Palestina: “Sabemos que Jimmy Morales está siendo investigado por corrupción y quiere echar a la CICIG”

– A los árabes nos entusiasma el cardamomo en el café. Cada año llegan a nuestros países toneladas de esta especie procedentes de Guatemala. Pero, créame, tras lo sucedido, empezaremos a comprar cardamomo a otro país o volveremos al té sin ningún problema.

Habla Nabil Shaath, alto funcionario del gobierno Abbas, ex ministro de Coop. Internacional y asesor del presidente en asuntos internacionales, Abu Mazen, tres días después de que Jimmy Morales inaugurara junto al premier israelí, Benjamin Netanyahu, la nueva embajada en Jerusalén, un movimiento que supone una denegación del derecho palestino sobre Jerusalén, del derecho internacional y una afrenta directa al mundo árabe.

En una entrevista en la Muqata, sede del gobierno palestino en la ciudad de Ramala (Cisjordania), Nabil Shaath se mostró firme en la decisión tomada por los países árabes durante la reunión de urgencia mantenida por la Liga Árabe en El Cairo un día después de la demostración de sumisión a EEUU protagonizada por Jimmy Morales y la comitiva de 44 diputados, funcionarios, familiares y amigos que viajaron junto al presidente a Israel para el traslado de la misión diplomática.

La directriz ha sido clara: El Ministro de Exteriores palestino, Riad al Malki, ha pedido a los países que integran la Liga Árabe que rompan de inmediato relaciones con Guatemala y retiren sus embajadores del país.  “Los países árabes no pueden cortar relaciones con EEUU, es demasiado lo que perderían, pero con Guatemala sí pueden. Y lo harán porque no pierden demasiado con ello”, señaló el diplomático, que no ocultó su decepción por el papel de comparsa de EEUU articulado por el gobierno de Guatemala.

En este sentido, desde la Autoridad Nacional Palestina (ANP) se interpreta la decisión de Jimmy Morales como un intento del mandatario de acercarse a la potencia norteamericana para “salvarse a sí mismo”. Para el diplomático, el Gobierno de Guatemala está actuando con el único propósito de “contentar a Donald Trump”.  Si bien este propósito, que podría leerse como una mera estrategia geopolítica de acercamiento a EEUU y a Israel, esconde un fin ulterior, del que el gobierno palestino está totalmente al corriente: “Sabemos que Morales está siendo investigado por corrupción y que quiere echar de Guatemala al órgano de las Naciones Unidas (CICIG) que lo está investigando”.

Para este diplomático palestino, involucrado en las negociaciones de paz con Israel desde 1947 y asesor del presidente Yassir Arafat hasta su muerte, “Morales ha observado de cerca lo que ha pasado en Honduras”. El proceso electoral celebrado en este país el pasado 26 de noviembre estuvo plagado de irregularidades, como denunciaron los observadores internacionales. Pero Honduras, igual que Guatemala, votó en contra de la resolución  adoptada por la ONU el 21 de diciembre en contra del traslado de embajadas a Jerusalén. “Solo dos días después de la votación, Trump reconoció las elecciones de Honduras y a Juan Orlando Hernández como su nuevo presidente”.

Pero el precio a pagar, sostienen desde la Autoridad Palestina, es “perder las relaciones con todos los países árabes, porque éstos están decididos a implementar las sanciones que sean necesarias contra los países que violen el derecho internacional como ha hecho Guatemala”.

Tras el gesto realizado por Guatemala, este lunes 21 de mayo Paraguay se convirtió en el segundo país de América Latina en seguir los pasos de EEUU y abrió su embajada en Jerusalén. Desde la Autoridad Palestina condenaron la decisión, calificándola de “provocativa e irresponsable”. La diputada y activista palestina Hanan Ashrawi aseveró en un comunicado que “Paraguay ha conspirado con Israel, EEUU y Guatemala para afianzar la ocupación militar de la ciudad de Jerusalén ocupada”.

Guatemala, parte del Departamento de Estado de EEUU

La actuación del Gobierno de Guatemala, que ha justificado el cambio de embajada en una obligación imperiosa y religiosa “recuerda aquellos años en los que Centroamérica estuvo sometida a las decisiones de EEUU, dirigiendo los golpes de estado en Nicaragua, Honduras, Panamá... EEUU han actuado en esos países como si fueran su colonia indirecta, pero las cosas han cambiado y ahora son mucho más independientes que entonces”, consideró Nabil Shaath.

“Sin embargo, Guatemala es un cliente de EEUU. No es independiente. Es parte del Departamento de Estado y ahora pagará las consecuencias”.

El diplomático también lamentó que ni Jimmy Morales ni nadie de su comitiva dedicaran ni una palabra a los 62 palestinos muertos en la Franja de Gaza como consecuencia de la actuación de las Fuerzas Armadas Israelíes. Miles de palestinos se dirigieron a la frontera con Israel en un manifestación de protesta por los traslados de embajadas y en respuesta, los soldados israelís empezaron a dispararles. Mataron a 62 e hirieron a centenares. Podrían perfectamente haberles lanzado gases lacrimógenos, agua o balas de goma.

La muerte de manifestantes recibió una condena internacional unánime, calificando el asesinato de los manifestantes de “crimen de guerra”.  El pasado viernes 17 de mayo, la comisión de Derechos Humanos de la ONU aprobó el envío de un equipo de observadores a Gaza para determinar si, efectivamente, se produjeron crímenes de guerra en la Franja. EEUU y Australia votaron en contra de la resolución.

Israel ha reaccionado furioso a la decisión de la ONU y ha acusado a la organización de “hipócrita y tendenciosa, cuyo único objetivo es dañar a Israel y respaldar el terrorismo", en palabras del primer ministro Netanyahu.

Desde el país hebreo existe la percepción casi unánime de que el mundo siempre confabula contra Israel y no le reconoce el derecho legítimo de defenderse, condenando siempre la actuación de su ejército pero raramente destacando las acciones de terror perpetradas por el movimiento islamista Hamás, que tiene el control de Gaza desde 2007.

Una de las voces que con más ferocidad ha defendido el traslado a Jerusalén de las embajadas de EEUU y Guatemala es el alcalde de la ciudad, Nir Barkat. El alcalde afirmó a Nómada que los países que han condenado los traslados son “hipócritas”, porque hacen lo que es “políticamente correcto”.

“Israel es un país que busca la paz pero sabemos cómo defendernos del demonio y de las amenazas.  Somos pacientes y sabemos que con el tiempo más países se sumarán a la apertura de sus embajadas en Jerusalén”,  pronosticó el máximo responsable de Jerusalén.

Cuestionamos al alcalde israelí de Jerusalén, con base en el acuerdo de Naciones Unidas que creó en 1948 la división entre Israel y Palestina y estableció que Jerusalén sería una ciudad administrada internacionalmente. Como ambos pueblos la reclaman como capital histórica, la gran mayoría del mundo determinó que sería una capital para ambos países cuando negociaran un acuerdo de paz.

Cuestionamos al alcalde Barkat:

– Y si finalmente el pueblo palestino ve reconocida la parte este de Jerusalén como su capital, ¿también serán bienvenidas las embajadas de Palestina dentro de ese perímetro de la ciudad?

– Por supuesto que no. Los palestinos son bienvenidos a Jerusalén para visitar la ciudad, y si viven en ella les cuidaremos, pero Jerusalén es una ciudad unida y es la capital del Estado Judío de Israel. Punto y final.

Precisamente por esa visión excluyente de Jerusalén es que todas las embajadas se retiraron en 1980 de Jerusalén y se trasladaron a Tel Aviv, hasta que ahora Donald Trump y Jimmy Morales movieron sus embajadas.

“Ningún sacerdote o ministro cristiano ha aprobado este traslado”

Desde el gobierno palestino cuestionan los dos argumentos de Jimmy Morales, el histórico y el religioso.

Primero, el papel que jugó el diplomático guatemalteco Jorge García Granados durante la creación del estado de Israel en 1948, cuando Guatemala era gobernada por el revolucionario Juan José Arévalo, quien se había hecho de muchas amistades y empatía para con la causa sionista (israelí) entre la comunidad judía después del Holocausto. Guatemala asegura que su diplomático fue clave para lograr los votos que aprobaran la propuesta de los dos Estados.

Palestina dice que está sobrevalorado.

– El mejor amigo de Israel durante esos días no fue Guatemala, sino Brasil, con Oswaldo Aranha en la presidencia de la Asamblea General de la ONU en noviembre de 1947, cuando tuvo lugar la votación para la creación de los dos estados de Israel y Palestina.

Y el segundo aspecto utilizado por Morales es su extremismo religioso, con tal de ganar puntos con el lobby ultra-conservador de evangélicos e israelí, a un enfrentamiento con el mundo árabe y a una pérdida de prestigio internacional y en la ONU.

– Morales ensalza que su moral cristiana para justificar el cambio. Pero la realidad es que ninguna de las 13 iglesias cristianas que hay en Israel ha aprobado la decisión de Guatemala. Ningún sacerdote ni representante de la Iglesia de Jerusalén acudió a la inauguración. Todas boicotearon la apertura de la embajada.

Minoría en el Knesset israelí en contra del traslado de embajadas

Mientras tanto, en el Knesset, parlamento israelí, son minoría los diputados que reprobaron la decisión de EEUU y Guatemala de trasladar sus legados a la conservadora Jerusalén. Se opusieron los diputados de la Lista Unitaria Árabe, por razones obvias, y también lo hizo el Meretz, formación socialdemócrata verde y de izquierdas. El diputado Mossi Raz por esta formación explicó durante una entrevista con Nómada que el traslado de las sedes es “ridículo”.

Este diputado israelí aboga por lo que propuso y defiende Naciones Unidas desde 1948: el reconocimiento del territorio en dos estados, en los que cada país pueda tener sus propias embajadas. Por eso, sería deseable que “Jerusalén se dividiera en dos y cada área contara con sus respectivos edificios diplomáticos”. El diputado Raz lamenta que su formación sea la minoría en un parlamento que con Benjamín Netanyahu a la cabeza y con la ayuda de Donald Trump radicaliza cada vez más sus actuaciones y se aleja de la posibilidad de alcanzar un acuerdo.

Israel se vanagloria de ser la única democracia de Oriente Medio y se jacta  de su carácter abierto y tolerante, de ser un destino ‘gay-friendly’, y de albergar en la ciudad vieja de Jerusalén más mezquitas, sinagogas e iglesias juntas que ningún otro lugar del mundo.

Pero tras el traslado de las embajadas, diputados árabes israelíes protestaron frente al Knesset y 16 personas fueron detenidas por la policía israelí. Un diputado del Likud se atrevió a decir que deberían encarcelar a sus compañeros por las protestas, mientras éstos reclamaban una capital para los dos estados.

Pero esta aspiración de un acuerdo de paz entre israelís y palestinos, con una Jerusalén como capital de los dos Estados, está cada día más lejana, sino es que enterrada para siempre. Para sepultarla bastaron las palas y piochas del presidente estadounidense Donald Trump. Y un guatemalteco que lo siguió para ganarse el apoyo del lobby israelí y evangélico en el Congreso y el Senado de Estados Unidos, en su camino interminable en la búsqueda de expulsar a la CICIG.