El arte de abrir los ojos

Soy un autodidacta del arte. Aunque mi formación académica es como arquitecto, donde cursé materias de historia del arte además de teoría y crítica a la arquitectura, la profundidad del análisis artístico (ese inmenso mar) queda muy superficial.
No estoy seguro de en qué momento me di cuenta que una pintura podía influir en mi estado de ánimo, fascinarme por largos ratos y conmover las fibras sensibles. Me gusta desde la pubertad, pero me fascinó desde que vi un almanaque con “La Noche Estrellada” de Vincent van Gogh. En ese momento, abrí los ojos.

Abrí los ojos a esas olas de viento pintado, a esa luz envolvente, a esa fuerza del pincel, a esos colores; pero creo que me estoy adelantando.

Me invitaron a escribir en este espacio sobre arte, un artículo de 600 a 900 palabras. Gracias, qué emoción... ¿Cómo empiezo? Ya sé, tratando de definir el concepto abstracto de arte (¿de nuevo?), hmmm, mejor no. ¿Haciendo un repaso de la historia artística desde la prehistoria? Ni que fuera texto para curar el insomnio. ¿Un tema de arte posmoderno conceptual, un performance en forma de artículo? Lo dudo. ¿Una biografía? ¿Un cuadro? ¿Una escultura? No. No. No.

Antes de hablar de arte, debemos percibirlo y, sobre todo, encontrarlo. La llave está en nuestros sentidos (esas maravillas), no podemos percibir sin ellos y son, precisamente, las víctimas primarias del arte. Cada artista, en su ramo, quiere hacer vibrar nuestros oídos, nuestros ojos, nuestra piel, incluso nuestra lengua. Los sentidos son la capa del espíritu que conecta con el entorno. Simbólicamente, elegí la vista como su representante: abrir la vista, los ojos de la mente.

Encontrar el arte es fácil, está en todos lados. Basta con ver en dónde han encontrado inspiración los artistas. El arte está en la naturaleza, en las cosas, incluso dentro de nosotros mismos. Percibirlo, esa es la clave y para ello debemos abrir nuestros sentidos y dejarnos llevar por el espíritu, ese que llevamos dentro y al mismo tiempo nos envuelve con experiencias sensoriales.
Es importante que hablemos de las falacias que se han construido y destruido entorno a la percepción artística, pero que continúan influyendo hasta hoy, para ayudarnos a despertar esos ojos ávidos por buscar y percibir:

- “El arte es bello.”

"Autorretrato con mano sobre la cabeza" Egon Schiele. 1912

No, el arte es sublime, esa es una de sus características importantes. Trasciende la belleza y se convierte en una declaración propia, y, a todo esto: ¿Qué es lo bello?

- “El arte es académico.”

De hecho, primero surgió el arte y luego la academia. La creación artística humana fue espontánea. La evolución fue generosa con nosotros.

"Bisontes" Cueva de Altamira. Aprox. 15,000 AC

- “El arte es aburrido.”

Este es un concepto mucho más abstracto y personal. A mí, por ejemplo, me parecen aburridísimas las carreras de Fórmula 1. No puedo garantizarles que el arte les sea entretenido, pero tengo ejemplos gráficos para demostrar que no pretende serlo.

"La Quimera de Oro" Charles Chaplin hizo de la actuación cómica una experiencia artística. 1925

- “El arte es inútil.”

Basta con abrir un libro de historia para demostrar que esta frase es falsa. El arte ha acompañado a la sociedad desde sus inicios y es un indicador del avance del pensamiento humano. El arte sirve de referente histórico, evidencia cultural y motor de comunicación.

"La Libertad Guiando al Pueblo". Eugene Delacroix. 1830.

- “El arte es exclusivo.”

Probablemente la historia nos diga que este enunciado es cierto. El arte fue gran aliado de cortes y grupos de poder. Sin embargo, el arte es universal, sin discriminación. La obra se lanza a un público que la percibe y todos estamos invitados a juzgarla porque, si logra generar una respuesta en nosotros, esa pieza ya ha logrado parte de su cometido. Lo sublime nos mueve.

"El Pensador". Auguste Rodin. 1889.

- “El arte está en los museos.”

Los museos son espacios dedicados a resguardar el patrimonio cultural, a mostrar la historia de determinados renglones de nuestra existencia. Sin embargo, el arte no puede encerrarse en una institución, su naturaleza es libre. Tal vez una pieza esté en el museo, pero su influencia irradia más allá, en el tiempo y espacio.

"El Gigante de Minsk" Os Gemeos. 2015

- “El arte es complicado.”

Puede serlo, pero no es axioma. Hay piezas tan simples y llanas que llegan a la inmortalidad por esos valores. No teman en profundizar en el arte, no se pueden perder, sólo apuntan a ganar.

"Canna Roja" Georgia O'Keefe. 1924.

Reflexionemos sobre estos enunciados y salgamos a buscar el arte con la mirada amplia, a ejercitar el pensamiento crítico y la experiencia sensorial en todas sus formas: pintura, escultura, arquitectura, música, literatura, teatro, cine, performance y la lista continúa gracias al inacabable ingenio humano.
En fin, como dije en el título: el arte nos abre los ojos… ¿O era al revés? Da igual.