Pierre Auguste Renoir (1841-1919)
Impresionista
Volvemos a ver el cuadro con desconfianza, luego pensamos que tal vez su obra no es algo para nosotros y seguimos nuestro camino.
Días después, vemos en las noticias un reportaje que anuncian como “Subastarán obra de arte impresionista, se espera que alcance un precio de miles de dólares…” y la imagen que acompaña la nota es una inconfundible hermana fea de aquella que vimos en el museo, del mismo autor.
-¿Qué está pasando?
Nuestra curiosidad nos lleva al internet para conocer más sobre este pintor y sus obras que pueblan galerías, museos y que aparentemente es amado por el mercado del arte. Resultado tras resultado, no encontramos más que manchas que asemejan rostros difusos y una gama de color exagerada, junto a trazos que sólo podemos calificar como pobres. También nos topamos con una campaña cibernética a través de un hashtag que dice #RenoirSucksAtPainting (algo así como: La pintura de Renoir apesta).
Este movimiento lo inició en 2015 el estudiante de bellas artes Max Geller a través de una cuenta en Instagram (www.instagram.com/renoir_sucks_at_painting/). Su objetivo es que sean descolgados todos los cuadros de Renoir de los museos y ha sido un movimiento efervescente que incluso ha salido a las calles protestando por el “terrorismo estético” que, según sus participantes, representa este autor en los lugares donde se exhibe.
No es la primera vez que sucede algo similar. A mediados del siglo XIX surgió el movimiento pictórico de artistas que se hicieron llamar “Prerrafaelitas”. Esta “hermandad”, como se llamaban, sostenía que el arte que valía la pena era el que se hacía antes de Rafael Sanzio (1483- 1520) y toda la academia posterior no hacía más que reciclar el manierismo y carecía de originalidad. Digamos que fundar este movimiento fue su forma de decir “Rafael apesta”.
Encontrar en la historia del arte este tipo de reacciones es interesante para medir el sentimiento general que provoca la producción artística del momento.
Pensemos ahora en otro momento de ruptura, iniciando el siglo XX, cuando Marcel Duchamp exhibe un urinal como una pieza de arte al que titula “La Fuente”. Esta pieza hizo mella en la forma de ver la producción artística, no por ser una obra maestra, sino porque retó la forma en que leemos una obra en su contexto, su intención y valores sociales. Animados por ese precedente, el movimiento del Pop Art se atreve a llevar íconos cotidianos al mundo del arte. Su mérito consiste en poner atención al detalle y la producción, incluso llega a cuestionarnos sobre el sitio que estas figuras ocupan en nuestra vida. Además, honran labores y actividades creativas que no se habían considerado dentro del campo de las artes como la ilustración, la moda y el diseño industrial.
-Pero yo conozco la obra de Renoir y me gusta lo que hizo. ¿Estoy mal?
Para nada. Me llamó la atención este movimiento pero enfocándolo desde la perspectiva del arte como una actividad democrática y la belleza como un elemento subjetivo donde todas las opiniones pueden ser válidas. Este movimiento nos reafirma que está bien gustar o no gustar de ciertos autores o piezas, está bien discutir sobre su validez y trascendencia y también nos enriquece en debate y crítica objetiva. Deja de tomar por sentado el arte por estar en un museo y dinamizarlo con nuestra propia experiencia y articulación teórica.
La verdad es que Renoir tiene obras que me sorprenden por su pobreza pictórica, pero realmente fue un artista que exploró el color y la luz como motivación y nos dejó grandes ejemplos como conclusiones a esta experimentación.
Reforzando mi punto anterior, creo que este es un buen momento para algunas confesiones: creo que Salvador Dalí, por ejemplo, es un excelente dibujante, pero muchas de sus obras me parecen inmaduras y repetitivas.
También les confieso que Dominique Ingres fue un magnífico detallista, pero las proporciones corporales de algunas de sus figuras me parecen poco graciosas, forzadas y exageradas.
Por último, no sé si sea prudente decir que prefiero a Miguel Ángel sobre Da Vinci y que creo que la fama del segundo reside en la diversidad de sus trabajos sin ver de forma objetiva la calidad de sus obras artísticas, pero no quiero ver al mundo arder. Eso será otro día.
Joe /
Creo que como aprendizaje "progresista" un buen tour por un lugar que se llama "Comalapa" a uno 45 minutos de un lugar que se llama Chimaltenango en Guatemala hay unos pintores que se llaman autodidactas que plasmaron su obra en lienzos muy importantes históricamente que posiblemente el artista quiera conocer
Unos pintores que sin saber que era la pintura son renombrados
Es un lugar desconocido que se llama Comalapa
Está en una carretera desconocidisima que lleva de Guate a Pana en algún lugar intermedio de la intelectualidad progresista puede dar fe de eso, porque tenemos Renoir's en Guate...y son muy buenos
Joe /
Niños muriendo de hambre en Guatemala y sin un escritorio o educación ni siquiera para un pedacito de pan mucho menos para un lápiz o un crayón y Nomada hablando de sus obras de arte exquisito y su colección de arte de left pink mientras niños mueren de hambre
Guau que progresistas!!! Como le hacen!!!
hector tojas /
¿Que tiene que ver una cosa con otra?
Joe /
Tiene que ver cómo lo que dice el artículo "Renoir Apesta, pero todas las opiniones son válidas"
Es una opinión de que apesta, y por lo tanto debe ser válida! O no?