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Las mineras sí generan empleo: bien pagado y escaso

En vallas publicitarias, las mineras afirman generar empleo. Dicen que son más de 14 mil puestos como resultado de sus inversiones. Pero el Banco de Guatemala y el IGSS tienen datos diferentes: los empleos creados son 6 mil. ¿Qué pasa con el resto? ¿Son empleados que no están afiliados al Seguro Social? ¿Los inventan? ¿No los mide bien el IGSS? ¿Son empleos temporales? Acá, algunas respuestas.

La corrupción no es normal P147 reportaje texto

Dos trabajadores de una mina.

Foto: Carlos Sebastián

Lo que se sabe es que las mineras generan polémica.

El sector privado, los gobiernos, medios y columnistas conservadores los consideran una dinamizador de la economía y para la atracción de inversores. En cambio, el relator de Pueblos Indígenas de la ONU las señala de producir conflictividad social; los ecologistas, de dañar el medio ambiente; y el ICEFI, de no pagar suficientes impuestos.

El debate parece estar siendo ganado por los opositores. Una encuestra de Prensa Libre dice que el 66 por ciento de los ciudadanos las rechaza, en especial las comunidades que han participado en consultas comunitarias.

Para convencer a la opinión pública, la Gremial de Industrias Extractivas (Gremiext) y algunas empresas como Goldcorp (con una mina en San Marcos y acciones en la Minera San Rafael en Santa Rosa) han empezado una campaña para resaltar los nuevos empleos que la industria está creando.

Pero hay un problema con los datos. El encargado de llevar las estadísticas es el Banco de Guatemala (Banguat), que a su vez se basa en información del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS). El Banguat, de tradición conservadora y proempresarial, reporta que las mineras y empresas extractivas (entre las que se incluyen petroleras o cementeras) crearon 3,500 empleos anuales entre 2005 y 2010. Aumentó de 2011 a 2013 hasta llegar a 5,800 puestos de trabajo. Pero todavía está lejos de los 14,000 que aseguran las mineras.

 

La Gremial de Industrias extractivas asegura que sus afiliados crearon más de 14 mil puestos de trabajo en 2013. Los datos se basan en sus empreas y en un informe de 2009 del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), que se encuentra en el portal de la gremial. La información es más precisa en el estudio. Ahí afirma que se crearon del 2000 al 2008 14 mil empleos. Y proyectan que diez años luego de esa fecha bajarán a 12 mil. En ninguna parte se encontró que en 2013 habrían 14 mil.

Mario Orellana, presidente de Gremiext, sostiene que los datos provienen de estadísticas que ellos han recopilado de sus 25 agremiados. La diferencia entre sus datos y el IGSS es que la seguridad social no incluye a todos sus agremiados, argumenta.

Más allá de los 14 mil o 6 mil empleos creados, el aporte al mercado laboral es importante, desde 2005 a 2013 las mineras no han logrado crear más del 0.5% del total de empleo. Los servicios, por ejemplo, generaron el año pasado el 49% de los puestos de trabajo. Y si a esta actividad se le suma el comercio y la industria, proveen el 82% de los empleos formales. Orellana contraargumenta. «Al final es claro que la industria minera no es una gran empleadora. La producción es muy mecanizada, lo que lleva grandes cantidades de inversión y una mano de obra más calificada».

El estudio del CIEN agrega que el empleo que crean, si bien no es una gran cantidad, sí es mejor pagado. Del sueldo promedio de los empleos de operarios al año (a 2005), los que están en minería son casi tres veces más altos que los de agricultura. Y comparado con el resto de actividades económicas en su conjunto, en casi un 75% más alto.

La mano de obra local es usualmente empleada de manera temporal durante la construcción de la mina, luego esa demanda se reduce y los nuevos empleos son de una mano de obra más calificada, inexistente en las localidades.

Las mineras entonces generan poco empleo y lo pagan bien. Sin embargo, parece inflada la cantidad que promocionan. De los 14,000 empleos anunciados, no hay rastro de la mitad de ellos en el Estado.

Rodrigo Véliz
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Llegó al periodismo por la investigación y el deseo de ayudar a informar. Confía como Camus y Gelman en que la transición al periodismo, si es claro el objetivo, es posible. Colabora con el CMI.


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COMENTARIOS

RESPUESTAS

    mike deadmonton /

    21/07/2018 7:54 PM

    Supongo que los periodistas no necesitan educación económica, o entenderían el efecto multiplicador. Tome la mina Escobal que emplea a 1000 guatemaltecos (o está acostumbrada, ahora 500 y bajando). Estos son los empleados directos en la mina. Ahora, ¿quién repara o da servicio a las máquinas, suministra partes? ¿De dónde provienen los suministros de energía? Los mineros están ocupados pero pueden darse el lujo de comer afuera, por lo que los empleados son empleados de restaurantes. El empleo adicional está oculto en servicios, electricidad, construcción.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

      mike deadmonton /

      21/07/2018 8:02 PM

      El efecto multiplicador (también utilizado en la moneda) depende de muchas cosas. Usé 7x como una estimación conservadora. Con el fracaso de los cultivos de café y el suministro excesivo de azúcar en todo el mundo, es posible que desee conservar el trabajo. Honestamente, es difícil para cualquiera pensar en invertir en países políticamente inestables como Guatemala. La inversión está cayendo un 10% año tras año recientemente. Todos los días en el periódico, algún grupo campesino está bloqueando una carretera. La violencia parece estallar en todos los proyectos. No es extraño que la gente se vaya.

      ¡Ay no!

      ¡Nítido!

    victor Ruano /

    19/07/2018 12:40 PM

    El “No a la Minería” es cuestión de vida.

    No es cuestión de negocios alimentados por la fiebre posesiva del oro para la especulación financiera en los mercados de las bolsas de valores del mundo, sino cuestión de vida y dignidad para nuestros pueblos; también de responsabilidad colectiva con el cuidado de nuestra “casa común”. No es rechazo al desarrollo, sino búsqueda de un desarrollo integral y auténtico que garantice “el buen vivir” sostenible e intergeneracional.

    El “No a la Minería” es el clamor de campesinos e indígenas, que son la mayoría, y a quienes el Estado ha negado el acceso a la educación formal, pero ellos poseen más sabiduría y sentido común, que algunos intelectuales urbanos, quienes con sus falacias pretenden hacer creer que los católicos “están impulsando la delincuencia”. Con razón afirman los campesinos que “el estudio no quita tonteras”.

    Los ciudadanos de San Rafael Las Flores están en resistencia pacífica, porque se instaló en su territorio, de manera arbitraria y prepotente, un proyecto extractivo de metales. El 80% rechaza la industria minera que abarca el 35% de los 84 km cuadrados de su territorio. Desde hace 4 años, han expresado su oposición, pero no los han escuchado. Hasta hace poco la Corte Suprema de Justicia amparó provisionalmente a Calas, un colectivo que no está “envenenando” sino inspirando la lucha del campesino por la defensa del Planeta para el bienestar de nuestra generación y de las venideras. La Corte de Constitucionalidad confirmó dicho amparo.

    A raíz del amparo provisional, la presión del sector minero y las empresas que le proveen servicios, ha sido enorme y millonaria, con medias verdades, pues, es falso que perdieran 85 mil empleos indirectos y 17 mil directos. La publicidad es engañosa. No es cierto que “san Rafael Las Flores está floreciendo”, está empobreciendo, como cualquier lugar donde se instala un proyecto minero, pues es desarrollo económico para uno pocos y más pobreza y migración para la mayoría.

    Los “250 millones de quetzales que no van a ingresar al país”, después del fallo provisional de la Corte Suprema de Justicia, son pinches migajas que ofenden la dignidad de los pobres, además de utilizarlos descaradamente aprovechándose de la precariedad en que viven. Esos millones que cacarean en campos pagados son poca cosa comparado con el enorme daño humano, social y ecológico provocado.

    ¡Ay no!

    1

    ¡Nítido!

      mike deadmonton /

      21/07/2018 8:12 PM

      Interesante. ¿Cómo es que la compañía tiene que proporcionar dinero extra que no se debió a la ciudad para mantener abiertas las escuelas? ¿Entiende que la mayoría de los servicios se pagan con impuestos locales, los gobiernos federales solo cubren una pequeña proporción? El estado proporciona algunos de los fondos más bajos para la educación en la región, si no tiene impuestos locales, tiene una educación deficiente. Su inspirador liderazgo de CALAS ha sido acusado recientemente por personas con información privilegiada sobre corrupción. En 2016, la mina pagó más de 28 millones de Q a la ciudad. Además de gravar las remesas, no hay forma de recuperar estos fondos faltantes.

      ¡Ay no!

      ¡Nítido!

    ANONIMO /

    11/01/2016 8:36 AM

    […] En noviembre, el ministro Ligorría —primo de Julio Ligorría, habilidoso embajador en Washington desde el gobierno de Otto Pérez —, visitó la mina, ubicada en los municipios de San Miguel Ixtahuacán y Sipacapa (San Marcos). Allí hay comunidades en resistencia desde que la mina arrancó hace 13 años. Para Goldcorp, si los comunitarios se oponen a la ampliación, afectarían a más de 2,200 puestos de trabajo, además de inversión social y comunitaria, advierte Mario Marroquín, director de la minera. Según las comunidades, apenas está trabajando medio centenar de personas. Ninguna de ambas cifras son posibles de contrastar, sólo existen datos a nivel de industria. […]

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Pluto Crático /

    09/11/2014 10:12 AM

    Las mineras cean empleos para los extranjeros: ingenieros, técnicos, operadores y sicarios como agentes de "seguridad".
    Además pagan a "periodistas" y columnistas, para justificar el robo de riquezas nacionales, la contaminación de agua, tierra y aire; y las agresiones y asesinatos a maniefestantes ambientalistas.

    ¡Ay no!

    1

    ¡Nítido!

      mike deadmonton /

      21/07/2018 8:17 PM

      Eres divertido. No olvides que el grupo antiminas pagó la fuerza de ocupación de la URNG frente al tribunal. El grupo antiminas también pagó a los miembros de CLASS para que se jubilaran en riqueza, ya que aparentemente se suponía que los fondos debían utilizarse para la protección ambiental. Supongo que los 1,000 guatemaltecos empleados en Escobal deben ser considerados extranjeros.

      ¡Ay no!

      ¡Nítido!

    Gustavo Hernandez /

    08/11/2014 6:08 PM

    La minería para cualquier trasnacional y/o nacional es una fuente de riqueza necesita una gran fuente de inversión inicial como maquinaria y centros de procesamiento así como un buen billete para comprar voluntades, después de esto en pocos años empieza a obtener grandiosas ganancias, pero al final de todo esto dejan desolación, contaminación y pobreza y ellos tranquilamente se gozan de la ganancia en otros países. Es demasiado lo que estamos dando para la misera ganancia que obtenemos. Relativamente pagan bien a poca gente un tiempo corto y se llevan los minerales de grandioso valor, en otra palabras de nuevo nos traen espejitos.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

      mike deadmonton /

      21/07/2018 8:22 PM

      Podría terminar así, o podría terminar como muchos distritos que proporcionan empleo, fondos para la salud y la educación. Supongo que depende si ves Chile, Perú, como estados fallidos. Incluso Cuba tiene una gran mina de níquel en operación desde hace más de 20 años (creo).

      ¡Ay no!

      ¡Nítido!

    Las mineras sí generan empleo: poco y bien pagado | CMI Guatemala /

    07/11/2014 5:51 PM

    […] Nómada […]

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Pedro /

    07/11/2014 11:35 AM

    Me da la impresión que actúan asi. Si un municipio esta en contra, entonces contratan gente de ahí, una vez el alcalde esta de acuerdo con la actividad despiden a toda la gente y se van a contratar gente a otro municipio que este en contra. Y no seria raro si los ve apoyando candidatos afines para las elecciones. Pero la verdad no se, es una impresión nada mas.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!



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