Un mensaje, para que sea mágico, requiere de cierta confianza y de mucha humildad. Sobre la tarima de la plaza central, mientras un campesino de las Verapaces daba su discurso a la una de la tarde, una mujer maya representó inconscientemente la magia cuando al tomar un micrófono para cantar su consigna, definió la postal que tenía delante: “En el campo y en la ciudad forjaremos la unidad”.
En un país históricamente dividido entre clases sociales, etnias e ideologías, donde los campesinos luchan sus propias batallas y la juventud de la clase media apenas aprende a luchar las suyas, la mujer repetía la consigna sin que nadie más cantara. Porque no importaba, porque ella estaba segura, porque sólo describía en voz alta la panorámica que tenía a su alrededor: cien mil personas concentradas un jueves en un parque en el que que nunca se habían reunido tantas personas alguna vez, como confirman tres dirigentes estudiantiles y sindicales de los años setenta. La segunda más grande, coinciden, fue en 1977 cuando el movimiento popular recibió la marcha de los mineros de Ixtahuacán, en San Marcos, en plena dictadura.
Pero nunca se habían reunido tantos guatemaltecos de tantísimos sectores sociales. Todos, desde la mañana hasta la noche, con sol y con lluvia, contra el presidente que no renuncia pero pasó el día monitoreando las marchas desde el Ministerio de Gobernación, y que en una entrevista en una radio gubernamental a las siete de la noche se sentía mucho menos seguro que en su mensaje desafiante del domingo pasado.
Guatemala, en todas sus expresiones, unida
Si histórico fue el día de abril cuando 15 mil personas se juntaron contra el fraude de La Línea y para pedir la renuncia de la vicepresidente Roxana Baldetti; si más histórico fue el día de mayo cuando se unieron los estudiantes de la nacional Universidad de San Carlos con alumnos de las privadas y 60 mil personas dijeron que la renuncia de Baldetti no bastaba; genuinamente histórica es la concentración de cien mil ciudadanos en un paro nacional.
Un paro que no fue promovido por el sector empresarial, sino por organizaciones de la Asamblea Social y Popular y por ciudadanos que decidieron que iban a llegar sin pedir permiso, con la autoridad que les concede la exigencia de una renuncia a un presidente aferrado al cargo para ganar unas semanas antes de llegar a la cárcel.
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Después de cinco meses de marchas mínimas reclamando la renovación del sistema político y electoral, en las que con suerte se llegaba a 2,000 personas, y después de que 200 personas fueran a Casa Presidencial el domingo a protestar porque el presidente no renunciara, la marcha del 27 de agosto de 2015 es la más numerosa de la historia de Guatemala y representa una unión de discurso de muchos sectores sociales en un mismo espacio.
Si la segunda gran marcha de mayo demostraba que el silencio de los padres por los años de represión era el grito de los hijos sin miedo, esta tercera marcha de agosto, como bien tuiteó el escritor Arnoldo Gálvez, presentó a todos los nietos de la Revolución de Octubre de 1944.
La convocatoria original a un paro nacional, desde hace semanas, era de la Alianza Social y Popular, en donde destacan el Comité de Unidad Campesina (CUC), organizaciones de la iglesia católica, la USAC y estudiantes. Pero el discurso peleonero de Otto Pérez para regañar a quienes pedían su renuncia enfureció al resto de la sociedad.
Este jueves, los campesinos hicieron recorridos de cinco kilómetros desde cuatro puntos de la Ciudad; los sancarlistas, su acostumbrada marcha de diez kilómetros; y las universidades privadas hicieron la propia, de otros diez kilómetros. En esta última, iban casi tres mil estudiantes, profesores y trabajadores de la jesuita Universidad Rafael Landívar, la Del Valle y la libertaria Universidad Marroquín –que no cerró por el paro–. Bajo el sol y por algunas zonas exclusivas de la ciudad, esta tercera parte de la marcha era como de película, con los conductores bocinando en apoyo y vecinos uniéndose a manifestar.
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Desde las diez de la mañana había gente en la plaza. Pero el cénit, el momento de mayor concentración, fue alrededor de la una de la tarde. Para esa hora, ya habían llegado miles de ciudadanos indignados. Se sumaron los estudiantes de todas las marchas –con los sancarlistas gritando, fuerte, el himno nacional– y, tan abrumados como sorprendidos, miles de campesinos, con momentos de aplausos de los capitalinos. A la una, una niña, en una esquina de la tarima, sonreía con su cartel, en el que decía ‘Los niños de Guatemala queremos que renunciés ya’. La diversidad de Guatemala, segmentada, pero órganicamente unida, protestando.
Estuvieron cerrados centenares de comercios en el Centro Histórico; cerradas la Megapaca, la mayor tienda de ropa usada, y las empresas medianas, así como cadenas de restaurantes; incluso Dunkin Donuts repartió donas entre los manifestantes.
Pero no era una cuestión sólo capitalina. El paro fue nacional: universitarios, campesinos, maestros, estudiantes de secundaria y ciudadanos manifestaron en varias cabeceras departamentales. Santa Cruz del Quiché, San Marcos, Huehuetenango, Quetzaltenango, Cobán, Petén, Salamá. Con manifestaciones y con bloqueos en carreteras menores y en la Interamericana, en todo el país estaban pidiendo la renuncia de Pérez Molina. El acusado de ser el defraudador del país logró unir a Guatemala. La capitalina y la rural. La profunda. Todas las posibles.
Los únicos que piden desde el viernes la renuncia de Pérez Molina pero no se sumaron instituicionalmente a la marcha fueron los empresarios tradicionales, aunque por la magnitud de la manifestación, a mediodía instaron a los patronos a dejar asistir a los trabajadores. A la pregunta de si visto lo visto, se arrepentía de no haber convocado, el director de la Cámara de Industria, Javier Zepeda, sólo necesitó una palabra: No. Y si esta manifestación tuviera que dar una respuesta para saber si la patronal perdió su rol como actor indispensable en la política guatemalteca, la respuesta sólo necesita de una palabra: Sí.
Si Nómada calcula en más de 100,000 los manifestantes, el intendente de la Policía Municipal de Tránsito, Amílcar Montejo, se aventuró a la alta: “La cantidad de manifestantes se triplicó en comparación a la de 60 mil personas”. 180,000. Y de una u otra cantidad, era una sociedad harta de la corrupción y la impunidad.
Baldizón lo protege en el Congreso
Mientras la Plaza Central se llenaba con banderas de Guatemala y carteles contra el sistema, en el Congreso los diputados de Líder (Baldizón, 62) y el PP (Pérez Molina, 20) suman la mitad de los 158 votos y se ponían de acuerdo para proteger al todavía presidente. Los aliados aprobaron que la petición para quitarle la inmunidad a Pérez Molina sea conocida por una comisión de cinco diputados, pero sin plazo límite –que podía haber sido de 24 horas o una semana, como con Baldetti–. Luis Rabbé, el presidente legislativo, candidato de Líder y mandamás del monopolio de la televisión abierta, cerró la sesión riéndose y habiendo protegido la inmunidad de Pérez Molina.
La Comisión de cinco diputados –electos por sorteo–, tiene mayoría de Pérez-Baldizón. Cuatro diputados de la alianza PP-Líder compartirán tarea con la opositora Nineth Montenegro. Pero, de manera sorpresiva, otra de los cinco ya pidió la renuncia del Presidente junto a Nineth. Se trata de Gloria Sánchez Abascal, del PP.
Ahora todo está en manos de Mario Linares, electo por el Baja Verapaz por el Partido Patriota desde hace ocho años. Su esposa, Silvia Verónica García Molina, es una de las 12 magistradas de la Corte Suprema de Justicia que se rebeló a la alianza Líder-PP y votó a favor de que el Congreso le quitara la inmunidad al presidente. Pero ayer el diputado Linares ni siquiera llegó al pleno.
La jueza electa por el PP no es la única que abandonó al Presidente después de la investigación del MP y la CICIG. Prácticamente todo el Estado le está diciendo que se vaya. Se fue ya más de la mitad de su gabinete y el embajador del país ante la ONU. La Procuraduría General de la Nación y la Contraloría General de Cuentas publicaron comunicados pidiéndole la renuncia. Hasta la presidenta de la Corte de Constitucionalidad le pidió que deje el cargo para proteger la institucionalidad.
Allende las fronteras no le va mejor: el periódico más grande del mundo, The New York Times, hizo un editorial dedicado a dos objetivos: aplaudir “la exitosa transformación del sistema de justicia de Guatemala”, y pedirle que dé un paso al costado.
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Pérez Molina se muestra titubeante
El presidente, ilegítimo desde el sábado, está dando sus últimos intentos de venganzas y ha salido en búsqueda de sus tres últimos aliados para llegar hasta el 14 de enero en el cargo (y no en la cárcel). Su último coletazo fue el siguiente: no trasladar los fondos que le corresponden al Ministerio Público, que ya adelantó a sus trabajadores que no tiene dinero para pagarles los salarios de septiembre.
Y sus tres aliados: Manuel Baldizón, el candidato que tiene a 40% de los diputados del Congreso (tras haberlos comprado); Mario López, el más multimillonario de Guatemala, quien esta semana le dio su respaldo a Pérez Molina a cambio del monopolio de la poderosa banda 4G de internet; y Alejandro Maldonado, su nuevo vicepresidente tras la salida de Baldetti, quien anoche en Canal Antigua respondió que no va a pedirle la renuncia a Pérez Molina porque no quiere ser “ni traidor ni cobarde”.
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El tambaleante presidente, que monitoreó las manifestaciones durante todo el día, salió al paso de los rumores de su renuncia en una declaración a una radio gubernamental a las 7 de la noche. Otto Pérez no era el mismo que el desafiante del domingo pasado, y titubeó sobre el apoyo que tiene del ejército y sobre la renuncia.
“Más que respalden o no mi posición, el ejército tiene que ser respetuoso de la ley. No es que, que sea Otto Pérez, eh, no es que sea un general retirado, es el respeto a la ley. Aquí nadie ha infringido la ley, estamos llevando los procesos que la ley esta dando. Y si esos procesos se respetan, estoy dispuesto a enfrentarlo como buen guatemalteco”.
Sobre su renuncia nunca había estado tan poco decidido. “Es una decisión personal. Yo le he pedido mucha sabiduría a Dios para que me ilumine y tome las mejores decisiones de beneficio del pueblo de Guatemala. Pero como tengo esa posibilidad de decir si renuncio o no, tengo la posibilidad de enfrentar el proceso de antejuicio (los pasos para el retiro de la inmunidad, detenidos por Baldizón)”.
La manifestación más grande de la historia del país (hasta ahora) parece empezar a tener efectos. No se puede vaticinar cuándo logrará la renuncia y la cárcel de Pérez Molina ni cuánto incidirá en las elecciones generales de este 6 de septiembre –dentro de ocho días–.
Pero algo sí es seguro. Ese Pérez Molina que se mofaba de las manifestaciones, ese Pérez Molina que está acusado de dirigir La Línea; ese Pérez Molina ya no es el presidente de Guatemala.
* Participaron en esta cobertura Elsa Cabria, Gladys Olmstead, Jody García, Pep Balcárcel, Sofía Medina, Diego Padilla, Elizabeth Herrera, Samuel Garzaro, Oswaldo Ical, Lucía Canjura, Astrid Morales y Martín Rodríguez.
***
El 1 de septiembre, el Congreso retiró la inmunidad a Otto Pérez Molina, el Ministerio Público solicitó la orden de captura en su contra y el 2 de septiembre fue enviado a prisión. El 6 de septiembre, más del 70% de ciudadanos participó en las elecciones generales y el aliado de Pérez Molina, Manuel Baldizón, quedó en tercer lugar y fuera del balotaje. El PP y Líder, que en 2015 llegaron a dominar el Congreso con más de la mitad de los 158 diputados, ahora cuentan con 8 legisladores entre ambos. Sus dirigencias enfrentan juicios por corrupción.
Doris Romero /
Los mineros eran de San Idelfonso Ixtahuacán, Huehuetenango, no de San Miguel Ixtahuacán, San Marcos.
ANONIMO /
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José Esteban Reyna /
En cifras la manifestación de ayer podría ser histórica, pero sin lograr su objetivo primordial, que sigue burlado por OPM y secuaces.
Una manifestación o paro nacional, de estas dimensiones el 6 de septiembre, en lugar de las fraudulentas elecciones, si cambiaria nuestra lamentable situación. Debido a que las cifras engañosas de la manifestación de ayer, efectivamente encubren el propósito de la renuncia de OPM, la misma acción en el día electoral, si tendría consecuencias positivas. Estamos a nueve días del fraude electoral, que ratificara la corrupción como nuestra forma de gobierno. Con la revalidación de la corrupción dentro de nueve días, el propósito de las manifestaciones queda totalmente anulado, pues contrario a terminar con la corrupción, ratificara con la elección y reelección de los corruptos candidatos, la corrupción como nuestra forma de gobierno. No nos engañemos o hagamos los babosos con las cifras de ayer, que son buenas para record, pero no para cambio efectivo de nuestro sistema político corrupto.
cecy /
Como siempre, muy buen artículo!
Blue Martini /
La Guatemala rural vino a apoyar, esto nos debe dejar una lección para aprender. Estaríamos dispuestos a ir los urbanos a el interior a apoyar sus causas.
Que tal una comisión permanente de apoyo ( a buenas causas), que apoye y dé legitimidad a las protestas en todo el territorio. De repente e incluso ya no se trate más de cerrar carreteras y el comite ( o como mejor pueda nombrarse) con su apoyo logre que los medios cubran la noticia y así aunque no haya paro de transporte habrá cobertura de los medios a las demandas. Eso sería un cambio muy importante
Rocio /
¡Excelente Artículo!
carol /
Yo no creo que El vicepresidente este apoyando al presidente, lo que pasa es que está siendo cauto en sus actuaciones, porque no quiere poner en riesgo la gobernabilidad del país. Hay que recordar que el es la unica garantía que tenemos cuando Otto Perez se vaya. El es un politico de carrera, honorable, por tanto no debe de juzgarsele apresuradamente.
Olga Vásquez /
¡Gracias, Nómada!
Todos se pusieron de acuerdo con los 100 (todos los diarios). Mentira enorme.
Lo más patético es que el CACIF estaba en la plaza.
El gobierno lo que ha logrado al final de su gestión, es que los pocos que se expresan gracias a las redes (porque sin nada de eso, salen tres pelones).
Es que se vuelvan mas patriotas en el año de la cultura (para la ciudad) visitando precisamente el palacio de la cultura.
Saquen las fotos cuando el PAPA JUAN PABLO SEGUNDO estuvo en el campo Marte y la de ayer. Hasta Dios colaboró para dispersar a la gente con la lluvia.
Este año hubo una protesta masiva bajo la lluvia por la muerte de Nisman en BA. Al menos la lluvia no impidió demostrar el inconformismo.
EE.UU aplaude las protestas en el país donde las protestas son aniquiladas antes que inicien.
Estamos ante un régimen dictatorial blando que necesita legitimarse, hacen publicidad masiva para que se vote, porque al final todo ese marketing es para vender algo que nadie quiere comprar. Y como prácticamente estamos ante un cambio de ladrones no importando quien quede, se busca la legitimidad del Estado democrático.
En este mundo para cambiar algo, es guerra económica de los poderosos hacia los débiles o no tan débiles o las armas. Lo demás son pajas.
¿PRESOS POLÍTICOS EN GUATEMALA?
di_sale /
Muy buena nota, me conmovió y llenó mis ojos de lágrimas! Aunque no estoy en Guatemala puedo sentir el clamor de un pueblo valiente hasta aquí. Mi corazón y mente está en Guatemala desde Dinamarca. Fuerza Guatemala!