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Carta abierta a mi hija, como madre con vih

Espero que cuando seas grande y leas esta carta, el vih sea un virus del pasado, y las personas con vih no tengamos que sufrir más discriminación.

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Foto: Caio Mota

Eva Malika,

Cuando te soñaba, imaginaba que durante todo nuestro embarazo iba a tener pánico de que contrajeras vih, sin embargo, ese miedo no apareció en los 9 meses que estuvimos siendo una. Luego de tres años de buscarte, de esperarte, llegó ese momento.

Quería parto vaginal, como parte, también, de esta lucha de las mujeres con vih. No en todos los países tenemos una única opción la de parir por cesárea, pero en  Argentina las mujeres con vih no podemos elegir. Así que naciste por cesárea.

Debo confesar que sí pensé en algún instante de la cesárea, pensé en la sangre sobre tu cara, más cuando te acercaron para que te viera. No pude darte ni un beso. Pasaron muchas horas hasta que por fin te pudo tener en mis brazos. ¿Qué es eso si no es violencia?, que no pueda ni tenerte en brazos unos minutos. Tus primeros minutos de vida.

Decidí hablarle al mundo sobre el tener vih y hacer de eso una lucha para tener un mundo un cachito más justo para nosotras, las personas que tenemos vih. Deseo con el corazón que para cuando puedas leer esto, cuando tengas noción de realidad y conciencia, la cura ya sea un hecho. Deseo que no tengas riesgo  de contraer vih a la hora de comenzar con tus relaciones sexuales y de que tampoco sea una preocupación el vih dentro de tu madre, mi salud, o vivir con temor a ser discriminada porque yo tengo vih.

En ese instante  en que ya estabas en el mundo sentí lo que significaba el temor a que discriminen a tu hija porque una tiene vih. ¿Cómo hacer para que eso no pase, para que no te sientas mal con algo que no es malo? Un mundo nos queda ahora por delante.

Cuando las enfermeras entraban a la sala todo el tiempo preguntaban cómo iba la lactancia. Ellas van cambiando de turnos de trabajo, son rotativos, entonces durante esos días, había diferentes personas trabajando. La lactancia no iba, porque no logramos acuerdo para poder amamantar. Tengo certeza absoluta de que no hay riesgo de transmisión de vih cuando la carga viral es indetectable, como es mi caso, y ya hay casos de lactancia en varias partes del mundo. El infectólogo dijo que no era problemático no dar de amamantar, pero no voy a negar que si causa sensaciones y muchas. Ves otras mujeres amamantando y sabiendo que con algo que le provees de tu cuerpo podes calmar el llanto de hambre…  Más aún cuando lloras y buscas la teta, Cuando pegas tu cara al pecho. Ese instinto que sin haber tomado la teta nunca, un mes y medio después aún te hace buscarla. Por el virus es que nos prohíben amamantar. No es lo mismo que no amamantar y listo. Impotencia, sensación de injusticia, de que los avances científicos aún nos quedan cortos.

Pensando en tu abuela, intuyo que ella nunca dejo de pensar que en realidad yo no iba a poder tener hijos. En los primeros años del diagnóstico cuando ella me traía la medicación, siempre venía asombrada cuando veía mujeres con vih embarazadas. Creo que esos días de internación posterior al parto habrá tenido miedos por el vih y que aún no entiende cómo es eso que a ti te tienen que hacer análisis de vih también. Tu abuela preguntó varias veces si estabas bien, si estabas sana. Claro que naciste sana. Pero así tuvieras vih también estarías sana. Ese es el estigma que yo he dedicado mi vida a cambiar.

La doctora  no podrá decirnos si vos  tenés el vih o no, simplemente mirando tu aspecto. Necesitará analizar tu sangre inmediatamente después del nacimiento y dos veces más, por lo general al mes y a los dos meses de vida. Este análisis se llama Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR, por su sigla en inglés). En este examen, lo que se busca es el vih en la sangre del bebé. Los resultados se obtienen después de aproximadamente un mes. “En el caso de adultos y niños más grandes, el método habitual es una prueba de detección de anticuerpos contra el VIH. Los anticuerpos son lo que el sistema inmunitario produce para combatir las infecciones. Cuando un niño tiene una infección o recibe una vacuna, su cuerpo fabrica anticuerpos para luchar contra esa infección. Si una persona tiene anticuerpos contra el VIH en su sangre, por lo general significa que tiene el VIH. Por lo tanto, la prueba de detección de anticuerpos busca anticuerpos contra el VIH en la sangre.” Si las pruebas de PCR no detectan el virus, no estás infectado por el vih. Tus dos primeros análisis de vih ya dieron negativo, faltan dos más y terminamos.

Se siente extraño ser mamá. Aun estoy en proceso de fase 0: entendiendo mi cuerpo y mis nuevas sensaciones, soñando con dormir más de 5 horas seguidas en silencio, y gozándome por las mañana de poder verte en la cama junto con tu padre. Estamos felices de vivir contigo y de poder crecer todos juntos.

Te hago esta carta para que la puedas leer en unos cuantos años, para que puedas entender estos sentimientos vividos y tener esta parte de la historia. Como te dije antes, ojalá que para cuando la leas el vih sea un virus que quedó en el tiempo, en los relatos y experiencias pasadas de las personas.

Nos harías muy felices, a tu padre y a mi, si te nos sumas a la lucha para que tengamos un mundo mejor.

Con amor,

Tu mamá

 

Mariana Iácono
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Feminista, trabajadora social, trabajadora de la educación, estudiante de maestría en comunicación y DDHH UNLP. Tengo VIH hace 15 años. Soy co-fundadora de la red Argentina de jóvenes y adolescentes positivos (VIH). También de la Red de jóvenes con VIH de América latina y Caribe hispano. Soy miembra de la comunidad latina de mujeres con VIH. El VIH me dió feminismo, sufrimiento, empoderamiento y placer. ¡Exigimos la cura ya!


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COMENTARIOS

RESPUESTAS

    Juan /

    08/06/2019 8:17 AM

    “¡Exigimos la cura ya!“¿Que es eso? Ni que fuera obligatorio. Talvez un ojalá se apuren con la cura.

    ¡Ay no!

    2

    ¡Nítido!



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