Hace muchos, muchos años, yo marché por la despenalización del aborto en el D.F. Recuerdo descubrirme entre consignas, entre propaganda finamente elaborada, con argumentos potentes sintetizados en frases perfectas. Recuerdo las viñetas maravillosas de Cintia Bolio, el tímido violeta de los carteles, los rostros de algunos, asustados por las consignas que se gritaban ahí. En esa marcha, el hemiciclo Juárez se convirtió de pronto en el lugar del mundo donde yo reconocía en otras miradas todo lo que me habitaba adentro.
Meses después y poco antes de terminar la prepa, a pesar de mi conflictiva y entrañable adolescencia, supe que estaba embarazada. El novio con el que llevaba casi 4 años había sentido la necesidad de quitarse los condones sin decirme o de hacerles agujeros porque cuando yo ingresara a la universidad quizás lo dejaría por otro. Él ya salía con otra chica, sin decirme, pero consideró que yo no debía hacer lo mismo y un día, su truco surgió efecto.
Cuando le dije que estaba embarazada, él respondió "ya sé" y me dijo lo de los condones. Yo nunca le reclamé, ni siquiera cuando, después de enterarme de que tenía dos novias, lo dejé y él dijo "salí con ella porque tú abortaste" (no era verdad, salía con ella desde antes, pero supongo que se sintió bien para él creerlo así).
Sí, yo aborté. Aborté con mucho dolor, con culpa y con tristeza, porque en ese momento había aprendido que abortar implicaba indefectiblemente ser culpable de algo. Además, aún cuando hice uso del derecho que había reclamado antes, en el hospital donde me atendieron conocí la violencia obstétrica. Los recuerdos de toda la gente que me atendió esa tarde, desde la policía en la entrada, hasta las enfermeras y los doctores, son de burlas, comentarios hirientes y maltrato. Situaciones que hoy fácilmente puedo identificar, pero que en ese momento solo me obligaban a responder, a defenderme: "no me digas eso", "doctor ¿ya me va a hacer caso? Es que siento que me ignoran " mientras le arañaba la bata.
Hace unos meses, después de muchos, muchos años. Descubrí que la tristeza por esos días en que tuve que decidir de forma obligada si quería o no ser madre seguía aquí. Tuve que hacer un duelo y tuve que perdonarme.
En días como hoy, en que de pronto viene a mí la duda de cómo sería mi vida si hubiera decidido otra cosa. En estos días en medio de libros de otras mujeres y acompañada de la gente que me amó de verdad en ese momento, de gente que me ama todavía, de mí misma amándome como he entendido que debo hacerlo, recuerdo a esa muchachita asustada, muerta de frío, con la presión 70-30 y le doy las gracias. Sé que si hubiera tomado otra decisión también le daría la gracias. Sé que lo único que quiero es que mis decisiones y las de todas nosotras se respeten porque somos valientes y conscientes de todo lo que implican.
No sé quién seas y no necesito saberlo. Si estás embarazada y tu decisión es abortar o no hacerlo y quieres hablar o puedo acompañarte, estoy aquí para ti.
Nohemi /
Tengo 4 hijos el mas chico de 4 años y tengo 2. Meses de embarazo no se que hacer mi metodo fallo
Anonimo /
Necesito orientacion no se la esrabilidad economica quwe tendra mi. Marido por lo del covid tengo un bebe de 10 meses u estoy embarazada no s ek hacer si le faltara atencion por mi parte estoy todo el dia sola necesito consejo
Patricia /
Necesito ayuda urgente
Cathy /
Necesito un ayuda.!!!
Dani /
Tengo una bebe de 8 meses y un 1 mes de embarazo no se que hacer
Flor /
Ayudame me urge hablar
Natalia /
No sé si abortar o tenerlo necesito ayuda, tengo miedo de la decisión que pueda tomar, cómo puedo recibir orientación
Estefanía /
Como me comunico contigo? Necesito ayuda en relación a esta decisión. Es por mi pareja.
Romina /
Ve la película de Inesperado, quizá te ayude a tomar una decisión. Suerte
Flor /
Ayudame me urge hablar
Marianela /
Necesito ayuda . Nosé que hacer ni, tengo mucho miedo . Alguien que pueda orientarme por favor.
Maria /
Necesito ayuda.. quiero abortar y no se como hacerlo