En este ámbito se distinguen tanto artistas hombres como mujeres y los idiomas usados van desde el mixteco, nahuatl y yukateko mexicanos, pasando por toda la geografía mesoamericana de idiomas mayas, para llegar al rap en idiomas suramericanos, como el quechua, mapuche, mapuzugun, entre muchos otros. Hay muchas versiones diferentes en lírica y musicalidad, puesto que la mayoría incorporan elementos tradicionales de sus culturas locales. En cuanto al idioma, están desde quienes usan solamente unos cuantos vocablos en algún idioma indígena, pasando por quienes rapean en versiones bilingües y hasta trilingües, hasta quienes lo hacen exclusivamente en el idioma originario.
El público es numeroso. En Guatemala, por ejemplo, más del 40 por ciento de habitantes se identifica como indígena. Si hablamos de México, es más del 20% del país. Ahora en Iberoamérica, en general, se ha mantenido, desde el siglo XX, en un promedio de alrededor del 8% al 10% de la población catalogada como indígena, originaria o amerindia. Por ende, millones de personas que se identifican como indígenas lo que conlleva una vasta diversidad de saberes, culturas, idiomas, experiencias históricas y sociales, y formas de ver la vida, expresadas a través del Hip Hop.
Portavoz, Luanko & Cidtronyk (en mapuche y español).
Bits para la lucha
El rap en idiomas originarios presenta, también, experiencias en común, usualmente de opresión, discriminación y organización en defensa de derechos culturales y territoriales. Según el Banco Mundial, los pueblos indígenas abarcan aproximadamente el 14 por ciento de los pobres de la Latinoamérica y el 17% de las personas en extrema pobreza. La realidad, sin embargo, no es tan simple. Los pueblos indígenas también han mostrado notables avances organizacionales y sociales, así como reducción en pobreza en varios países de Sudamérica. En tres países, Ecuador, México y Nicaragua, la brecha educativa entre indígenas y no-indígenas se ha cerrado. Hoy los pueblos originarios tienen más acceso a la educación y hay mayor inclusión en procesos de toma de decisión y participación política que en décadas anteriores.
Casi la mitad de la población indígena vive en zonas urbanas o viaja seguido a las mismas, por lo cual tiene lógica la popularidad del rap como medio de expresión, pues es un medio artístico muy urbano que se ha prestado desde sus orígenes para expresar las experiencias de las poblaciones más vulnerables y excluidas del mundo. El rap es, además, uno de los medios musicales más populares entre las juventudes de todo el mundo. Esto no significa que los artistas de rap en idiomas indígenas no enfrentan grandes retos. Además de la mirada discriminadora que sufre el hip hop en general, está la discriminación hacia los idiomas originarios por la sociedad “occidentalizada” convencional y a veces, dolorosamente, por individuos dentro de los mismos grupos indígenas.
El rap, ya se ha dicho, siempre ha sido un canal de protesta, utilizado para transmitir demandas. Cada vez más mujeres se abocan al rap para expresar sus reivindicaciones y esto incluye aristas que rapean en sus idiomas originarios, como Zara Monroy, quien usa el hip hop para diseminar y perpetuar la cultura e idioma Comca’ac entre los jóvenes de su comunidad, así como pronunciar sus demandas feministas y en defensa de su territorio. Otro ejemplo es Janeidy Molina, de Sonora, quien rapea en su idioma con ritmos urbanos acerca de la lucha de su pueblo contra megaproyectos transnacionales.
La música de estas artistas se escucha no solo en todo México, sino que en comunidades mexicanas de Norteamérica también. De hecho, algunos artistas viven en Norteamérica, tal como Una Isu (Ocho Venado), un rapero oaxaqueño que vive en California y rapea en mixteco, español e inglés manteniendo el tenor identitario de su letra, como originarios de San Miguel Cuevas.
Renata Flores (quechua).
Las líricas locales
En Guatemala existen muchos valiosos grupos de rap en idiomas mayas, entre los cuales ha destacado Tzutu Kan y los miembros de B’alam Ajpu, quienes usan idiomas mayas y retoman las tradiciones orales y cosmogónicas de su pueblo. Además, estos artistas están comprometidos con el activismo cultural entre los niños de sus comunidades y la revitalización de los idiomas mayas como forma de resistir el lenguaje hegemónico en Guatemala. Pocos saben en Guatemala que estos artistas son muy apreciados en otros países, incluyendo en Estados Unidos a donde han ido de gira. Y así como estos, hay muchos otros que por cuestiones de espacio no podré listar (aunque volveré al rap de Guatemala más a fondo en otro momento).
Algunas de las críticas que los artistas de hip hop en idiomas originarios tienen que enfrentar, es que este es comprendido solamente por los hablantes, a lo que la artista Ximbo, una de las pioneras del rap mexicano, respondía:
“Pero, ¿no venimos de la familiaridad con el rap en inglés, francés e incluso alemán, entendiendo solo un poco o de plano sin entender ni pío?”.
Muy cierto, ¿no? No comprender el idioma no es excusa para no apoyar a estos artistas que, como podrán ver en los vídeos que dejé acá incluidos, son geniales.
Balam Ajpú (quich'e y español)
Fuentes: “El rap en lenguas originarias de América Latina” (Vice, 12 de octubre, 2019); “Latinoamérica indígena en el siglo XXI” (Banco Mundial, 13 de junio, 2017); “El rap de las mujeres indígenas en México contra el machismo y en defensa de sus territorios (Notimerica.com, 9 de diciembre, 2017); “El nuevo ap en lenguas originarias de México” (Vice, 27 de septiembre, 2018); “Mayan language revitalization, hip hop and ethnic identity in Guatemala” (en Language and Communication, marzo, 2016).
El Lobo Pedorro /
En verdad que suenan bien las canciones en idiomas nativos de la América, en especial los de Guatemala.
Lo único que les puedo achacar a estos artistas es que le quitan mucha originalidad a sus creaciones cuando, repetitivamente, hacen todos los ademanes y gestos propios de los afroamericanos, incluso de algunos reguetoneros, lo que visualmente me dice que están algo alienados. He escuchado temas en lenguas de origen maya, como los producidos por Fernando Scheel, y son fantásticas creaciones. Puedo decir que son muy afortunados quienes hablan un idioma nativo, porque además de ser bilingües, suponiendo que hablan el español, dominan esas lenguas pero tan difíciles de aprender para el resto de los mortales. Me gustó la danza con los chinchines que realiza el integrante de Balam Ajpu.
Tzutu Kan /
Gracias por su comentario, y si es cierto que todavia estamos copiando, pero a la misma ves estamos tratando de aportar con nuestros propios esfuerzos y recursos, estamos tratando de darle nuesta originalidad e indentidad no ha sido facil, aqui no nos contratan por ejemplo, si tenemos conciertos es porque nosotros los organizamos, con respecto a los chicos de San Juan La Laguna, ellos empezaron solos, de echo nosotros Balam Ajpu creamos una escuela donde nos iniciamos todos en los conceptos basicos de la cosmovicion maya, y de ahi surge el movimiento.
Trudy Mercadal /
Muchas gracias por leer el artículo y su contribución. Es verdad, es una crítica que se ha hecho a menudo --hay que tener en cuenta, sin embargo, que todo género musical trae sus convenciones, incluyendo algunos pasos de baile típicos, gestos, etc. El desarrollo y evolución es un proceso, y hay artistas que ya no se apoyan en estas convenciones. Igual, es un género que vale le abramos espacios en Latinoamérica, pues se ha convertido también en algo muy nuestro.