Las mujeres con vih y el tabú de la maternidad

Hace unas semanas di la siguiente posición ante la comunidad argentina de mujeres viviendo con vih, ICW:

“Paro por los millones de mujeres con VIH en el mundo, porque se cumplan todos nuestros derechos, derecho al placer, a tener orgasmos, a parir y decidir cómo, derecho a tener toda la información para decidir  si queremos o no amamantar en el caso de estar indetectables. Yo Paro porque las compañeras con VIH en #Venezuela tengan medicación disponible”.

Algunas mujeres con vih de Buenos Aires comenzaron a comentar en dos publicaciones diferentes de una forma agresiva y también absurda, pues lo único que pido es que las mujeres con vih me acompañen, no que adhieran con todos mis posicionamientos o los de la organización.

Quiero aprovechar las críticas para enfrentar uno de los tabúes más grandes para las mujeres que viven con vih:

Qué “cómo puede ser que sienta placer en infectar a mi bebé”. No tengo bebé, ni estoy embarazada. Si quedo embarazada no quiero infectar al bebé.

Qué “cómo puedo andar hablando de placer y placer, que no es todo placer en la vida”.

Y a esto se sumaron ataques ad hominem, quizás provocado por el mismo miedo que produce pensar en una mujer con vih que quiere tomar control de su maternidad.

Qué “deje de viajar y que pise el conurbano”. El conurbano es la provincia de Buenos Aires. Yo vivo en la provincia de Buenos Aires y trabajó como trabajadora social en la provincia de Buenos Aires. Lo saben e igual me mandan a pisar el conurbano.

Me dijeron que el problema de las opiniones que doy tienen que ver con que me creo una “celebridad del VIH”.

Y así. Pero el debate sobre la diferencia de posiciones no llegaba.  

El discurso machista y de la derecha a veces está tan impregnado en las prácticas políticas que no alcanza con marchar el 8 de marzo con un cartel que diga “Ni una menos” o “Vivas y libres nos queremos”. ¿De verdad compañeras que queremos a todas las mujeres libres?

No claro que no muchas los demuestran todo el tiempo. Así esn como nuestras compañeras trabajadoras sexuales son acosadas y violentadas por algunas mujeres abolicionistas. Así, la policía de los cuerpo llegó a la agenda de VIH. Sí, y llegó de la mano de las mujeres.

Lo importante es esto: Las mujeres con vih tenemos el derecho a tener toda la información sobre lactancia materna. Sí, repito: las mujeres con vih tenemos todo el derecho a tener toda la información sobre la lactancia materna para poder decidir si queremos amamantar. Y podemos amamantar siempre y cuando estemos con la carga viral indetectable.

Entonces me dijeron que dar esta información, que es cierta, podía ser contraproducente para las mujeres más vulnerables. Según ellas, mujeres pobres que no llegan a estar indetectables van a usar la información que doy van a infectar a sus bebés. Bastante condescendiente. ¿En qué momento las mujeres que comentan en mi Facebook se tornaron las abanderadas de las mujeres pobres? ¿De verdad creen que las defienden estigmatizándolas o decidiendo por ellas qué quieren o pueden hacer? Y también ¿Por qué se creen capaces de decirme a muy cara suelta que yo soy una inconsciente al hablar de sexo sin condon en una nota pública? Compañeras hay una campaña mundial para informar que cuando la carga viral es indetectable es intransmisible. Que yo esté poniendo ese tema, ese derecho a decidir sobre nuestros cuerpo en la agenda pública no significa que estoy promocionando el abandono del uso del condón, forro, preservativo. Claro que no. Esto se trata del derecho que tienen todas las personas a la información y a decidir sobre sus cuerpos.

Yo quiero todos los derechos para todas las mujeres con vih, con todo el acceso a toda la información. Yo quiero y deseo con todo mi cuerpo el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos. Nadie va a decirme a mí que no puedo desearlo. No quiero, compañeras que sean ustedes también policías de los cuerpos. Por decir que deseo eso para todas las mujeres con vih del mundo no estoy diciendo yo las represento. Porque tengo la suerte de representarme a mí misma y listo. No creerme la voz de un grupo de mujeres, haciendo un daño mas grande al estigmatizarlas. Debatamos diferentes posiciones con toda la información actualizada. No me digan que en Argentina esta prohibida la lactancia materna. Ya lo sé. Esto en nuestro caso, de mujeres con VIH podría ser un eje más para acompañar más la adherencia al tratamiento retroviral y exigir un mayor compromiso a los Estados. También se muy bien que la supresión viral en América Latina sigue siendo baja (50%). Esto es, que las personas con VIH en América Latina, solo el 50 % llega a tener su carga viral indetectable por tomar en tiempo y forma su medicación y tener las condiciones para tomarla. ¿Entonces qué haremos? ¿Nada? ¿Si El estado dice que es así no vamos a hacer incidencia política para cambiarlo?

Es retardatario que no quieran que hable de el sexo sin condón. ¿Cómo carajos quieren trabajar con las personas? ¿Cómo si no hablamos de lo que realmente pasa a diario? Mientras tanto muchas, pero muchas otras mujeres con vih sí están queriendo hablar de esto. ¿Realmente piensan que sus deseos deben tomarse en cuenta? Error, ¡los deseos mueven el mundo!

Y lo que cada mujer decida hacer con su cuerpo debería ser respetado y acompañado para que sea de la forma más saludable, feliz y placentera.

Vivas y libres nos queremos. Debatiendo. Construyendo.