Esta puede ser la razón por la que Baldetti quiere irse a EEUU

Juan Pablo Gutiérrez es un abogado joven que ha recibido cierta atención por heredar casos de su antiguo jefe Telésforo Guerra y llevar otros como la extradición del expresidente Alfonso Portillo. Desde su oficina en un penthouse de la ciudad, Gutiérrez explica que los procesos de extradición son difíciles de llevar por tratarse de una legislación extranjera. Además, que cuando hay una orden de extradición, lo más probable es que haya que irse y resolver la situación en el país que lo solicite. Es por eso que el precio por pagar a un abogado para defender una extradición es muy caro, quizás US$500,000 (Q3.7 millones). Un costo que se desconoce cómo asumen las personas que se encuentran ya en prisión o con las cuentas bancarias congeladas, como Mauricio López Bonilla y Roxana Baldetti, entre otros.

– Los trámites que conllevan una extradición no son fáciles y por eso no muchos abogados lo hacen. Además de que en Estados Unidos no hay tanta facilidad de recursos legales como aquí para mover los procesos. Los juicios, incluso, se resuelven en días porque para eso está la negociación previa.

Para poder recibir este tipo de casos es importante conocer abogados del país que solicita la extradición. En el caso de Estados Unidos existen múltiples abogados dispuestos a tomar algunas de las extradiciones. Eso es lo que hace Daniel Forman, socio de un bufete de abogados en Miami, que ayuda a personas de otros países cuando necesitan una defensa en el sistema legal estadounidense.

Nómada habló con Forman, quién trabajó en algún momento para la fiscalía estadounidense y ahora ha ayudado a cerrar acuerdos con extraditables desde su bufete privado. Sobre el caso de Baldetti, recordó que existen diferentes maneras para resolver un conflicto legal. La primera es no aceptar los cargos y obligar al gobierno y a la fiscalía a demostrar la culpabilidad de la persona a la que están acusando. Esta forma de resolver normalmente termina en un juicio con un juez y un jurado, es el camino más largo.

Como la abrumadora mayoría de casos son ganados por la Fiscalía –una crítica que se hace al sistema estadounidense–, la segunda manera de resolverlo es la conocida como “Plea Bargain”, que significa “Petición de negociación” en español. Con esta opción, la persona se declara culpable pero antes intenta llegar a un acuerdo con la fiscalía y con el gobierno estadounidense para recibir un castigo menos severo a cambio de información que pueda parecerles atractiva. Este tipo de negociaciones se realizan antes de que el acusado llegue a los Estados Unidos. De esta manera, cuando comienza formalmente el juicio, ya existe un trato entre las partes y se busca que ambas ganen de este intercambio.

En el caso de Roxana Baldetti, el abogado Forman opina que es posible que sus abogados intenten llegar a un acuerdo para reducir el tiempo de la condena de la exvicepresidenta, o para mejorar su condición a la hora de llegar a la cárcel en ese país. Como ser enviada a un lugar de seguridad mínima o media, con tiempos de visita menos estrictos, o con mayor posibilidad de salida.

Es decir, Baldetti puede querer irse a Estados Unidos rápido para poder negociar información a cambio de reducir su condena. Esto puede poner en riesgo su vida dentro de la cárcel.

El abogado Forman continúa.

– Al gobierno de Estados Unidos siempre le va a interesar lo que las personas tengan qué decir. Sobre todo, las que tuvieron acceso a documentos. Por lo que, si Roxana Baldetti quiere hablar, ellos probablemente quieran escuchar. Aquí no hay reglas en la jerarquía de mandos para recibir un testimonio. Si les interesa van a negociar con ella, sino no.

Al ser consultado sobre el tipo de atención que está recibiendo este caso en el sistema legal de Estados Unidos, el abogado Forman asegura que ha sido importante. El perfil de Roxana Baldetti llama la atención de las autoridades del país, por el puesto que tenía hasta abril de 2015 y por los delitos que se le imputan.

– No todos los días una exvicepresidenta es acusada de tráfico de drogas (y de ser la número 2 de una estructura de desfalco del país). Quizás no está en todos los periódicos pero las personas del sistema de justicia seguramente saben todo del caso y esperan que sea trasladada pronto.

Según la petición de extradición de Estados Unidos, Baldetti llegó a un acuerdo con el cartel de Los Zetas y permitió el trasiego de drogas a cambio de regalos y protección mientras ella candidata con Otto Pérez Molina y siendo vicepresidenta. Se le acusa de conspiración para facilitar el paso y la distribución de cocaína, con una investigación del período a partir del 10 de enero de 2010 hasta mayo de 2015, después de su renuncia. Ellos asumieron el gobierno el 14 de enero de 2012. Parte de esta información, la atribuyen a la declaración de un testigo que aseguró tener grabaciones que muestran que entregó entregado $250 mil a Roxana Baldetti en noviembre de 2011 y en febrero de 2012.

Una semana después de que se dio a conocer la solicitud de extradición, el Juzgado Quinto del Ramo Penal leyó a Baldetti los delitos de lo que se le acusa, a través de una videoconferencia que ella sostuvo con su abogado desde la cárcel para mujeres Santa Teresa. Desde ahí, ella aceptó la extradición, aunque se declaró inocente de los delitos.

– Yo me declaro inocente, señor juez, no colaboré, no ayudé. Por eso señor juez, me declaro inocente, ¿por US150 mil iba yo a comprometer mi vida, la vida de mis hijos? Esta extradición solo la puedo ver como una venganza a las cosas que hice como política correcta.

¿Qué información podría ser la más atractiva que tiene Baldetti? Dos fuentes diplomáticas y judiciales en Estados Unidos y Guatemala tienen otra hipótesis: la información que pueda tener de su único jefe: el general y expresidente Otto Pérez Molina, también preso por el caso de cooptación del Estado y a quien consideran que Estados Unidos también querrá extraditar.

Aunque la aceptación de Baldetti acelera los procesos de su extradición, ella no puede irse a enfrentar la justicia estadounidense hasta que termine de enfrentar los cuatro procesos que tiene abiertos en Guatemala. Esta fue una de las condiciones que el fiscal del caso, Alejandro Guzmán, aclaró durante la audiencia. Es decir, tiene que pasar todo el juicio y, si es encontrada culpable, la condena en Guatemala.

De acuerdo con el abogado Juan Pablo Gutiérrez, el tiempo que pasé entre esta notificación y la sentencia del tribunal estadounidense, son deducibles de la pena que tenga que cumplir la ex-mandataria. Según el abogado, Baldetti podría pasar más de 12 años presa en Guatemala, aun si recibe las penas mínimas por cada uno de los delitos que están en juicio y con un procedimiento abreviado. Con el ritmo que llevan, se espera que los juicios duren unos cuatro años. La extradición de la ex-vicepresidenta no se espera en un futuro cercano. Aunque el abogado Forman asegura que la presión de la fiscalía y el gobierno estadounidense no va a terminar hasta no tener a Roxana Baldetti en su país. Un país al que Roxana Baldetti quiere viajar.