Como con la guerra del futbol entre El Salvador y Honduras en 1969, casi nadie recuerda el origen. En la guerra actual del PP de Otto Pérez Molina, Roxana Baldetti y Alejandro Sinibaldi contra casi todo el resto del mundo político, el origen fue inesperado y es probable que se convierta también en el final.
Fue un domingo soleado de septiembre. Baldetti, secretaria general del PP, proclamó con todos los bombos al exministro Sinibaldi como su candidato presidencial, ocho meses antes de la campaña. Se le olvidó un detalle en la planificación. Esta vez sí había una mayoría independiente de 3-2 en el Tribunal Supremo Electoral (TSE), que suspendió al PP por seis meses y a ella como secretaria general.
Eso hizo que rompiera su alianza con las tres bancadas medianas con las que negoció la elección del TSE en marzo y buscara a Manuel Baldizón, quien estaba desesperado porque su inmensa bancada de 53 diputados no le serviría para elegir a ninguno de los jueces. Entonces Baldetti pudo escoger a 9 de los 13 magistrados para dirigir la Corte Suprema de Justicia. Pero desde entonces fue cuando se empezó a destartalar el plan.
Lejos de Sinibaldi y de la CC
En la segunda ronda de negociación entre PP y Líder, esta vez para decidir a los 126 magistrados de Apelaciones, Baldetti ya no tuvo toda la sartén por el mango. Baldizón no aceptó al negociador oficial de la Casa Presidencial, el militar y presidente del IGSS, Juan de Dios Rodríguez, sino que pidió a Alejandro Sinibaldi. Y Sinibaldi fue a negociar de buena gana.
De hecho, dos fuentes del PP confirmaron a este periodista que hay un pulso en la cima del PP. A Baldetti no le agrada la alianza con Líder porque hace quedar mal al partido ante la opinión pública (y le cede poder a su odiado adversario). Pero a Sinibaldi sí le gusta porque considera que esta alianza deja fuera de la jugada a Sandra Torres, de la UNE, con quien las encuestas dicen que se disputará el pase a la segunda vuelta en las elecciones de septiembre de 2015.
La alianza, si se juzga por los movimientos parlamentarios de la semana pasada, parece debilitar al PP. Dos diputados, Leonel Sosa y Gustavo Medrano (hijo del alcalde de Chinautla), se trasladaron a Líder; y otro, Gabriel Heredia, se pasó a la UNE.
Eso no es todo. Si el 1 de octubre, la CC validó (con un 5-0) la elección de la Corte Suprema de Justicia con los votos del PP y Líder, el 9 de octubre cambió de opinión y la suspendió «por las denuncias públicas» sobre irregularidades en la elección. Con un 4-1.
La CC no varió su posición ayer domingo, cuando denegó dos amparos presentados por dos de los magistrados (casi) electos, cercanos al PP, Blanca Stalling y Vladimir Aguilar. Esto hace que sea probable que la CC confirme la suspensión de la elección de las Cortes, y sólo está pendiente saber si invalida la elección en el Congreso, o si invalida también la preselección de las Comisiones de Postulación (conformadas por universidades, abogados y jueces).
La CC, el último árbitro del Estado, no se mueve únicamente por la opinión de los cinco magistrados. También lo hace por la presión de los poderosos. Y este cambio de mayoría puede traducirse, según el análisis de otras dos fuentes, en un distanciamiento de una parte del sector privado respecto del Gobierno, y en un aumento del poder de la sociedad civil, la CICIG y la Procuraduría de los Derechos Humanos.
El sector privado, como sucede a veces, está dividido. Las opiniones alrededor del CACIF, la institución más tradicional de la élite, consideran que debe mantenerse la Corte electa por la institucionalidad (y quizás por su cercanía con algunos electos). Y las opiniones al rededor de Fundesa, la institución más moderna de la élite, dicen que debe repetirse. Hay pesos pesados en cada una, aunque no se hayan pronunciado públicamente sobre el tema. Mario Augusto García Noriega, presidente siete veces del CACIF y director de la Asociación de Azucareros, por un lado. Y Fundesa está presidida por Felipe Bosch, de la Corporación Multiinversiones, y tiene como encargado del tema de seguridad a Salvador Paiz*.
El fin del dominio del PP
Si bien el Congreso no ha sido ningún paseo para el gobierno de Pérez Molina y Baldetti, podría ponerse peor para sus últimos 15 meses en el poder. Desde enero de 2012, basaron su gobierno legislativo en la negociación y alianzas específicas con tres bancadas medianas, de la UNE, Creo y Todos. Cuando decidieron romper con esta alianza para iniciar otra con Líder, podrían haber firmado su salida del poder legislativo.
UNE, Creo y Todos negocian a marchas forzadas con Líder para decidir a la Junta Directiva del Congreso para 2015, que se puede votar desde el viernes 17 de octubre. Y entonces Líder, el odiado por todos los bloques parlamentarios hasta el 24 de septiembre, tiene ahora el teléfono que más suena en el Congreso para ofrecerle votos y apoyos.
Desde el PP aseguran que si la CC les ordena repetir la elección de jueces, elegirán a los mismos. ¿Pero qué le garantiza al PP que Baldizón, mercader legislativo por excelencia, no le pedirá más de los 4 jueces que había podido decidir hace dos semanas? ¿O que no le dará la espalda y se disponga a elegir junto a los tres bloques a la Junta Directiva y a los jueces en una repetición?
El final en el origen
Este cambio de escenario parece que todavía no hay llegado a los análisis del PP. Una de las evidencias de las irregularidades en la elección de jueces la dio una de las manos derechas de Baldetti: el fundador del partido, expresidente legislativo y recién electo representante del PP y Líder ante la Junta Monetaria del Banguat: Gudy Rivera. Fue Rivera quien llamó al menos a una jueza, Claudia Escobar, para chantajearla y decirle que si invalidaba la suspensión del TSE, tendría asegurada su reelección. Escobar denunció a Gudy Rivera en la CICIG y las evidencias serán utilizadas en la CC.
Tal vez el PP no debería haber hecho campaña anticipada ni haber intentado chantajear a una jueza para que dijera que esa campaña anticipada no era ilegal.
Tal vez no han registrado que están haciendo ilegalidades. «No saben con quién se metieron», dijo Gudy Rivera el viernes, según los activistas de la sociedad civil.
Tal vez no se entera que ahora su partido ya no es tan intimidante.
* Este párrafo fue actualizado el 14/10/14.
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