Lucía Pérez tenía 16 años. Me recuerdo a esa edad. Alegre, despreocupada, feliz, rebelde, libre. Así se ve Lucía Pérez en sus fotos. El pelo despeinado, así como yo lo hubiera llevado. Pero leo sobre ella. Lo que le pasó. El horror, la peor de las pesadillas. Fue drogada, violada y atravesada con un palo hasta que su corazón dijo basta. Hace 10 días. En mi mismo continente.

La fiscal del caso dijo que fue sometida a una agresión sexual tan fuerte que sufrió el tipo de shock cardíaco que sufren las personas bajo tortura extrema. Para encubrir el crimen, los asesinos lavaron su cuerpo, le cambiaron la ropa y la llevaron a un centro de salud para que los médicos certificaran el horror que sufrió su cuerpo en vida.

En Guatemala hay decenas de historias así. Como la de Ericka Cajbón, asesinada en noviembre de 2012 por su pareja, que la agredió de forma salvaje, le introdujo piedras en la garganta y la vagina y la asfixió hasta matarla. O como Mindy Rodas, a quien su esposo le desfiguró la cara y la asesinó un año después. Aquí, en este país del continente, cada día asesinan a 2 mujeres y violan a otras 22, según los datos oficiales del año pasado.

¿Quién de nosotras está a salvo en sociedades donde a las mujeres les pasan cosas como éstas?

¿Quién de nosotras está a salvo si los asesinos no son extraños? Quienes nos matan son nuestras parejas, nuestros amigos, nuestros cercanos. Quienes nos violan son nuestros familiares, nuestros guías religiosos, nuestros compañeros de trabajo.

La violencia que sufrimos las mujeres es porque no nos consideran humanos plenos. Consideran nuestros cuerpos como objetos de los que cualquiera puede apropiarse. Y cuando muchas se rebelan contra la violencia sexual, son asesinadas.

Entonces siempre salimos perdiendo. La violencia que sufrimos las mujeres es por eso, por ser mujeres.

El femicidio de Lucía nos revuelve, nos grita, nos reclama. Desde toda Latinoamérica llamamos a un paro de mujeres y una manifestación de repudio e indignación mañana, miércoles 19 de octubre. Por Lucía, por Ericka, por Mindy, por todas las que ya no están, por las que corremos peligro, por las que queremos vivir en paz, en libertad, por las que anhelamos justicia y no olvidamos.

Protestemos por ellas. Protestemos por nosotras.

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Así podés apoyar el paro de mañana.

-Visibilizá el problema con los hombres, porque muchos simplemente no se dan cuenta de la magnitud de esta violencia, porque no la han sufrido o porque quieren ignorarla porque las mujeres “ya estamos acostumbradas”.

- Apropiate del debate. #NosotrasParamos #VivasNosQueremos #BastaDeFeminicidios #MiércolesNegro #NiUnaMenos

- Vestite de luto (negro) por las víctimas y por todas nosotras.

- Que se sienta nuestro minuto de silencio a mediodía en todos nuestros espacios.

- Marchá y protestá a las 10 a.m. en la Plaza Central de Ciudad de Guatemala y a la 1.00 pm en el parque central de la Antigua Guatemala.

-Marchá y protestá a las 6 p.m. en la Plaza Central de Guatemala y en la de Xela.

Informate: bit.ly/niunamenosgt

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Esta violencia no es normal.

Protestemos por todas las que faltan, las desaparecidas, las violadas, las asesinadas.

Tomemos las calles. Contra la violencia, el miedo y el terrorismo machista. Contra la impunidad y la falta de acción del Estado y de todos.

Para reivindicar la vida y la ternura.