11 MIN. DE LECTURA

Actualidad Entender la política La corrupción no es normal Somos todas Identidades Guatemala urbana Guatemala rural De dónde venimos Blogs Ideas y soluciones
11 Pasos

Juicio por muerte de los tres estudiantes de la UVG inició con dudas y tensión

Una prestigiosa universidad, una de las mineras más grandes en Izabal, un instructor de Biología y tres familias se enfrentan en un juicio para esclarecer la muerte de tres estudiantes ocurrida hace siete años. Estos son los detalles de cómo inició el juicio.

Actualidad CGN Estudiantes de la UVG Izabal Juicio Estudiantes UVG Lemuel Valle P147 UVG

Lemuel Valle y su abogada Lilian Guerra escuchan la declaración de Diana Palacios, madre de Ángel, uno de los estudiantes de la UVG que falleció en 2012.

Fotos: Carlos Sebastián

En una calurosa sala del Tribunal de Puerto Barrios comenzó el juicio donde se examinará cada una de las aristas de una actividad educativa que terminó con la vida de Nahomy Lara (20 años), Juan Carlos Velásquez (24) y Ángel de León (20).

La primera jornada terminó con el intento de desprestigiar a los jóvenes; abogados de la Compañía Guatemalteca de Níquel (CGN) y de la Universidad del Valle de Guatemala (UVG) que negaron la responsabilidad en la trágica actividad académica; además, se señaló a los padres de querer cobrar un seguro e insinuar amenazas contra el rector.

El 31 de marzo de 2012 los cuerpos  de Nahomy, Juan Carlos y Ángel fueron encontrados flotando en diferentes puntos del Lago de Izabal, en un área propiedad de la Compañía Guatemalteca de Níquel. Llegaron allí como parte de una actividad académica del curso de Ecología, a cargo de su entonces profesor Arnoldo Font-Nájera. Los tres estudiaban la carrera de Biología en la UVG.

Tras casi siete años de buscar justicia y respuestas a la tragedia, los padres de los jóvenes por fin pudieron declarar ante el juez Jesús Felícito Mazariegos sobre cómo se enteraron de la desaparición y muerte de sus hijos y cómo reaccionó la universidad y la mina ante la crisis.

[¿Aún no recibís La Jugada? Suscribite aquí y recibí en tu correo una explicación de lo más importante del día.]

El biólogo que iba con ellos en una pequeña lancha y que sobrevivió cuando la embarcación supuestamente volcó en medio del lago es el único testigo de lo que pasó esa noche y es acusado por el Ministerio Público de homicidio culposo. También declaró ante el juez y fue interrogado por todas las partes. Sus respuestas parecen favorecer más la tesis de la Fiscalía, mientras que la CGN y UVG tratan de desligarse de él y de su responsabilidad en la actividad.

 

El juez Felicito Mazariegos está a cargo del juicio contra Lemuel Valle, la CGN y UVG.

El juez Felicito Mazariegos está a cargo del juicio contra Lemuel Valle, la CGN y UVG.

La declaración y defensa de Lemuel Valle

Lemuel Valle es licenciado en Biología por la Universidad del Valle. Tres meses antes del incidente en el que los estudiantes perdieron la vida, fue contratado por la CGN como técnico en biodiversidad. En su declaración ante el juez Jesús Felícito Mazariegos, dijo que su trabajo consistía en hacer conteo de árboles, de pájaros, buscar culebras y marcar parcelas en las instalaciones de la mina.

Su contrato no contemplaba que tuviera que atender a estudiantes universitarios ni darles cátedras, dijo. La Fiscalía lo señala de no tomar las precauciones, ni de encontrar una embarcación apta para realizar un conteo de cocodrilos con Nahomy, Juan Carlos y Ángel. En su defensa dijo que él no escogió la lancha, sino le fue asignada por personal de seguridad de la minera. El delito por el cual es acusado —homicidio culposo— implica una condena de cárcel de 3 a 7 años por cada víctima.

El 29 de enero, cuando el juicio estaba a punto de iniciar, Lemuel Valle dijo que se declararía culpable de homicidio culposo —causar la muerte por negligencia, impericia o imprudencia—. Eso le daría un giro al caso porque implicaba que el proceso se aceleraría y mandaba a la universidad y la minera a pensar en una propuesta para no ir a juicio. El juez dio una semana a las partes para que llegaran a un acuerdo.

El martes 5 de febrero —día en que comenzó el juicio— el instructor Lemuel Valle cambió su postura. Momentos antes de que iniciara la audiencia fue entrevistado por Nómada. Se mostró retraído y nervioso. Aseguró que él era el más interesado en que las cosas se resuelvan pronto.

—Todos estos años usted ha dicho que lo que pasó fue un accidente. ¿De qué se iba a declarar culpable entonces?
—Tengo interés en que las cosas se resuelvan. No siempre la ley es justa. Mi intención es que las cosas se resuelvan. No sé decirle quién tiene intención y quién no tiene intención de que el caso avance. Yo estaba buscando una vía legal para hacer las cosas, pero no se puede. Yo simplemente estoy en medio de una cosa en la que no entiendo ni por qué estoy aquí. Yo estaba dispuesto a perder lo que me queda de reputación, a cargar lo que me tocara cargar para que las cosas avancen, pero no avanza.

Ante el juez, el instructor declaró y relató la misma historia de hace seis años: que abordó una lancha con los tres jóvenes, que Nahomy se levantó y cayó al agua. Que buscó la orilla y que supuso que los estudiantes estarían allí. Al no verlos se dio la vuelta y fue por ayuda.

Su abogada dio un argumento para defenderlo, pero después, él mismo lo contradijo.

Ante el Tribunal Lilian Guerra Regalado dijo que probaría que la embarcación volcó por un cambio repentino y brusco en las condiciones del clima, pero minutos después, cuando Lemuel Valle fue interrogado por la Fiscalía, dijo que el día de los hechos “el clima estaba calmo” y que los jóvenes fueron respetuosos con él.

La mina versus la universidad

En la sala de audiencias, sentados uno al lado del otro, estaban los dos abogados de la CGN y de la UVG. Ambas compañías están demandadas porque eran las encargadas de verificar y programar la actividad. En el primer día del juicio las dos entidades trataron de desligarse de Lemuel Valle y del uso de la lancha.

La CGN intentó desprenderse de la responsabilidad en el incidente bajo el argumento de que pusieron a disposición de los estudiantes “una lancha adecuada, chalecos y la contratación de los servicios profesionales de un consultor externo para llevar a cabo el monitoreo”. Ese consultor es Lemuel Valle, quien aseguró que fue contratado tres meses antes para otro tipo de actividades.

Esto te dará contextoPor qué la UVG y la minera lograron detener el juicio por la muerte de los estudiantes

—Es inaudito que se le quiere reclamar (a la CGN) cuando la responsabilidad de cuidado lo tenían los propios estudiantes, quienes eran personas mayores de edad y el consultor externo (Lemuel Valle). Conforme a las pruebas aportadas por el ente investigador se pondrá a prueba que fue un hecho de la naturaleza, un caso fortuito; el mar estaba picado—, dijo el abogado Marvin Alvarado.

El representante de la CGN recalcó que la causa del fallecimiento de los estudiantes fue asfixia por inmersión y aseguró que los dictámenes médicos “no revelan golpes, violación o violencia previa a la asfixia”, pese a que los informes del Inacif en el cuerpo de Juan Carlos y Ángel reportan un golpe en la cabeza, similar en ambos, que pudo haber sido causado por un objeto sin punta ni filo.

Los abogados de la UVG aseguraron que no tenían ninguna relación directa con Lemuel Valle ni con la lancha utilizada, cuestionaron los resultados de la investigación e insinuaron que la familia va tras un beneficio económico.

—La acusación de homicidio culposo está concatenada a una pretensión económica o indemnización en concepto de reparación digna en contra de la UVG y la CGN, la cual en sus inicios ascendía a Q4 millones y posteriormente de forma sorpresiva, dicha cantidad ascendió a casi Q30 millones. Nadie muere por caer al agua, en especial cuando tenían chalecos salvavidas—, dijo Luis Pedro Martínez, abogado de la UVG.

La afirmación de la UVG es falsa porque los padres no han solicitado ningún resarcimiento. La universidad y las familias de las víctimas tuvieron que pagar, por orden de un juez, una fianza de Q4 millones mientras el caso se resuelve.

La  pretensión de la casa de estudios es culpar a Lemuel y marcar distancia de él para no responder por la falta de precauciones y medidas de seguridad para garantizar la integridad de los estudiantes. El Ministerio Público solicitó que Roberto Moreno Godoy, rector de la UVG fuera citado a declarar. El Tribunal lo autorizó.

 

El MP, a través del fiscal Jorge García, acusa a Lemuel Valle de homicidio culposo.

El MP, a través del fiscal Jorge García, acusa a Lemuel Valle de homicidio culposo.

Minera y UVG ofrecen dinero a familias

Antes de que iniciara el juicio, la CGN y la UVG hicieron un ofrecimiento a las familias para evitar que el debate público iniciara y fuera resuelto de una forma expedita.

La Compañía Guatemalteca de Níquel ofreció a las familias pagarles Q150 mil por cada joven, con “el ánimo de poder concluir y de alguna manera subsanar dolor de los padres de los estudiantes fallecidos” y “nunca con el objeto de establecer que hay una responsabilidad” por su muerte, dijo el abogado Marvin Eduardo Alvarado.

La UVG, a través de sus abogados Luis Pedro Martínez Valdellano y Alejandro Solares Morales, ofreció duplicar el monto de seguro de vida por accidentes al que los padres tenían derecho, el cual es de Q20 mil. Es decir, para llegar a un acuerdo con las familias y cerrar el caso propuso pagarles Q40 mil y crear una beca “en honor y memoria a los estudiantes”.

Este texto da contexto a esta historiaCinco papás y mamás versus una minera y una universidad

Las familias rechazaron esos ofrecimientos porque no llenaban sus expectativas y solicitaron que el juicio diera comienzo. Esos montos ni siquiera cubren los gastos de abogados que las familias han costeado en los casi siete años que llevan buscando justicia.

Durante el debate oral y público se expondrán alrededor de 600 pruebas, entre ellas 37 testigos. Al final, el juez también deberá resolver si encuentra responsabilidad en las actuaciones de la mina y la universidad. De ser así, las familias tendrán el derecho de solicitar una reparación digna por el daño causado. El monto de ese resarcimiento tiene preocupados a la CGN y UVG.

El Ministerio Público también citó a primera declaración a Arnoldo Font-Nájera, el profesor de Ecología que llevó a los jóvenes a la CGN. La postura de la universidad es que las familias solo buscan una vía para responsabilizarlos y pedir una reparación económica. La Fiscalía insiste en que la Universidad ha tratado por todos los medios de ser excluida de este proceso.

 

Los cinco papás y mamás de los estudiantes de la UVG llevan siete años viajando a Puerto Barrios en busca de respuestas por la muerte de sus hijos.

Los cinco papás y mamás de los estudiantes de la UVG llevan siete años viajando a Puerto Barrios en busca de respuestas por la muerte de sus hijos.

Los cuestionamientos contra la familia

Carlos de León, Diana Palacios, Brenda Orellana, Mauricio Velásquez y Edna Marroquín, los padres de los tres jóvenes, han contado su historia decenas de veces a los fiscales, abogados, investigadores, periodistas y juzgados.

El relato que dieron el pasado 5 de febrero es quizás el más importante. Después de casi 7 años de buscar justicia, juraron ante el Tribunal de Puerto Barrios decir la verdad. Frente a los abogados de la mina, de la universidad y al biólogo que vio con vida a sus hijos por última vez, contaron cómo vivieron ellos el 31 de marzo del 2012 y los días que siguieron.

Este texto es importante que lo leásReconstrucción de la escena del crimen: los tres estudiantes deberían estar vivos

Primero declararon los papás. Todos coincidieron en la falta de apoyo de la minera y la universidad para buscar a sus hijos cuando estaban desaparecidos. Incluso reclamaron haber visto tres féretros de metal cuando los cuerpos de sus hijos todavía no habían sido localizados. Carlos de León declaró que sospecha que los jóvenes nunca subieron a la lancha con Lemuel.

Después de su declaración, todas las partes tuvieron la oportunidad de interrogarlos. Las preguntas de la universidad y la mina se centraron en dos cosas: por qué se negaron a cobrar el seguro de vida y si sus hijos bebían.

—¿Sabe si su hijo consumía bebidas alcohólicas?—, preguntó el abogado de la UVG, Luis Pedro Martínez.
—¡Objeción! La pregunta es impertinente, no tiene relación con los hechos—, respondió Jair González, abogado de las familias.
—Sin lugar la objeción—, respondió el juez.
—Tomaba ocasionalmente una o dos cervezas—, respondió Carlos de León, padre de Ángel.
—Podría indicarnos cómo considera que era el carácter de su hijo. ¿Era impulsivo, se dejaba mandar, era obediente?—, cuestionó el abogado de la universidad.
—Sí lo era.
—¿Es de su conocimiento que existía un seguro de accidentes para los estudiantes de la UVG?
—Sí.
—¿Por qué no lo aceptó?
—Yo no firmé porque nos hacía renunciar a derechos de reclamar, porque considero que la Universidad del Valle es responsable de la muerte de mi hijo.

Mauricio Velásquez, padre de Juan Carlos, pasó por las mismas preguntas. El abogado de la Universidad incluso le cuestionó si amenazó al rector Roberto Moreno Godoy.

—¿Por qué no aceptó el seguro de accidentes ofrecido por la universidad?—, preguntó el abogado de la UVG, Luis Pedro Martínez.
—¿Cómo cree que lo iba a hacer si eso era una presión para que no ejerciéramos nuestro derecho a averiguar la verdad?—, respondió Velásquez.
—¿Tiene usted una pretensión económica en este caso?
—Me abstengo a declarar.
—Mencionó que el 31 de marzo llamó al rector Roberto Moreno Godoy. ¿Le dijo “esto te va a salir caro”?
—¡Objeción! Las preguntas están siendo sugestivas, y tienen que ser claras sobre hechos específicos—, reclamó el abogado de las familias, Jair González.
—Las preguntas sugestivas están permitidas, las prohibidas son las capciosas e impertinentes—, dijo el juez Mazariegos.
—¡Objeción! La pregunta es capciosa porque suena a amenaza. No sé qué pretende el abogado porque suena como si amenazó al rector. En este caso, para mí deviene impertinente la pregunta y es ofensiva—, insistió el fiscal Jorge García.
—No ha lugar a la objeción—, repitió el juez.
—¿Recuerda haber dicho en esa llamada la frase “esto te va a salir caro”?
—Le exigí que estuviera en el lugar de los hechos y respondió que no podía y en ese momento me indigné y colgué, nunca agredí a las partes.

La defensa de Lemuel Valle no hizo ninguna pregunta. Cuando las tres madres pasaron a declarar, tampoco los abogados de la minera ni la universidad las cuestionaron. El juicio continuará el próximo 19 de febrero. Se espera que inicien las declaraciones de 37 testigos y peritos en el caso.


Hay Mucho Más

0

COMENTARIOS

RESPUESTAS



Secciones