1. ¿Tomaron cerveza el día de la tragedia?
El segundo día del juicio exploró el lado científico del caso. Los médicos forenses que examinaron los cuerpos y la sangre de los tres jóvenes explicaron sus hallazgos y su interpretación. Aunque algunas de las revelaciones no arrojaron conclusiones, los detalles servirán para determinar qué fue lo que realmente sucedió.
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En la primera audiencia de este proceso, abogados de la Universidad del Valle de Guatemala (UVG) insistieron en una pregunta: ¿los jóvenes consumían bebidas alcohólicas?
Cuando los cuerpos sin vida de Juan Carlos, Ángel y Nahomy fueron hallados en diferentes puntos del Lago de Izabal y las instalaciones de la mina en El Estor, Izabal, los médicos que realizaron las necropsias tomaron muestras de sangre para analizar si había presencia de alcohol y muestras del humor vítreo, una cavidad del ojo que almacena un líquido que además de ser más preciso para estos análisis por la ausencia de bacterias en el área, puede demostrar si una persona consumió drogas, incluida marihuana.
A través de videoconferencia declaró Jennifer Patricia Contreras Rivera, del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), quien realizó los exámenes toxicológicos de Ángel de León y Juan Carlos Velásquez. La experta dijo que detectó en Ángel 0.4 gramos de etanol (alcohol etílico) por litro de sangre. Según explicó, un ser humano en condiciones normales produce 1 gramo de etanol por litro de sangre, pero en los cadáveres en descomposición esa cifra aumenta.
—Hay dos formas de detectar etanol en el cuerpo: exógena, que quiere decir que la sustancia fue ingerida; y endógena, cuando el cuerpo lo produce. El cuerpo posee azúcares y por cuestiones de metabolismo produce etanol, pero en grados bajos. Cuando existe descomposición en los cadáveres también se produce—, declaró Contreras Rivera.
Basada en los análisis de la sangre, la perito dijo que no se puede establecer si ese 0.4 gramos equivale a ingerir alcohol porque no vio el grado de descomposición de los cuerpos de Ángel y Juan Carlos, quienes fueron encontrados flotando en el lago casi veinte horas después de que desaparecieran. Sus restos fueron trasladados en avión a la ciudad de Guatemala y se les realizó la necropsia 36 horas después de su muerte. La literatura forense indica que el proceso de putrefacción inicia a las 24 horas del fallecimiento.
Las pruebas de alcoholemia se miden por miligramos de etanol por mililitro de sangre. En Estados Unidos, el límite legal para manejar tras haber ingerido bebidas alcohólicas, es de 0.08%. Kevin Moldahuer, abogado de los padres de las víctimas le pidió a la perito que hiciera la conversión sobre el etanol detectado en los muchachos. Su respuesta fue 0.04%.
¿Con ese nivel de etanol en la sangre una persona se encuentra incapacitada para poder nadar? Preguntó Moldahuer. La respuesta de la médico fue que podría producir una ligera falta de coordinación muscular, pero depende de cada persona.
Aunque la prueba científica no determina si el alcohol detectado en Juan Carlos y Ángel equivale a si tomaron cerveza antes de subirse a la lancha; ese tema fue parte del interrogatorio a tres de los amigos de los estudiantes que estaban en la mina el día de los hechos.
Samantha López López declaró en el segundo día del juicio. Era compañera de estudios de los jóvenes y estuvo en las instalaciones de la mina. Actualmente trabaja en la UVG. Recordó que la tarde el 31 de marzo de 2012 un grupo de estudiantes salió de las instalaciones de la CGN para comer en el pueblo de El Estor. Iba con ellos su profesor Arnoldo Font-Nájera, trabajador de la universidad. Contó que se dividieron en dos grupos. Unos fueron a ver el atardecer al muelle, otros a cenar. También dijo que algunos de sus compañeros tomaron cerveza, pero no recordó quiénes.
Ángel de León y Nahomy Lara no salieron de las instalaciones de la mina.
Día 1 del juicio: Juicio por muerte de los tres estudiantes de la UVG inició con dudas y tensión
El segundo estudiante en declarar fue Andrés Muñoz. Dijo que entre 7 y 8 amigos se sentaron a las orillas del lago de Izabal a beber una cerveza cada uno, incluyendo Juan Carlos. Esa declaración inquietó a todos en el tribunal.
La abogada de Lemuel Valle preguntó si era de vidrio o lata, si el testigo destapó su propia botella y si era de la marca Gallo. El abogado de la Compañía Guatemalteca de Níquel interrogó a Muñoz sobre cuántas cervezas compraron el total. El testigo declaró que compraron una para cada uno y que Juan Carlos y otro de sus compañeros se fueron 45 minutos después porque tenían que regresar a la mina a reunirse con Lemuel Valle para realizar el monitoreo de comportamiento de cocodrilos para su clase de biología.
Walter Recinos, otro de los ex compañeros de la universidad que estaba en la mina, también declaró que ese día tomaron una cerveza y que él específicamente bebió dos latas. Esa afirmación fue aprovechada por Mynor Alvarado, abogado de la mina para cuestionar si por haber tomado “sabía cuál era la diferencia entre el bien y el mal”.
En el interrogatorio a los estudiantes, el abogado de la UVG, Luis Pedro Valdeavellano, puso a la vista de los jóvenes el reglamento de la universidad para ese tipo de actividades, específicamente la parte que decía que estaba prohibida la ingesta de drogas y alcohol. Los testigos dijeron que conocían el contenido, pero no hay claridad sobre si ese manual fue elaborado antes o después de la tragedia. Para averiguarlo los abogados de la familia solicitarán a la UVG una copia del acta y fecha de la sesión donde se aprobó dicho documento.
La testigo Samantha López también dijo que después de la tragedia recibieron instrucciones de la universidad de no comentar nada de lo que había ocurrido.
Desde que inició el proceso la Universidad presentó siete amparos para evitar ser parte de este juicio. Su postura en el caso, al igual que la CGN, es negar su responsabilidad en la actividad que terminó con la vida de los jóvenes. El Ministerio Público y los abogados de la familia objetaron el interrogatorio que le realizaron a los testigos porque intuían que trataban de hacer que ellos mismos se incriminaran para reconocer haber cometido una falta al tomarse una cerveza. Resaltó en la discusión que el catedrático Arnoldo Font-Nájera era la autoridad de la UVG en esa actividad y que estuvo con ellos durante ese tiempo. El profesor será citado para declarar en el juicio.
Si los jóvenes habían tomado o no es una de las principales contradicciones en las declaraciones de Lemuel Valle, el biologo que iba con ellos en la lancha. En el juicio se presentó la declaración de Raúl Álvarez, psiquiatra que lo evaluó después de la tragedia. Según su testimonio, Valle le dijo que notó que Juan Carlos y Ángel habían tomado, aunque en el juicio, bajo juramento, dijo que no percibió que los estudiantes hubieran ingerido alcohol.
En la sangre de Nahomy no se detectó presencia de etanol. Es de resaltar que su cuerpo fue localizado antes que el de Juan Carlos y Ángel, a la medianoche del 31 de marzo del 2012, aproximadamente tres horas después de que se reportara su desaparición. De inmediato fue trasladada a un hospital y nunca se le realizó una prueba para determinar si fue víctima de violencia sexual. En ninguno de los tres jóvenes se localizaron indicios de drogas.
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2. Unos golpes que no tienen explicación
Lemuel Valle, el biólogo que dirigía el monitoreo de cocodrilos de Ángel, Juan Carlos y Nahomy, es acusado de homicidio culposo —causar la muerte de una persona por imprudencia, negligencia o impericia—. El Ministerio Público lo acusa de no percatarse de que la embarcación que utilizaron estaba en buenas condiciones para no poner en peligro la vida de los estudiantes. Desde que la tragedia ocurrió, el biólogo ha dicho que todo se trató un accidente, que Nahomy se levantó de forma abrupta de la lancha, que la desestabilizó y que todos cayeron al agua.
Entre los principales indicios para dudar de esa versión están los chinchones similares encontrados en la frente de Ángel y Juan Carlos, y tres golpes en las piernas de Nahomy.
Julio Iriarte Rodríguez, médico forense que realizó la necropsia de los jóvenes confirmó que encontró golpes en la parte frontal de la cabeza de los muchachos de cuatro centímetros de ancho por ocho centímetros de alto y explicó las características de esos hematomas.
—Es una lesión de efecto contuso. Se necesita una carga cinética considerable para producir una lesión con estas características e incluso afectar la función cerebral causándole falta de consciencia (…) la lesión posee características de brutalidad, es decir que necesariamente tuvo que producirse antes de la muerte—, dijo el médico forense.
El perito dijo que los hematomas son acumulación de sangre en espacios donde no tienen que estar, en el caso de los jóvenes entre el cuero cabelludo y el hueso frontal del cráneo; estos tenían características de ser ocasionados por un objeto romo sin punta ni filo.
¿La fuerza del golpe necesario para dejar una marca en su frente, los dejó inconscientes? Preguntó el Ministerio Público. Marvin Alvarado, abogado de la mina se opuso a la pregunta y dijo que era impertinente y que el fiscal trataba que el médico forense emitiera una opinión personal o propia. El juez Felícito Mazariegos aceptó la objeción y pidió a la Fiscalía que reformulara su cuestionamiento. El fiscal preguntó otra cosa.
Hilda Jeaneth Lima Gramajo fue la forense que realizó la necropsia en el cuerpo de Nahomy Lara. Detalló que encontró en sus piernas tres lesiones llamadas equimosis, conocidas popularmente como moretones. Dijo que no pudo corroborar qué las produjo y si hubo señales de violencia o agresión, tampoco si fueron ocasionadas de forma activa o pasiva, es decir, de un objeto contra el cuerpo, o del cuerpo contra un objeto. En la necropsia no se realizó un examen para verificar si fue víctima de violación. El cuerpo de Nahomy fue localizado antes que sus compañeros Ángel y Juan Carlos y en diferente punto.
Hasta la fecha la investigación del Ministerio Público no ha logrado darle una explicación a esos golpes. Por esas heridas, Carlos de León, padre de Ángel, incluso duda si los estudiantes realmente abordaron la lancha con Lemuel Valle. Se espera que las pruebas discutidas en el juicio arrojen datos o indicios que develen qué o quién los provocó.
Los peritos coincidieron en afirmar que, según sus hallazgos y conclusiones, las causas de la muerte de los tres estudiantes fueron asfixia por sumersión.
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3. ¿Cómo dio vuelta la lancha?
Cristian de León, teniente de la Base Naval del Atlántico, declaró que la lancha en la que se desarrolló el monitoreo de cocodrilos no era estable para ser utilizada por cuatro personas sino por dos y que no era factible considerar que la embarcación daría vuelta si uno de los tripulantes, en este caso Nahomy Lara, se levantara de forma abrupta, pues, el resto a bordo le haría contrapeso a su movimiento.
Según León, la lancha no estaba registrada en la Marina del ejército, un procedimiento que aunque no está en ley, implica que sea inspeccionada para certificar si una embarcación tiene las características para resguardar la vida de sus tripulantes.
Durante su declaración el Ministerio Público puso a la vista de todos los chalecos salvavidas que los jóvenes portaban esa noche. Los revisó y dijo que estaban en buenas condiciones. Dijo que no se requería mayor entrenamiento para que una persona se los colocara y que tenían un broche para asegurar que no se desprendieran solos, es decir, sin la intervención humana no es probable que los chalecos se destrabaran del cuerpo de quien lo porta.
Mientras el teniente revisaba los chalecos, el juez suspendió la audiencia por unos minutos ya que la madre de Juan Carlos no pudo contener el llanto. Ese instrumento fue diseñado para salvar la vida de su hijo y los cuerpos de los jóvenes fueron localizados sin ellos. Lemuel Valle declaró haber visto cuando se los ponían y dijo no saber por qué no los traían puestos cuando sus cuerpos fueron localizados.
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4. El abrazo de tres amigos después de declarar
Samantha López, Walter Recinos y Andrés Muñoz fueron los primeros ex estudiantes de la UVG que estuvieron en la tragedia que declaran en el juicio. Se espera el testimonio de otros de sus compañeros.
En su declaración los tres testigos revivieron la angustia de recibir la noticia de que sus amigos estaban desaparecidos y coincidieron en relatar la frustración que sintieron al no recibir ayuda de Lemuel Valle, ni del personal de la minera ni de las autoridades de la universidad para buscar a Juan Carlos, Nahomy y Ángel.
—Le pregunté (a Lemuel Valle) que por qué no los había ayudado, le pregunté si gritó sus nombres. Él respondió que no escuchó nada ni dijo nada, que solo salió del lago y corrió. Allí paré la conversación con él. Estaba molesto porque no tenía sentido hablarle y pedí hablar con el jefe de la mina. Él no hablaba español (era ruso) pero había un traductor y le pedí que dijera que necesitábamos aumentar el esfuerzo de búsqueda, le dije que estábamos todos mis amigos de la universidad, que estábamos allí para encontrar a nuestros amigos. Noté que esta persona no le estaba traduciendo al ruso, él se dirigía a nosotros y nos decía que ya había gente buscando, que no era necesaria más ayuda (…) A la medianoche nos llegó la noticia de que Nahomy había fallecido, algunos todavía teníamos esperanza de que Ángel y Juan Carlos estuvieran vivos. El dormitorio de Lemuel estaba al lado de todos nosotros y él se encerró en su cuarto. Eso es lo que les puedo compartir—, declaró Andrés Muñóz.
Los tres se abrazaron cuando terminaron de interrogarlos.
La tercera audiencia de este juicio se realizará el próximo 5 de marzo. En las próximas diligencias de este debate se espera la declaración de Roberto Moreno Godoy, rector de la UVG y de Dimitri Kurdryakov, presidente de la Compañía Guatemalteca de Níquel entre el 2014 y 2015. También de Eddy Mendoza, uno de los gerentes de la mina y Arnoldo Font-Nájera, mencionados por los estudiantes que declararon, como las personas que les presentaron como las encargadas de la actividad del 31 de marzo de 2012 que terminó en tragedia.
StradaDiemeck /
Me toco el corazón esta noticia, yo definitivamente también hubiera buscado sin para hasta encontrar a mis amigos....
Juan Carlos /
"Entre los principales indicios para dudar de esa versión están los chinchones similares encontrados..." El tema es muy importante, pero siempre hay qué revisar la redacción. j
Anna /
Me parece muy conveniente que la estudiante apoya trabaje para la UVG... Esa testigo no puede tener objetividad en su declaración. ?
Alaide González /
Desde el principio, he tenido la teoría de que a Nahomy la violaron y sus compañeros trataron de protegerla, razón por la que los asesinaron. Y la UVG esconde la verdad porque no quiere perder algún financiamiento o ayuda que recibe de la empresa minera, además de perder prestigio por irresponsabilidad.
El que los estudiantes hayan tomado una o dos cervezas no los hace responsables de su asesinato. Tampoco esa situación iba a impedir que perdieran las habilidades para nadar, si es que fue un accidente.
De una u otra forma la UVG es responsable porque debió vigilar que los estudiantes realizaran las actividades de campo en condiciones seguras. Para todas las actividades de campo deberían tener un protocolo de seguridad como mínimo y utilizar los vehículos apropiados.
pedro avendaño /
La version de Alaide me parece muy acertada. Los moretones en las piernas de Nahomy son muestra de golpes recibidos en ellas, un recurso que los violadores utilizan para que una mujer abra sus piernas y ponerla en posicion facil para ser violada. Los golpes en la frente de los muchachos tambien demuestra la agresion por parte de los violadores para neutralizarlos. El biologo calla, porque los violadores de plano lo conocen y podrian haber tomado represalias contra el.
José E. Benítez /
Siempre he pensado que el único que sabe la verdad es Lemuel, y por una razón desconocida no la quiere decir. El comportamiento errático que tuvo momentos después de la tragedia, es prueba de la incoherencia que hubo en su proceder, no sabía que decir o cómo proceder. Sospecho que los muchachos fueron agredidos porque fueron testigos de algo, y eso es lo que probablemente oculta el biólogo.
chayo /
tienes razón, cuando me enteré de la tragedia vía WEB comenté que la verdad se oculta, que los 3 jóvenes descubrieron algo que es un peligro de nivel internacional, por ello los asesinaron, los golpes recibidos son el testimonio que no se puede ocultar, no fueron de visita turistica a un night club, tampoco a un balneario sino a una minera de propiedad internacional...en el país hay varios conflictos en comunidades por la presencia de estas mineras, donde las comunidades son reprimidas... los jóvenes fueron reprimidos...
Moisés Avila /
Lo que pasó es una tragedia, lamentable que se perdieran vidas y más aún que no se pueda saber la verdad. La Universidad y la minera han tratado de evadir su responsabilidad y es una canallada, ya quisiera que fueran familiares suyos para que entendieran el dolor y asco por las propuestas ridículas que hacen para dejar en el pasado la situación.
El último problema, es que se creó un precedente y pocas empresas aceptarán estudiantes para que se desarrollen y aprendan, más las universidades enseñarán solo en aulas...
Lucas /
Lemuel cobarde. Porque no dice a quien encubre y asi al menos hará lo correcto. Permitir que se haga justicia.
Doctor Gonzo /
Creo que Nómada es uno de los mejores medios periodísticos, si no el mejor en Guatemala en este formato. Muy buen trabajo, se les felicita jóvenes trabajadores y colaboradores de Nómada.
Evelyn /
Jody, gracias por llegar hasta nosotros con un mensaje claro.
Alicia /
Hola Jody, me gusta leer todas tus notas, aunque claro, no siempre son de buenas noticias. Gracias por seguir el caso.