Juana Raymundo Rivera tenía 25 años cuando, en julio de 2018, su cuerpo fue encontrado sin vida y con señales de violencia a la orilla de un río ubicado en Nebaj, departamento de Quiché, de donde era originaria. Era una joven ixil enfermera y lideresa comunitaria. Fue miembra activa del Comité de Desarrollo Campesino (Codeca) y el Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP).
Por el crimen fue capturado Jacinto Brito Raymundo, su ex pareja. El juicio en su contra inició hace un año, en agosto de 2019. En ese tiempo la fiscalía logró probar que Juana estuvo sometida a violencia durante doce años.
Este lunes iniciaría la fase final del juicio pero la audiencia fue suspendida por un accidente de tránsito que sufrió el equipo del Ministerio Público a cargo del caso. El Ministerio Público acusó a Brito Raymundo de femicidio, violencia contra la mujer en su modalidad sexual y violación.
Jovita Tzul es abogada de la familia de Juana. Relata que la mujer fue víctima de violencia física, emocional y sexual durante doce años. La relación con Brito inició cuando ella era una niña de 12 años y él tenía 49 años.
“Existía un control total de parte del agresor. De su vida cotidiana, sexual, familiar, su vida comunitaria, incluso política y organizativa”, explicó Tzul.
Ese extremo se comprueba a través de análisis comunicaciones telefónicas. En los desplegados se evidencia que el agresor llamaba más de 20 veces al día a Raymundo. Declaraciones de testigos también son parte de la evidencia.
Una de las pruebas claves en el caso es un peritaje elaborado por Lili Caravantes sobre la relación de poder que existía entre el agresor y la víctima. Ese estudio profundiza en que “el continúo de violencia que sufrió Raymundo el único fin que iba a tener era la muerte, tal como pasó”, añadió la abogada.
Brito era pastor evangélico y tenía liderazgo en la comunidad. También era integrante de Codeca. Esta influencia fue utilizada para controlar a Raymundo.
Este caso también demuestra la falta de espacios en las organizaciones sociales para hablar y evidenciar la violencia a la que se enfrentan las mujeres.
“Hay mujeres que están dentro de los liderazgos que están pasando por esto y es importante ponerlas al descubierto porque el caso de Juana es uno entre muchos y ella vivió esto por doce años. Tienen que haber espacios de intercambio, de conocimiento y empoderamiento para que las mujeres denuncien lo que están viviendo”, enfatizó Tuz.
La familia de Juana pedirá que Jacinto Brito se enfrente a las penas máximas de los delitos de femicidio, violación y violencia contra la mujer, por lo que podría recibir una condena enn total de 74 años.
La violencia contra la mujer sigue siendo el delito más denunciado en Guatemala. Según estadísticas del Ministerio Público, en lo que va de este 2020, 3 mil 674 mujeres han sido víctimas de violencia.
Hope /
Primero, un indio viene de la india entonces eduque se un poco en la geografica. Segundo, como atreves venir a este pais maya y decir que deberiamos de hacer o creer. Tercero, el articulo contiene muchos errors. Ella no tenia 12 anios cuando empezaron su relacion, tenia 16, y el tenia 27 y eran hombre y mujer por 9 anios. El era lider de CODECA, no un pastor depredador, y ella una administradora de la arma polltica de CODECA. Ella fue assassinada durante una ola de assassinatos de lideres de CODECA antes de las elecciones. 100 por ciento fue assassinada por motivos politicos, y agarraron a este hombre como chompipe de la fiesta. Es una verguenza la "justicia" en Guatemala, y ustedes que leen y comentan como si estuvieron alla iguales.