A continuación voy a contarles los pasos de mi relación con el condón desde los 19 años, cuando tuve mi diagnóstico de vih.
- Tratar de entender que hay que usarlo en todas las relaciones sexuales, desde antes de la penetración.
- Que no te moleste en lo más mínimo el uso del condón, para que no corte la onda.
- Pensar el condón como objeto de negociación, ¿qué estamos negociando? Estamos negociando poder. ¿Qué poder? Pder sobre nuestros cuerpos.
- Darse cuenta de que el NO uso del condón suele ser una forma de complacer al hombre.
- Entender que hay que usar condón durante toda la vida en todas las relaciones sexuales para las mujeres con vih. Al menos hasta que salga la cura. Mandato moral, mandato médico.
- Conocer los resultados de una investigación (Estudio Partner) que dice que con carga viral indetectable la persona con VIH no trasmite, siempre y cuando esté tomando medicación y esté haciendo sus chequeos médicos.
- Volver a pensar en el NO uso del condón.
- Desear no usar condón.
- Perder el miedo.
- No usar condon.
Este fue mi proceso. Me parece injusto que las personas que vivimos con vih tengamos que tener toda la responsabilidad de que no haya trasmisión. Nosotros no tenemos por qué contarle algo tan privado de nuestros cuerpos a alguien con quien tenemos sexo pero no intimidad. Cada persona es responsable por su cuerpo, cada persona debe proteger su cuerpo de los riesgos que todos y todas sabemos que tener sexo implica. Eso de que cuando amas profundamente deseas tener sexo sin condón o que es una prueba de amor, es un mandato social, mandato patriarcal, es mentira que el uso del condón es una prueba de amor o deseo.
No tenía problemas con usar preservativo. Sin embargo mi contagiador me convenció de no usarlo. Dos veces. Sí, dos veces.
Terminamos de tener sexo y lo sentí en mi cuerpo. Pregunté qué pasa si me contagiaste de sida (así hablaba entonces, con términos no actualizados y del 2002). Él pregunto ¿te venís a vivir conmigo? Sí. Nadie me va a querer con esto. Amor: complacer al hombre.
Luego del diagnóstico, en los primeros tiempos, que alguien decidiera tener sexo conmigo se convirtió en una prueba de amor, amor a la persona, prueba de no tener miedo a este cuerpo infectado.
Qué nos van a hablar de amor a las mujeres viviendo con vih si tuvimos que hacer una reconstrucción de nuestros cuerpos. Cuerpos infectados, cuerpos vistos como enfermos y no sexuados. San Valentín es un dia que nos recuerda esos límites, que es amor que nos ofrecen en mayúscula y por todas partes solo le funciona a unos cuantos.
Las mujeres que vivimos con vih no no queremos ser valientes por asumir nuestro diagnóstico. Queremos ser libres, no valientes.
#LibresNoValientes ?
#SinValentín #NosotrasParamos
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