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Para el ciudadano común, cómo cambia la vida con las investigaciones de CICIG

El histórico año 2015 va a quedarse pequeño en la lucha la corrupción y la impunidad. El sistema corrupto sobrevivió a los encarcelados Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti y se sentía muy tranquilo después de las elecciones de septiembre que ganó el FCN y la victoria de 4-1 en la nueva Corte de Constitucionalidad (CC). Pero el Ministerio Público (MP) y la CICIG tienen bastante claro que el problema no son las figuras temporales, sino todo el entramado. Y están dispuestos a derribarlo. Veamos.

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Thelma Aldana, jefa del Ministerio Público, e Iván Velásquez, jefe de la CICIG.

Fotos: Carlos Sebastián

Cuando nos inventamos este aparato raro al que le pusimos Comisión Internacional Contra la Impunidad (CICIG), lo hicimos pensando en liberar al Estado del control de las mafias. Mafias que nacieron de los rincones más oscuros de las dictaduras de los años 70 y 80. Estas mafias se originaron primero para ahogar (torturar, desaparecer) cualquier reclamo de justicia social o de democracia de verdad. Después para combatir a las guerrillas que provocaron al reprimir a los demócratas. Tomaron las aduanas para evitar que las guerrillas recibieran armas y se dieron cuenta que desde ahí podían también hacer negocio. Un súper negocio. Entonces construyeron redes de corrupción desde las aduanas. Pero el combo no estaba completo.

Necesitaban construir redes de impunidad en instituciones específicas (tribunales, Ministerio Público, policía, ejército) para poder disfrutar con tranquilidad del dinero robado y sin que los molestaran por los crímenes cometidos. ‘La vergüenza pasa, pero el dinero se queda en casa’, dicen los señores.

Guatemaltecos, pero en especial guatemaltecas de las ‘apestosas’ organizaciones de derechos humanos, se dieron cuenta que solos no iban a poder contra esas mafias. Y entonces hicieron alianzas con guatemaltecos que trabajaban dentro del Estado y con amigos extranjeros que se han solidarizado con Guatemala desde que oían y leían sobre las masacres de los 80. Y juntos convencieron a la ONU de buscar fondos internacionales y convocar a investigadores (latinoamericanos, europeos y guatemaltecos) para echarla a andar en 2008.

Avanzamos muchísimo en esos durísimos siete años entre 2008 y 2014 con la CICIG y el MP. Bajamos los crímenes más rápido que nadie en Centroamérica y los agentes de justicia empezaron a darse cuenta que en Guatemala los poderosos podían ser enviados a la cárcel. (Eso no pasa en la gran mayoría de países del planeta Tierra.)

Pero eso no era suficiente. En 2014, llegó Iván Velásquez a dirigir la CICIG y se percató de un detalle que cambiaría todavía más la historia.

Las mafias que tienen capturado al Estado y que procuran impunidad se financian con el dinero de la corrupción.

[Antes de seguir, para poner en la lista de lecturas pendientes, le recomiendo tres reportajes de contexto del año pasado, o cuatro.]

Lea: El PP, el partido corrupto por excelencia
Lea: Aduanas, el corazón del proyecto militar
Lea: Baldizón es el puto amo del sistema
Lea: Por qué no es casualidad que la justicia le gane a Baldetti

Entonces, la CICIG dirigida por Iván Velásquez (luego apoyada por el MP de Thelma Aldana) empezó a desmantelar el sistema de corrupción e impunidad por el centro y por la periferia. Me explico.

El centro gubernamental de la corrupción: las aduanas

Empezó por el centro institucional porque la primera gran investigación fue contra las mafias enquistadas en las aduanas. O una mafia. Llamada La Línea y que después sabríamos que estaba dirigida por los mismos jefe y subjefe de Estado. Pero no se fue tras el jefe y subjefe de Estado desde el comienzo. Así no se gana una guerra.

Empezó a investigar y encarcelar a buena parte de sus ministros y sus aliados parlamentarios, de los partidos PP y Líder. Dos de los partidos más corruptos (y descarados) de la historia de la democracia. El dueño de Líder, un señor que se llama Manuel Baldizón, fue, además, la primera apuesta de Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti para proteger al sistema después de que empezaron a ver las capturas.

La CICIG y el MP no fueron directamente por Baldizón. Fueron por todo su círculo más cercano. Diputado tras diputado tras diputado e incluso su vicepresidenciable. Y de paso ayudaron a arruinarlo electoralmente.

Y pues llegamos a agosto de 2015. Medio gabinete preso, la mitad de los diputados con poder investigados. Y la ciudadanía despierta.

En once días, entre el 27 de agosto y el 6 de septiembre de 2015, en once días los guatemaltecos hicimos la manifestación más grande de la historia, el MP pidió la orden de captura del presidente, el juez Miguel Ángel Gálvez lo mandó a prisión preventiva, dejó de ser presidente, fuimos en un 70% a votar y sacamos a Baldizón en primera vuelta con un 81% que votó en su contra (o por otros partidos).

[Vuelva a leer el párrafo anterior.]

Once días que remataron 140 días de manifestaciones desde el último sábado de abril hasta el primero de septiembre.

Que me vengan a decir que esos 140 días no son una victoria histórica o que no es la posibilidad de una revolución o el inicio de un cambio de era, sólo puedo explicarlo como cinismo, ignorancia o incapacidad para ver las cosas en perspectiva.

Pero bueno, no creo que ninguna sociedad tenga la capacidad de darse cuenta en ese momento que una victoria tan grande es insuficiente.

Sí. Insuficiente.

Este GIF de los indispensables de #JusticiaYa lo resume, actualizado a 2016:

Pero tranquilos. La CICIG, el MP, jueces, cooperantes, organizaciones de jóvenes, varios medios y muchos ciudadanos lo sabemos.

El centro del Gobierno no es el centro del sistema.

Escribía antes que la CICIG y el MP empezaron a desmantelar el sistema de corrupción e impunidad por el centro y por la periferia. Esto porque en un país en el que el Estado sólo recauda 10% de toda la economía en impuestos (somos el que menos recauda en el mundo), en un Estado tan pequeño no puede estar el centro del poder en la Presidencia de la República.

Hay varios centros de poder en el sistema.

Y así como el sistema no sólo requiere del presidente para funcionar, quitar a un presidente no es suficiente para derrumbar al sistema.

 

La conferencia más hipócrita. Jimmy Morales pediría después la salida de la jefa del PNUD (aliada de la CICIG) y Rafael Rojas, presidente de la CSJ, votaría en contra de casos o candidatos validados por el MP y la CICIG.

La conferencia más hipócrita. Jimmy Morales pediría después la salida de la jefa del PNUD (aliada de la CICIG) y Rafael Rojas, presidente de la CSJ, votaría en contra de casos o candidatos validados por el MP y la CICIG.

El sistema de corrupción e impunidad guatemalteco tiene por lo menos tres pilares:

1. El político
2. El judicial
3. El económico

En 2015, con todas las investigaciones contra Pérez Molina, Baldetti, los ministros y los diputados de PP y Líder, la CICIG y el MP nos mostraron y empezaron a desmantelar el pilar del sistema desde la política partidaria.

El problema es que sin reformas profundas, el sistema se puede regenerar muy rápido y disfrazarse. El 70% de los guatemaltecos votó por Jimmy Morales y el FCN e ignoraron todos los avisos de que era un reciclaje de militares y que era un peligro porque el PP y Líder lo estaban apoyando para la segunda vuelta. Y la mayoría de ciudadanos considera que no es indignante y motivo para ir a manifestar que FCN haya abierto las puertas de su partido a casi todos los diputados de Líder (incluidos matones, amigos de narcos o corruptos). O que sigan haciendo exactamente la misma vieja política.

Pero bueno, al menos está el MP, que no está dispuesto a que sigan haciendo las cosas como si 2015 no hubiera pasado. Y ya pidió quitar el antejuicio a nueve  diputados del FCN. Nueve.

En 2016, el MP y la CICIG, además, quieren derrumbar los otros dos pilares. Hay dos casos grandes que nos muestran a los ciudadanos cómo está sostenido el sistema.

El primero es el de Aceros de Guatemala, la mega-empresa de metal que sobornó a gente de la SAT para no pagar impuestos. Q250 millones dejó de pagar. ¿Se recuerda del Estado pequeño que no recauda (y por lo tanto no tiene poder para prestar servicios públicos de calidad o perseguir criminales poderosos)?

Y además, chulada, el dueño, un señor que se llama José Luis Gabriel Abularach, es uno de los socios con más acciones del Banco Industrial. (Son muchos socios y muchos no tienen nada que ver con evasión fiscal, ni el banco tampoco).

Pero este caso muestra cómo hay parte del poder económico que se beneficia de un sistema de corrupción e impunidad. Y se enriquece más con el sistema como está.

Y el tercer caso que enlaza más todavía al sistema es el de la Portuaria Quetzal, un caso en el que la CICIG y el MP acusan a empresarios de haber sobornado a políticos y a jueces por ¡US$24 millones pagados en efectivo! Pagados para que les concesionaran (les privatizaran) el puerto más importante del país.

Ajá, la corrupción sólo es estatal y si privatizamos todo, entonces se acaba, repiten como loros los libertarios. O no sé si es como loros y sólo nos quieren ver la cara de estúpidos.

Ah, por cierto, la empresa española que sobornó a Pérez Molina, Baldetti, Douglas Charchal -al expresidente y actual magistrado de la Corte Suprema- y probablemente a más magistrados, llegó al país por medio de la oficina público-privada de ‘atracción de inversiones’. Claro, pero con el modelo de no cobrar impuestos para ser competitivos sólo vienen al país capitales piratas. ¿En qué cabeza cabe que va a ser diferente? Las empresas serias van a países en donde sí les cobran impuestos pero esos impuestos se usan para escuelas que producen trabajadores educados y competitivos.

 

El CACIF está en una encrucijada. Grandes empresarios han usufructuado el sistema de corrupción. Ahora tendrán que decidir si los purgan o los defienden.

El CACIF está en una encrucijada. Grandes empresarios han usufructuado el sistema de corrupción e impunidad. El año pasado apoyaron a OPM hasta agosto. Ahora tendrán que decidir de qué lado de la historia están.

Entonces la columna económica de sistema, el modelo de competitividad del los grandes empresarios –financiar políticos que les cobran pocos impuestos o que son sobornables–, ahora está bajo investigación penal de la CICIG y el MP.

La columna judicial del sistema, andar sobornando jueces, también está bajo investigación penal de la CICIG y el MP.

Y la columna política del sistema, la falsa nueva política del FCN de Jimmy Morales, también está bajo investigación penal de la CICIG y el MP.

Lea: La guerra de Jimmy y el G-8 contra EEUU y la CICIG
Lea: La CICIG investiga al Rey por haber regalado una casa a un juez

¿Y qué hace Jimmy en medio de todo esto? Decirle que sí a su canciller para declarar la guerra a financistas y aliados de la CICIG y el MP. O intentar boicotear reformas en el Congreso para dar más independencia al MP. O mantener a la mano derecha de la oficina de inteligencia, el canciller y el Ministro de la Defensa de Otto Pérez Molina. O no enterarse del momento político que está viviendo el país.

¿Qué hace falta? Que los ciudadanos se enteren para exigir que renuncien todos los corruptos y se vayan directito a la cárcel.

Porque la batalla que viene para derrumbar el sistema de corrupción e impunidad apenas empieza.

Martín Rodríguez Pellecer
/

(Guatemala, 1982.) Es el fundador de Nómada. Fue director y CEO entre 2014 y 2019. Es guatemalteco, perseverante y alegre. En 2020, cedió parte de sus acciones a trabajadores, periodistas de prestigio y vendió el resto a uno de sus maestros, Gonzalo Marroquín. Fue periodista 20 años y ahora se dedica a hacer consultorías para personas, instituciones y empresas. Es políglota y escritor. @revolufashion


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COMENTARIOS

RESPUESTAS

    Carla León /

    20/04/2016 11:32 PM

    Es penoso ver como han ensuciado este país! y peor aún ver que tienen la desfachatez de seguir negando las cosas, no queremos más corrupción por eso que el peso de la ley caiga ya sobre OPM y sus complices corruptos y esto incluye a los del CACIF, quienes son los principales corruptores del país.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Alejandro Berganza /

    17/04/2016 11:03 AM

    Martín, el GIF de #Justiciaya es lo que me preocupa cuando se crítica con clave ideológica en nuestros países. No ganamos nada si derrumbamos Otto Pérez para poner a Dilma Roussef o Cristina Fernández o viceversa. No digamos, Hugo Chávez. Lo que le digo es que con este artículo si bien critica la injusticia del extremo derecho, le abre las puertas a la injusticia de izquierda o la justifica, y el resultado es de suma cero en el mejor de los casos y negativo en el más común que vemos en Latinoamérica. ¿Cómo es posible que en su análisis no mencione la culpabilidad de los perpetradores de uno de los más grandes crímenes contra el pueblo de Guatemala y que tanta tragedia y dolor masivo causó, así como pobreza e injusticia, al levantar las armas contra la institucionalidad no para liberar al pueblo sino para imponer una dictadura abiertamente alineada con la KGB a través de Cuba? Estos criminales se pusieron a la altura de la oligarquía en daños al pueblo, porque con su ataque inmoral e ilegítimo -y por culpa de esa misma ilegitimidad y mentira en los motivos alegados- además del daño infligido justificaron métodos de represión y corrupción gubernamentales que sufrimos todos hasta hoy. ¿Cómo es posible que pase por alto o que no le amerite mención que muchas de estas ONGs que hoy se dicen de "derechos humanos" son nombres de fachada para organizaciones de exguerrilleros e izquierdistas radicales que, al igual, que a oligarcas y monopolistas les vale un pepino la justicia social? ¿Cómo es posible que no pueda ver el control que la izquierda internacional no democrática, sino estatista, asistencialista, reectoralista perpetua, concentradora de poderes, debilitadora del poder ciudadano en favor de la fuerza del Estado, nomenklaturista, está tomando de las instituciones internacionales y que no ayudarán a los pueblos, sino únicamente a los miembros de su élite ideológica dominante? ¿Cómo es posible que en su análisis de nuestra desgracia nacional no le atribuya ni siquiera la más mínima responsabilidad a la izquierda nacional e internacional que justifica la violencia guerrillera? Apoyo su denuncia de la brutal injusticia y la ceguera genocida de nuestros oligarcas, monopolistas y mercantilistas corruptos, pero me asusta que de su análisis se intuye que los exguerrilleros y los izquierdistas radicales no hayan tenido que ver en todos esto males y, peor aún, que deban verse como demócratas que pueden solucionar algo en el país en lugar de desencadenar latrocinios y destrucción de instituciones como hemos visto en Sudamérica. Sólo la política auténtica, sin dogmas a priori estatistas o individualistas, que no pre-defina el bien común sino que lo haga emerger de la ciudadanía intencionalmente fortalecida y vigilando que no lleguen corruptos al poder como OPM, Berger, Colom, Diosdado Cabello, Cristina Fernández, sólo con una visión global sin daltonismos para criminales de izquierda o derecha, sólo así, podremos empezar el camino al desarrollo.

    ¡Ay no!

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    ¡Nítido!

    anonimo /

    16/04/2016 8:20 PM

    Además de los soportes político, judicial y económico, cada vez más claro sale a relucir un sector de la comunidad internacional que también se beneficia de este sistema cleptocratico. Recordemos a Taiwan y su relación con Portillo, Israel y el agüita mágica, España y TCQ y de seguir investigaciones que no nos extrañe encontrar apoyos a la petrolera Perenco, a la mina Marlin y a otras transaccionales asentadas en el país. A la larga todos quieren beneficiarse de un sistema corrupto e impune. A los ciudadanos nos toca agarrar impulso y junto a mp y cicig ir acorralando a los nuevos operadores que desde el actual gobierno buscan perpetuar el viejo orden.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!



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