Las restricciones del gobierno de Guatemala para contener los contagios por coronavirus no detuvieron la deportación de migrantes, debido a las presiones del gobierno de Estados Unidos para aceptar vuelos en medio de una crisis mundial.
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Del 1 al 27 de marzo llegaron a Guatemala vuelos con 2,772 personas. Solo el viernes 27 de marzo ingresaron dos vuelos con 165 personas.Desde que Alejandro Giammattei ordenó el cierre de aeropuertos y fronteras, el pasado viernes 13 de marzo, 642 guatemaltecos han sido deportados. En lo que va del año, via aérea han sido deportadas 9 mil 941 adultos y 1 mil 11 niños, según datos del Instituto Guatemalteco de Migración.
El pasado lunes 23 de marzo, dos de ellos fueron trasladados al Hospital de Villa Nueva porque presentaban fiebre alta, uno de los síntomas asociados al coronavirus. Luego de los chequeos, sus exámenes dieron negativo a las pruebas de coronavirus. Este domingo el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM), informó que un migrante que ingresó al país el 26 de marzo fue diagnosticado con el virus tres días después. Esta persona fue deportada desde Meza, Arizona y en el mismo vuelo venían 41 guatemaltecos más.
Estados Unidos es el país que más número de casos de coronavirus reporta a la fecha. El jueves 26 de marzo superó los números de China e Italia, con más de 82 mil diagnósticos positivos. Y aunque existe preocupación porque el virus sea “importado” con la deportación de decenas de migrantes, los vuelos con retornados no se detendrán.
Migrantes encerrados y en riesgo
En medio de la emergencia sanitaria global hay peticiones para que los migrantes sean liberados de los centros de detención de Estados Unidos porque esos espacios pueden convertirse en focos de contagio.
La organización la Unión Americana para las Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés), señala que estos centros están abarrotados y carecen de suministros básicos de saneamiento, sin posibilidades de practicar el distanciamiento social y mitigar la propagación del virus, y que según expertos en salud pública, una vez se produce un brote en detención, se propaga rápida y devastadoramente.
Por eso pide que la liberación empiece con las personas más vulnerables a enfermedades y muerte.
También se han reportado protestas desde los mismos centros de detención. En Georgia, más de 300 indocumentados se declararon en huelga de hambre por su “prolongada e inhumana” retención en un espacios, donde no se les permite mantener una distancia de al menos 2 metros entre cada uno.
El pasado 25 de marzo se detectó el primer caso de coronavirus en el centro ubicado en Hackensack, Nueva Jersey. El segundo caso fue confirmado un día después, en Newark, Nueva Jersey. El primero es un migrante mexicano de 31 años que fue puesto en cuarentena, según confirmó la policía migratoria (Immigration and Customs Enforcement -ICE-). En ese mismo lugar, una semana antes un agente de la prisión también dio positivo. En total se reportan 24 casos entre los trabajadores de ICE, 5 de ellos asignados a centros de detención.
La situación podría ser más grave. El medio The Guardian publicó una entrevista con Sirious Asgari, científico iraní detenido en Alexandria, Louisiana, quien contó detalles de las malas condiciones de los centros para detención de migrantes. No cuentan con insumos para limpieza de los espacios, no hay desinfectante para manos, carecen de mascarillas y algunos duermen en espacios con camas hasta para cien personas. La mayor preocupación es que en medio de la crisis sanitaria cada día ingresan nuevos detenidos y son mezclados con los que ya estaban allí, violando medidas básicas de distanciamiento social.
— (...) la circulación de personas bajo este brote de coronavirus es absolutamente absurda. El coronavirus es una bomba viral que está esperando explotar aquí, dijo a The Guardian.
El medio ProPública publicó el audio de una entrevista con un migrante detenido en Nueva Jersey y que fue parte del grupo que hizo una huelga de hambre para que las autoridades les dieran papel higiénico y jabón.
At an ICE detention facility in New Jersey, detainees are on a hunger strike to try to obtain soap and toilet paper in the midst of the coronavirus pandemic. pic.twitter.com/MvSOOZAe83
— ProPublica (@propublica) March 24, 2020
Un documento filtrado a The Nation, un medio de comunicación de Estados Unidos, señala que ICE ha puesto en cuarentena a detenidos en 10 diferentes centros.
Mientra tanto, en una conferencia de prensa telefónica a Sarah Bennet, Comandante del Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos y jefa del Grupo de Trabajo Internacional para Covid-19 del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades del Gobierno de Estados Unidos (CDC), se le cuestionó por el tipo de medidas de prevención que se están tomando en esos lugares. Ella respondió que muchos países se han centrado en mitigar los contagios a través de restricciones de vuelos pero que eso no es suficiente. Allí terminó la llamada telefónica.
Esta semana Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, pidió medidas de protección de salud y seguridad para las personas que se encuentran detenidas y recluidas en cárceles, hospicios, hospitales y centros de detención de todo el mundo, ya que “existe el riesgo que arrase con las personas recluidas en estas instituciones”, enfatizó.
Las medidas locales
En Guatemala, el martes 25 de marzo el Congreso aprobó La Ley de Emergencia para proteger a los guatemaltecos de la pandemia coronavirus, en la que se incluye una medida para cuidar la salud de los migrantes que han sido retornados.
La nueva ley obliga al Ministerio de Salud, al Ministerio de Relaciones Exteriores y al Instituto Guatemalteco de Migración, a instalar una clínica médica permanente en el Centro de Recepción de Retornados, ubicado en la Fuerza Aérea de Guatemala, a donde son enviados los deportados de Estados Unidos. En ese punto a las personas se les realizarán pruebas para determinar si tienen síntomas del virus.
Guillermo Castillo, líder de la organización Cooperación Migrante, explicó que este es un primer paso en una propuesta de tres fases para apoyar a esta comunidad y a sus familias.
La primera fue la instalación de un call center de información entre el Ministerio de Salud y el Ministerio de Relaciones Exteriores. Este atendería las llamadas de guatemaltecos indocumentados en Estados Unidos que tengan dudas sobre los síntomas y no acudan a los servicios de salud de ese país por temor a ser deportados.
Castillo explica que se espera que en casos graves un cónsul acompañe al migrante. El número es 1-844-805-1011.
La segunda fase es una propuesta que todavía está siendo elaborada y que buscará una opción de reactivación económica para los migrantes y sus familias ante la baja en el envío de las remesas.
El Banco de Guatemala reporta que el año pasado ingresaron al país $10 millones 508 mil 307.4 en concepto de remesas, un promedio $875 mil 692 mensuales. Ese dato equivale al 13% del Producto Interno Bruto (PIB).
En ese sentido, Castillo propone a que la Superintendencia de Bancos ponga a disposición de los migrantes un crédito entre $1 mil y $3 mil pagables entre los seis meses y un año, para que quienes tengan falta de ingresos para enviar remesas a sus familias tengan acceso a una línea de crédito rápida.
— No es para que se mande el dinero a Estados Unidos, sino para que el familiar del migrante pueda sobrellevar la crisis del coronavirus en Guatemala, explicó.
Castillo está hablando con diputados de la bancada Semilla en el Congreso para que impulsen la iniciativa. Mientras tanto, advierte que si no se toman medidas los migrantes en Estados Unidos, los detenidos, los deportados y sus familias, serán uno de los grupos más golpeados por la pandemia.
— Los migrantes están a la deriva del Covid-19 y pueden convertirse en una incubadora del virus sin saberlo. Los migrantes que están con alta probabilidad de adquirir coronavirus, no solo retornados y deportados, los que van a llegar por la Frontera Sur porque estamos claros que en México los casos van para arriba. Es importante para proteger a los migrantes en Guatemala. Ayuda a tener un control más focalizado con los migrantes retornados, deportados y en tránsito, finalizó.
Mientras los migrantes en centros de detención continúan en huelgas para obtener papel y jabón, los que están en las calles ven limitadas sus opciones de trabajo y sus familias sus recursos económicos para sobrevivir a la pandemia.
[Seguí aquí toda nuestra cobertura sobre la emergencia sanitaria por el coronavirus (Covid-19). Una explicación de lo que ocurre hecha por nuestro equipo de periodistas]
Scara Mouche /
Creo que los migrantes están más seguros al regresar a sus países de origen en este momento que quedarse aquí en los Estados Unidos. Estados Unidos debería devolver a los detenidos a sus países de origen por su propia seguridad.
Hugo /
"En medio de la emergencia sanitaria global hay peticiones para que los migrantes sean liberados de los centros de detención de Estados Unidos porque esos espacios pueden convertirse en focos de contagio."
Eso están haciendo, los esta liberando en sus países de origen, para evitar que corran mas riesgo estando detenidos.