La mañana del lunes 31 de agosto el futbolista Marco Pappa se entregó a las autoridades para enfrentar una orden de captura por violencia contra la mujer. En horas de la noche el juzgado de turno de femicidio inició la audiencia de primera declaración. Una hora y media después fue ligado a proceso.
En una audiencia a puerta cerrada, la jueza Neldy Castillo resolvió que habían indicios suficientes para que Pappa enfrente un tercer proceso por violencia contra la mujer, esta vez en contra de su expareja Andrea Aparicio.
El futbolista fue enviado a guardar prisión preventiva a la cárcel VIP Mariscal Zavala, un espacio donde se encuentra recluido el ex presidente Otto Pérez Molina y ex funcionarios de su gobierno, así como empresarios acusados en grandes casos de corrupción.
Para llegar a este punto fue necesario que Andrea Aparicio publicara un vídeo donde relata la violencia que sufrió y donde se le observa golpeada y afectada emocionalmente. También fue difundido un segundo vídeo donde se observa a Pappa agrediéndola física y verbalmente dentro de un vehículo.
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Los antecedentes de Pappa incluyen una condena dictada en 2018 por 5 años de prisión conmutables por el mismo delito y una sentencia de enero de este 2020 por violentar a Aparicio.
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