Fue en la feria internacional de Art Basel Miami Beach del 2010 que, caminando entre galerías pequeñas e independientes en una sección industrial y llena de bodegas, descubrí la obra de Shepard Fairey en los muros de lo que era hasta entonces el sucio y descuidado barrio de Wynwood. No se sabía entonces que ese barrio pobre y marginal llegaría a convertirse en pocos años en la meca del muralismo contemporáneo hoy conocida como Wynwood Walls.
No imaginábamos en ese entonces, tampoco, que Fairey (quien ya era conocido) llegaría a ser tan inmensamente icónico como lo es hoy día en el arte muralista y político, pero sí recuerdo bien el sentimiento de profundo entusiasmo y maravilla que sus murales me provocaron. Para más, Fairey ha sido sumamente generoso con su arte, a menudo regalando los derechos para que la gente común lo imprima de la internet o lo fotografíe y lo use como quiera sin darle regalías.
Shepard Fairey: Obey This Film from Brett Novak on Vimeo.
Ese año, las fotografías de su mural de Art Basel recorrieron el mundo, en especial las imágenes de sentido obscuramente subversivo, duramente gráfico en rojo y negro, creadas con exquisito detalle geométrico, que repetían incesantemente la orden totalitaria de “Obey” (Obedece), un mensaje socavado por otros de protesta (“conoce tus derechos”, “lee entre líneas”).
Los muros de Fairey fueron el primer paso de lo que se convirtió en el enorme fenómeno de Wynwood Walls (Muros de Wynwood): el barrio entero de Wynwood es una inmensa galería de arte abierta, y sus muros muestran obras de una serie de artistas internacionales rotantes. Estos murales permanecen aproximadamente 3 años. Hay galerías de arte grandes y pequeñas establecidas en lo que fueron bodegas industriales y con exhibiciones de artistas de “Street Art” y Graffiti de la calidad de Banksy y Fairey, entre otros. Puesto que todo es libre de costo, las calles atraen no solo a turistas de todo el mundo, sino a locales de todos los ámbitos socioeconómicos, que llegan a ver los murales.
Los desarrolladores del barrio de Wynwood, en colaboración con el gobierno municipal local, fueron muy visionarios en este sentido. El área, por largo tiempo considerada indeseable, empobrecida y llena de crimen, es hoy día un barrio mixto, con comunidades de personas de bajos ingresos que viven con subsidio gubernamental en edificios dignos, así como edificios de lofts para “hípsters”, artistas y estudiantes de las universidades aledañas.
Wynwood Walls cumple una década y es ejemplo vivo de lo que se puede lograr en áreas muy urbanas y céntricas “tugurizadas”. Claro que Wynwood tiene sus críticos, desde quienes aducen que el graffiti y el Street Art no es arte (en este espacio estamos 100% en contra de esa posición), hasta quienes argumentan que incita al vandalismo y que reduce la plusvalía a las propiedades. Sin embargo, como ha quedado ampliamente demostrado, la plusvalía de Wynwood ha subido enormemente desde que fue desarrollado como un centro vivo de murales y, hasta ahora, sin desplazar a la comunidad original. Es importante notar, sin embargo, que la gentrificación es siempre un riesgo y Miami se caracteriza por sus alquileres demasiado altas para mucha de la población.
Por si tienen tiempo este documental "Right to Wyndwood" explora las causas y los efectos de la gentrificación este barrio.
Wynwood Walls es una manera muy eficaz de darle espacio y protagonismo a gran variedad de artistas, desde conocidos a desconocidos, así como de propagar ideas políticas muy progresivas. Los muros de Wynwood, por ejemplo, presentan abundantes murales de protesta, especialmente contra el creciente movimiento ultra conservador y supremacista de Estados Unidos. Como Shepard Fairey dice, “Pueden criticarle todo lo que deseen, decir que esto no es más que un fondo para que la gente se tome selfies. Pero si tiene el poder de cambiar la conversación al introducir una idea subversiva dentro de algo que a primera vista podría considerarse superficial, está bien conmigo.” (Architectural Digest, octubre 2019).
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