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Mi pulso con un k’iché y las Kardashians

De entrada uno de los k’ichés me detestó. Cada vez que yo hablaba, él lo hacía inmediatamente. Después me refutaba, negaba o directamente enterraba mis comentarios. Era evidente, y aunque todos notábamos el desdén era imposible refutarlo: el chavo era líder. 

Cotidianidad Opinión P369
Esta es una opinión

Diversidad sin filtros. Foto: Archivo

Una de las condiciones básicas para estar en esta especie de laboratorio/campamento era serlo. Yo, en cambio, no fui por ser líder sino por necia, pues me parecía intrigante el ejercicio de convivir con los distintos grupos étnicos en proporciones reducidas, pero las que porcentualmente correspondían en relación a la población del país. Fue un maravilloso ejercicio de paciencia y lo transité como corresponde: furiosa, pataleando, deprimida, llorando y finalmente con la resignación de quien comprende que no es monedita de oro.

Hasta que llegó la lluvia. Y con la lluvia la inundación de prácticamente todas las casitas en las que nos alojábamos, exceptuando la nuestra y la de otro grupo de mujeres. Todas sacamos nuestra ropa seca y comenzamos a repartirla. A las mestizas se nos facilitaba pues podíamos ofrecer camisetas, mientras que los güipiles del resto de las compañeras no eran muy cotizados. Por esas cosas de la vida me topé de frente con mi amigo no-amigo k’iché, le dí mi camiseta favorita, una que me robé en un evento de Greenpace, que decía: one world, one people, one chance to save our planet, start now (un mundo, un pueblo, una oportunidad para salvar el planeta, comenzá ahora), y que me remitía a la felicidad.

Pasé mucho tiempo creyendo saber por qué él me había tratado así –por ser mestiza y él maya, por ser mujer–, pero algo de mí explicación me hacía ruido, no terminaba de calarme que él se hubiera comportado conmigo de la forma que más detestaba, me parecía una venganza que perpetuaba el dolor.

Ahora puedo comprender que no era tan fácil la cosa, hay muchísimo más detrás de una aparente manifestación de racismo o resentimiento. El juicio a Ríos Montt por genocidio contra el pueblo ixil me ayudó a verlo de forma brutal. La serie de testimonios de mujeres que se atrevieron a narrar públicamente sus historias, las barbaries cometidas durante la guerra en las voces de quienes fueron flageladas.

Además, que para frenar la justicia por todo ese dolor, fuimos testigos de cómo los poderosos forzaron al sistema de justicia para que un grupito de abogados y jueces pudieran hacer una jugarreta de muchachito tramposo que busca siempre salirse con la suya a costa de cualquiera. Todo ello en aras de mantener los mismos signos de dominación sobre los cuales se ha construido ¡esta nación, tú nación, nuestra nación!

Como escribió la antropóloga maya Irma Alicia Velásquez en ese 2013 del juicio y la anulación de la sentencia, el juicio era una forma de pedir perdón desde el Estado por todo el siglo XX. Y la anulación de la sentencia era decirle a los mayas de nuevo: el Estado de Guatemala no les pertenece, no los incluye.

Tiene toda la razón la investigadora Teresa García Giraldéz, profesora de la Universidad Complutense de Madrid: “Se dice que en Guatemala no hay racismo, porque no se habla mal de los indígenas, pero es mucho peor, porque no se habla; se niega por completo su existencia y si no se habla se le puede eliminar”.

Otro de los sopapos de recordatorio ha sido la reciente intentona de reformas a la Constitución para reconocer el pluralismo jurídico. En el debate, cargado de fantasmas y medios, se puso como excusa a los pueblos originarios para dilatar el proceso de discusión, que está empantanado entre curules. A las autoridades ancestrales se les fue sacando de la jugada poco a poco. Se les decía una cosa y se hacía otra, se les dizque trataba con respeto pero se les dificultaba la entrada al Congreso… en fin, se volvió a poner de manifiesto lo que ha repetido la historiadora Marta Casaús en diversas ocasiones: que se va construyendo desde el siglo XVI un estereotipo del ‘indio’, conformista, moreno, sucio, que desde el darwinismo del siglo XIX se les considera raza inferior, indolentes, degenerados y que, finalmente en el siglo XX se complementan con otros de carácter físico o biológico, como feo, gordo, tonto, etcétera. La contrainsurgencia aporta otro tanto al considerarlos comunistas, enemigos públicos a los que hay que exterminar.

De allí que la cuestión no fuera tan fácil en la relación entre mi amigo k’iché y yo. De allí que tanto dolor nos separe. Claro, es que al final del día somos hijos de esa construcción, nos guste o no. Un tapiado hecho por siglos que nos es reforzado por nuestro entorno y que ha ido construyéndose tan pero tan bien, que permanece incólume. El racismo en Guatemala es tan contemporáneo en sus formas, tan bien articulado que cualquier porquería de consumo masivo nos reforzará las imágenes, los lineamientos, y en estos el racismo mamado gota a gota en los siglos de historia de este país.

Si el racismo europeo hizo desde el siglo XIX que se considerara a los indígenas como ‘raza inferior’ hoy son las Kardashian y su trip lo que delimita la belleza, y cómo ser superficial es apropiado para ser miembros de esta colectividad, para ser aceptados como mestizos, ladinos cool. Hoy es esa construcción occidental la que va dando y dando argumentos para que la espiral siga creciendo. Tristeza, infinita tristeza.

Pero no está todo escrito. Como dice Adrienne Rich, en un mundo donde el lenguaje y el nombrar las cosas son poder, el silencio es opresión y violencia.

Itziar Sagone
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Mujer, madre, hermana, amiga, compañera. Disfruta la vida trabajando desde el arte, la educación, las comunicaciones y la sanación alternativa en la construcción de un país en el que podamos vernos y reconocernos, en el que avancemos en colectivo hacia formas más humanas de relacionamiento. Ama caminar por el bosque y vibrar con él desde dentro.


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COMENTARIOS

RESPUESTAS

    Ernesto /

    02/07/2017 2:23 PM

    Tuve un catedratico muy bueno en la San Carlos en los 80s llamado Emmanuel Sagone. Creo que se fue al exilio.
    Era pariente suyo? Saludos.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Claudia W /

    30/06/2017 4:28 AM

    Creo que al artículo le cortaron un párrafo importante, ella saca la camiseta, se la da al amigo y...? Sólo Dice que tal vez se portó así con ella por esto o lo otro, pero no cuenta que pasó. A mi siempre me impacta lo que nos cuesta reconocer el racismo como tal. Aunque creo que lo del pluralismo jurídico estaba medio pegado con chicle a lo demás y pedía a gritos su propio espacio y discusión. En términos generales tenemos tenemos pocas opciones a tratar de vivir en paz, aceptando nuestras diferencias, tratándonos los unos a los otros con RESPETO. Es definitivo que este estado de confrontación es insostenible. Saludos Itziar.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Hector Santos /

    29/06/2017 8:48 PM

    El articulo esta bien elaborado!! Includo escrito en forma de surrealismo. Pero hay mucha razon sobre el racismo, el cual es un racismo historico. No es que nos revolquemos como necios ideologicos para vivir de cosas pasadas del conflicto. Este conflicto inicio desde el momento del choque de dos culturas. El hecho de no reconocer y entrar en negacion de nuestra propia gente no esta bien. Ya que no aprenderemos y seguiremos cometiendo los mismos errores. Concuerdo tambien con la señora Casaus Arzu miembro de la oligarquia y odiada x los suyos pero protegida de su familia. Tambien encajan aqui señalamientos de autores como Schimmer y Castañeda donde hacen comentarios y narraciones exactamente iguales parafraseando como lo menciona el ahora polemico Desde el cuartel del coronel Castañeda. Lo del juicio como lo menciona una persona no es que haya sido mal llevado. Creo legalmente si apegado, el problema fue talvez el espectaculo que se hizo xq el fallo fue exacto "Rios Montt hallado culpable" en esos dias su hija cabildeo junto con Mendez-Ruiz y otros hijos de militares y gente de la oligarquia para anular el fallo. Es bien sabido que el fallo de culpabilidad daba puerta abierta a entrar en juicio a miembros del famoso consejo de estado donde habia miembros del CACIF para "ayudar" al gobierno golpista donando sus aviones siendo modificados para bombardear a la "guerrilla". X tal razon el fallo fue anulado y si perdiendose una oportunidad para el pais de reconocer y perdonar. Lamentablemente si hay racismo en el pais donde se les ignora aunque no se les llame "indios", no se les da educacion y no se les da salud. El hecho es tomar consciencia y encontrar formas de convergencia para caminar como pais. Gracias x rl espacio!!!!

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

      Carlos Aleman /

      30/06/2017 7:46 PM

      No hay que darle protagonismo a figuras como Mendez Ruiz, la sentencia fue anulada y la unica esponsable fue la jueza, yo estuve en ese juicio y ella dio las suficientes herramientas para la decisión de la CC, cerrando con broche de oro su penosa actuación con recibir aplausos cual obra teatral, para un punto de comparación, pude analizar el trabajo del Juez Miguel Galvez con Yazmin Barrios, una diferencia abismal, ¿no le parece extraño que la jueza que llevo el juicio mas importante de lo que va en la historia judicial no figure en los casos de alto impacto de este 2015 en adelante?

      ¡Ay no!

      ¡Nítido!

    César A. /

    29/06/2017 4:17 PM

    Impresionante balbuceo de ideas sin sentido, seguro igual que a mí, simplemente leyéndola no es de mi agrado. ¿Racismo? ¡No! Necedad de vivir en el conflicto.

    ¡Ay no!

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    ¡Nítido!

    ernesto garay /

    29/06/2017 9:39 AM

    y el no aceptar que lo somos, que somos RACISTAS, es peor para dejar de serlo.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    ernesto garay /

    29/06/2017 9:38 AM

    excelente articulo, SOMOS RACISTAS EN ESTE PAÍS BANANERO
    aunque digamos que no lo somos unos mas otros menos, como lo dice la autora "lo hemos mamado gota a gota desde hace siglos"

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Carlos Aleman /

    28/06/2017 7:02 PM

    Me gusto mucho el articulo menos en la parte que dice "el juicio era una forma de pedir perdón desde el Estado por todo el siglo XX. Y la anulación de la sentencia era decirle a los mayas de nuevo: el Estado de Guatemala no les pertenece, no los incluye."

    Concuerdo que el juicio era ese bálsamo por justicia que muchas víctimas buscaban pero no concuerdo con la parte que la sentencia fue anulada por motivos raciales, el juicio fue terriblemente llevado a cabo por la Jueza Yasmin Barrios, la cual demostró su poca capacidad para tener este tipo de casos, la anulación de la sentencia fue correcta, pero sin dudad fue una oportunidad que se perdió y que es casi imposible que se vuelva a dar.

    ¡Ay no!

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    ¡Nítido!

      papazopapaz /

      29/06/2017 5:56 PM

      Cuando alguien se casa con una ideología y ve a los "otros" como la contra cualquier resolución opuesta a las creencias propias sirven para autoafirmarse que todo lo malo que suceda es culpa de los "otros" por las razones que se consideran contrarios.

      ¡Ay no!

      ¡Nítido!

    cartman /

    28/06/2017 5:21 PM

    ¿Y por que piensa que eso es lo que él piensa?

    ¿Por que ese amigo-no amigo no puede ser un simple machista?

    ¡Ay no!

    2

    ¡Nítido!

    Nestor /

    28/06/2017 1:24 PM

    Buen artículo para evidenciar el racismo que se respira y transpira día a día en este país. Pero creo que no responde al tema de fondo, clarificar la diferencia entre la escritora y su amigo no-amigo. Creer que se tiene un altercado por una diferencia racial, sin fundamento real, es una conclusión apresurada.
    De nuevo, es una buena apreciación de la situación del país y una recopilación de hechos que han construido lo que tenemos hoy, y sí, puede estar conectado de alguna manera, pero no responde completamente.

    ¡Ay no!

    1

    ¡Nítido!

    Mafer /

    28/06/2017 8:21 AM

    Excelente artículo!!

    ¡Ay no!

    1

    ¡Nítido!



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