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2. ¿Qué datos utilizamos?
Para este trabajo se utilizó una base de datos con 50,066 registros, cada una de estos registros representan un homicidio cometido en Guatemala entre el 1 de enero de 2008 y el 19 de marzo de 2017. Estos registros únicamente incluyen aquellos homicidios clasificados como “intencionales”, es decir aquellos que se cometen para causar la muerte, no los culposos en los que, por ejemplo, se incluyen accidentes de tránsito.
3. ¿Por qué usamos estos datos?
Esta información es recolectada por la Unidad de Análisis Estadístico de la Policía Nacional Civil (PNC) y los datos fueron entregados por el entonces Ministro de Gobernación, Francisco Rivas. Estos datos se empezaron a recolectar de una forma estandarizada a partir de 2008, es por eso que Nómada decidió utilizar solo los datos a partir de esa fecha y no comparar todos los previos, que podían causar confusiones metodológicas.
4. ¿Qué información tenían estos datos?
De cada uno de estos homicidios se tuvo acceso a la siguiente información: fecha, dirección, sexo, edad y causa de la muerte, que describía el tipo de objeto que se había usado para el asesinato.
5. ¿Por qué solo investigamos el área metropolitana?
El objetivo primordial de este trabajo era averiguar por qué la violencia homicida había reducido en el área metropolitana de la Ciudad de Guatemala, donde se cometen 4 de cada 10 asesinatos en el país.
6. ¿Cómo hicimos el análisis?
Para este análisis no utilizamos los 50,066 homicidios del país, redujimos el análisis a los 18,166 homicidios cometidos, en las mismas fechas, en los 13 municipios que integran el área metropolitana: San Juan Sacatépequez, Fraijanes, Guatemala, San Pedro Ayampuc, Santa Catarina Pinula, Villa Canales, Villa Nueva, Chinautla, Amatitlán, Mixco, San Miguel Petapa, San Pedro Sacatépequez y San José Pinula.
Luego estos se redujeron aún más, ya que para el análisis final se utilizaron los datos hasta el 31 de diciembre 2016.
Agrupados por municipio los 18,166 homicidios, calculamos la tasa de homicidios por cada 10,000 habitantes (porque la mayoría de municipios no superan los 100,000 habitantes), e identificamos los municipios que más redujeron los asesinatos entre 2008 y 2016. Queríamos contar qué había pasado en esos lugares.
Pero necesitábamos ir un poco más adentro, pues no se puede contar la historia completa de municipios que tienen entre 38,000 y 980,000 habitantes en un proyecto de seis meses.
7. ¿Cómo seleccionaron los lugares para investigar?
Decidimos buscar la unidad geográfica mínima que nos permitía la base de datos: zona, colonia, barrio, aldea, cantón. Aunque la base de datos incluía la dirección exacta donde se cometió el homicidio, y la PNC lleva el control en un mapa actualizado, no tuvimos acceso a éste. Crear un mapa que permitiera ver la ubicación exacta de cada homicidio requería un conocimiento máximo de cada zona del área metropolitana, que ni la Unidad de Análisis Estadístico dispone.
Por ejemplo, un homicidio cometido en julio del 2016 indicaba que se desconocía la dirección exacta, pero se hacía referencia a que fue en la zona 3 de Mixco, en el “sector La Culebrita”, y esto mismo ocurre en cientos de casos.
La unidad geográfica mínima también tenía problemas de estandarización. Por ejemplo, en el caso de la colonia La Brigada (que tiene una historia dentro de este proyecto), en muchos casos se indicaba como Colonia Brigada, Asentamiento Brigada o Sector La Brigada. Por eso se realizó un trabajo manual y minucioso para estandarizar los nombres de esta categoría.
8. ¿Por qué no utilizamos tasas para analizar los homicidios en zonas, colonias, barrios, aldeas y cantones?
Al analizar el aumento o reducción de los homicidios en la unidad geográfica mínima también hubo complicaciones porque no podíamos usar tasas según la población.
Las tasas permiten analizar los espacios geográficos donde se comete más un hecho. No es lo mismo decir que en un lugar con 20,000 habitantes matan a 700 en un año, que decir que en un lugar con 50,000 habitantes matan a 1,200 en un año.
En el primer lugar mueren 350 cada 10,000 habitantes, en el segundo mueren 240 cada 10,000 habitantes, aunque 1,200 son más asesinatos, los habitantes del primer lugar tienen más probabilidades de ser víctimas de un asesinato.
Además, la población año a año en un lugar también es variable, por lo que los homicidios de un año se deben comparar con la población que vive en ese lugar en el mismo período, pero hacer eso en Guatemala no es posible.
No es posible porque el Instituto Nacional de Estadística (INE) no realiza un censo en el país desde 2002 y las proyecciones de población que realiza son hacen a nivel nacional, departamental y municipal, por lo que no se puede saber cuánta gente vive después de 2002 en cualquier unidad geográfica menor a un municipio.
Por eso se tomó la decisión que las comparaciones de homicidios a nivel mínimo se harían sobre números absolutos, aunque sabemos que esto puede provocar errores de interpretación, pero era la única posibilidad de análisis existente.
9. ¿Cómo decidimos qué investigar en cada lugar?
Al obtener los resultados de los datos, elegimos aquellos lugares que tenían las reducciones más grandes y algunos que no habían mostrado variación o habían aumentado. Los datos por si solos no nos darían la historia.
Entonces se realizó una treintena de entrevistas con funcionarios, políticos, policías, fiscales y expertos en el tema de violencia homicida que permitieron identificar las posibles causas de reducción. Estas causas las clasificamos en 5 ejes de trabajo: presencia de población indígena, desigualdad, pandillas, políticas públicas sociales (gubernamentales y municipales) y apoyo de la embajada estadounidense en materia de seguridad, aunque sabíamos que había muchos más factores que podían influir, estos eran los que según los expertos tenían un impacto directo en la reducción de homicidios.
La violencia homicida es multicausal. Por lo tanto, nos explicaron los expertos, la reducción de violencia también es multicausal.
Por eso, aunque sabíamos que había muchos más factores que podían influir en la reducción de homicidios, nos basamos en las principales teorías sustentadas por los expertos para seleccionar aquellos temas que podían tener impacto directo en la reducción de homicidios.
Cada uno de los ejes de trabajo seleccionado fue puesto a prueba en un lugar distinto: la población indígena en San Pedro Sacatépequez, la desigualdad en la colonia Santa Rosita en zona 16 de la Ciudad de Guatemala, las pandillas en la colonia Paraíso 2 en la zona 18, el apoyo de Estados Unidos en políticas de seguridad en la Colonia La Brigada en Mixco y en la colonia El Mezquital en Villa Nueva y las políticas municipales en El Carmen en Santa Catarina Pinula.
Todo este proceso tuvo como resultado 7 historias que reflejan el trabajo de las autoridades, los cambios sociales, los factores ignorados y las historias personales de las personas que conviven con la violencia en los barrios más difíciles todos los días de sus vidas.
Flory Gaitán /
Excelente trabajo, ojalá fuera aprovechado para mejorar la seguridad en Guatemala.
Call me Ishmael /
Obviamente no hay más comentarios porque está un poco escondico llegar hasta aquí, sin embargo investigaciones como estas son indispensables para enternderno como sociedad y procurar un bienestar total en nuestro país. Excelente, felicitaciones a ambas periodistas, un gran trabajo investigativo de mediano plazo.