animan a quedarse platicando con alguien más.

– Es que acá hay demasiados intereses en juego y para cualquiera puede ser perjudicial, dice el abogado Ricardo Sagastume, mientras intenta desmarcarse de las pláticas que sostuvo en el centro de votaciones con Julio Dougherty, parte del equipo de Luis Fernando Ruíz y con uno de los abogados de la magistrada Blanca Stalling. Sagastume estuvo a punto de ser candidato presidencial de FCN en 2011, fue el último ministro de Economía nombrado por Otto Pérez Molina y antes de eso trabajó para la Gremial de Telecomunicaciones, muy cercano a Tigo.

– Pese a todo tuvimos más participación (casi 1,500 votos más en primera ronda que en la elección anterior) y eso es algo que no verá en ningún otro gremio. Claro que mañana, los de siempre, ya van a estar alegando de esta elección pero hoy no vinieron a votar. Si su grupo ya quedó fuera no les importa. Se olvidan que en la política también se pueden hacer alianzas.

Aunque no lo dice, tampoco niega cuando se le pregunta si su crítica se refiere a Alternativa Independiente. Esa agrupación de abogados que combinan a corporativos con algunos de derechos humanos optó por no apoyar a ninguno de los candidatos en segunda ronda. Pese a su esfuerzo aún no han logrado desprenderse de la imagen de estar ligados a las grandes corporaciones ni lograron abrirse una cuota en el interior del país o movilizar a la gran mayoría de abogados que se abstiene de participar en estos procesos.

Además, cinco de las ocho planillas que compitieron terminaron siendo afectadas por las diferencias presupuestarias y de tiempo para hacer campaña. El jurista de derechos humanos, Ramón Cadena, se lamenta:

– Ni siquiera Alternativa Independiente ofreció un discurso profundo, mucho menos los otros, todos hablan del plan de prestaciones, que si los cursos… pero nadie está acá hablando de actualizar los códigos, de endurecer las sanciones contra los abogados que ponen en mal a la profesión.

El ganador

A las 4 de la tarde del viernes pasado, 10 de febrero, Luis Fernando Ruíz ya se aprestaba a ser el hombre de la noche. 20 minutos antes del cierre de las votaciones tanto él como Ovidio Orellana y sus respectivos equipos debieron meterse en el salón de votaciones para pelearse allí hasta el último voto. Entre esos últimos votos entraron los de las magistradas de la Corte Suprema de Justicia, Delia Dávila y María Eugenia Morales. Ambas se abstuvieron de dar declaraciones y procuraron salir tan rápido como llegaron.

Cerradas las votaciones los resultados no tardaron mucho en llegar. Si tras la primera vuelta, Estuardo Gálvez había llegado a felicitar a Ovidio Orellana, esta vez al candidato le faltaban visitas. Sólo, con su equipo, esperó un poco y al ver que no tenía posibilidades optó por retirarse. Aunque durante la jornada algunos abogados cercanos a organizaciones sociales manifestaron que Orellana era una opción “estratégica” para evitar que ganara Ruíz, esto de poco sirvió. Por una diferencia del 5% de los votos, perdió la elección.

Su candidatura también se vio afectada por las críticas porque incluyó en su planilla al juez de la Sala de Apelaciones de Femicidio, Noé Ventura, que ha beneficiado a Gustavo Alejos en sus respectivos procesos y que en 2014, votó por Stalling para magistrada de la CSJ.

A las ocho de la noche, ya era oficial que Luis Fernando Ruíz y su gente habían ganado el Colegio de Abogados no sólo en su Junta Directiva, sino también en el Tribunal de Honor y en el Tribunal Electoral. En marzo, cuando asuma la presidencia, apenas tendrá que mudarse de la oficina que ocupó durante dos años como presidente del Tribunal de Honor. Su triunfo es el continuismo de la actual administración.

Una administración que al día de hoy logró mantener agrupada a la misma alianza de abogados que la llevó al poder en 2014. Una alianza que involucra desde agrupaciones de abogados emergentes, hasta el apoyo del exdecano de derecho de la USAC, Avidán Ortíz, o personas relacionadas con la alianza del Partido Patriota y LIDER, que ahora operan cercanas al FCN del presidente Jimmy Morales.

En su discurso, el abogado Ruíz habló de la transparencia en el manejo de los fondos, de llevar las capacitaciones y la profesionalización a todos los municipios del país y sobre todo, de luchar por devolverle la credibilidad al Organismo Judicial. Una credibilidad que según él, también pasa por defender a los jueces y garantizarles su independencia.

– Porque si resuelven de una forma es malo y si resuelven de otra, es peor, dijo en lo que pareciera una defensa de los jueces respecto de las críticas de la CICIG y el MP

Por ahora pareciera que al Colegio de Abogados no llegó la primavera. La distribución de fuerzas seguirá siendo la misma, controlada por Luis Fernando Ruíz y Julio Dougherty, que ya se aseguraron 2 de los 14 puestos que escogerán al próximo jefe del Ministerio Público en 2018.