Un juez al que ‘el Rey’ le regaló una casa quiere llegar a la CC

El problema con que un abogado regale una casa a un juez (que además fue un comisionado para elegir jueces) es que puede tratarse de un soborno a cambio de lealtades. Y un soborno que impide la independencia judicial es materia de la CICIG.

La situación del regalo de López Villatoro al juez Orellana es compleja porque el sistema de justicia de Guatemala funciona en buena medida por medio de la colocación de jueces afines o sobornos más o menos sofisticados. Ésta es una práctica recurrente en la disputa por la justicia entre abogados emergentes, políticos y grandes empresarios en los últimos 15 años. Entre los grupos de abogados emergentes, uno de los líderes es Roberto López Villatoro.

López Villatoro influye sobre el gremio gracias a la organización de comidas y fiestas y el pago de viajes a potenciales magistrados para maestrías en Sevilla, todo por medio de su bufete-empresa LOVI. Desde el establishment, los medios y la sociedad civil se le acusó de ser un mero contrabandista, y tras una publicación periodística de 2001 se le conoce como “el Rey del Tenis”. En un ejemplo de su influencia y de las diferencias entre el mundo mediático y el mundo de la política, los abogados emergentes se refieren a él únicamente como “el Rey”.

El politólogo Phillip Chicola lo definió en 2014, después de sus éxitos en las Comisiones de Postulación, como el ‘elevador social’. “En las sociedades modernas, las clases medias se integran por profesionales que encontraron en la educación superior su elevador social. Pero en Guatemala, donde el mercado laboral es incapaz de absorber la oferta de egresados universitarios, el Estado constituye una de las escasas posibilidades de empleo, desarrollo profesional y ascenso socioeconómico. Y dado el carácter patrimonial de ese Estado, el funcionariado se elige por relaciones de patronazgo y no por mérito. En este contexto, López Villatoro no solo actúa como operador en procesos institucionales, sino también se convierte en un gestor de oportunidades. Cual coyote para migrante, el Rey del Tenis materializa ‘el sueño burocrático’ para decenas de juristas”, escribió Chicola en elPeriódico el 7/10/14.

En este caso, la CICIG investiga si López Villatoro hizo que el juez y comisionado Orellana ‘ascendiera socialmente’ al convertirse en propietario de un apartamento en la exclusiva zona 14 de Ciudad de Guatemala.

López Villatoro asegura que se trata de una ‘compra-venta’ normal, en la que él adquirió un apartamento y se lo vendió a Orellana, pues su bufete-empresa LOVI también se dedica a la compra-venta de inmuebles.

No obstante, hay un detalle que no cuadran en esta versión. Vamos allá.

El elector de jueces leal (visualizado en un interactivo)

Para elegir a los 13 jueces de la Corte Suprema de Justicia y los 120 jueces de Cortes de Apelaciones, el Congreso de la República recibe dos listas con el doble de candidatos. Esta lista de pre-seleccionados es escogida por representantes de varias instancias: rectores y decanos de Derecho de las universidades del país, Colegio de Abogados, representantes de jueces de la Corte Suprema y representantes de jueces de Cortes de Apelaciones.

Para escoger a los últimos, los representantes de los jueces de Apelaciones, en 2014 compitieron dos planillas. Una arrasó y obtuvo 7 de 9 puestos. Entre ellos, Giovanni Orellana.

El Movimiento Pro Justicia denunció que la planilla ganadora había recibido el apoyo de López Villatoro, que él mismo reconoce.

En las Comisiones de Postulación, los votos de Giovanni Orellana fueron leales a los del grupo que Nómada identificó como uno que respondía a las directrices de López Villatoro. En 25 de 26 ocasiones votó como la mayoría de los comisionados afines a López Villatoro.

[Aquí, la herramienta interactiva.]

Estos votos leales a López Villatoro, en alianza a veces con grupos más tradicionales, frenaron a los peores candidatos del grupo de Otto Pérez Molina, Roxana Baldetti, Juan de Dios Rodríguez y Gustavo Herrera, acusado de estar detrás de la estafa al IGSS hace 15 años.

López Villatoro se defiende en una entrevista

La lealtad de Giovanni Orellana parece haber tenido un premio. Después de la elección de jueces en octubre de 2014 y su toma de posesión en noviembre, en diciembre recibió un apartamento en la exclusiva zona 14. El detalle fue que la empresa que compró el apartamento fue NICO, S.A., que es parte del grupo LOVI, del Rey.

A continuación, la entrevista de Nómada con Roberto López Villatoro:

– ¿Cómo podemos explicar esto si no es un regalo para un elector de jueces a cambio de lealtad?
– Es algo muy simple. Lo que se realizó ahí fue una compraventa. La empresa NICO, S.A. vendió un apartamento al licenciado Orellana y a su esposa (también jueza), el cual fue cancelado mediante la obtención de un préstamo.

– Pero el crédito del Banco G&T lo recibió Orellana en abril de 2015. ¿Por qué se inscribe la propiedad en diciembre de 2014 a nombre de Orellana si todavía no le había pagado a NICO?
– Se hace la compraventa y se cancela mediante un pagaré. Le quiero comentar que dentro de la empresa (LOVI) NICO es la empresa inmobiliaria, y él nos había dado una propiedad en carretera a El Salvador para que la vendiéramos.

López Villatoro, en la entrevista. Foto: Gabriela Ríos.

– Pero si NICO compró la casa, ¿por qué se inscribe a nombre de Orellana antes de que recibieran el dinero?
– Porque cuando se llega a un acuerdo con los dueños originales, se llega a un acuerdo con el licenciado Orellana y se inscribe de una vez a su nombre.

– Pero si hasta abril de 2015 tuvo el crédito de G&T, ¿cómo le pagó a usted en diciembre? ¿Qué garantía tenía usted de que le iba a pagar?
– Los negocios se hacen sobre la base de buena fe. Uno puede gestionar un préstamo y lo puedo escriturar. La garantía es que el banco me iba a pagar.

– Pero ahí todavía no había garantía del banco. Sólo su relación de confianza con Orellana.
– Vamos al banco y se genera un pagaré, se gestiona un pagaré. Hay un préstamo puente. En ese lapso se hace un pagaré.

– ¿No le parece que puede haber un conflicto de interés con que usted le regale o le preste o le sirva de fiador a un elector de jueces?
– No fui fiador. Lo que hice fue venderle un apartamento en el cual yo tuve utilidad.

– Nuestra duda es ese lapso de cinco meses en los que no hay ninguna garantía de que le va a pagar.
– Su duda puede ser descartada porque hay un pagaré. Visitamos una institución bancaria. Se realizó un pagaré donde se me desembolsó el dinero el banco, hacemos la compraventa, se hipoteca y con esa hipoteca se paga el pagaré. Y tengo toda la documentación de eso. Y por eso fui a CICIG y llevé la documentación, (incluido) el pagaré. Y sí lo tenemos, o lo vamos a conseguir, porque yo llevé todos los documentos ya a la CICIG. Aquí es toda la situación de ‘follow the money’ (siga el dinero). Aquí no hay nada. Por eso yo personalmente fui a la CICIG y les dije, bueno, pregunten y según yo no habían continuado con la investigación.

– En Nómada hablamos con la CICIG y sabemos que está activa la investigación. ¿Por qué cree que la CICIG está investigando esto como un posible soborno?
– No sabría decirle porque pues yo lo veo como algo normal dentro del giro de negocios que hemos realizado durante muchos años, que es la compra y venta de inmuebles.

El típico juez de redes clientelares

Se intentó obtener una explicación por parte de Orellana, pero Nómada sigue esperando la llamada de vuelta de su oficina.

Giovanni Orellana es el típico juez de las redes de abogados emergentes. Ha ocupado puestos de dirección en el Colegio de Abogados, la Facultad de Derecho de la USAC y las cortes en el Organismo Judicial desde 1995 a 2016. De hecho, Nómada descubrió en 2015 que es presidente de una sala de Apelaciones del Organismo Judicial y al mismo tiempo tiene un contrato de tiempo completo como catedrático en la Facultad de Derecho. Q34,000 en total cada mes.

El comisionado y juez Orellana es una muestra de los conflictos de interés de la elección de las cortes en 2014. Fue parte de las Comisiones de Postulación, pero también fue candidato, y resultó seleccionado por la alianza entre PP y Líder como presidente de la sala segunda de apelaciones civiles y mercantiles.

Es un activo en la competencia política gremial. Fue primer vicepresidente en el Instituto de Magistrados entre 2009 y 2010 y en 2013, fue miembro de la comisión académica del Colegio de Abogados. Trabajó junto a Julio Arango en la PDH y la PGN, asesoró a la Presidencia de Alfonso Portillo en 2002 y a la presidencia del Congreso de la UNE en 2004. Estuvo cerca de ser electo en la Corte Suprema de Justicia.

Ahora aprece como el candidato que quiere dar la sorpresa en el Congreso.

Mientas la UNE y el FCN hacen un pulso para llevar a Gloria Porras o a Roberto Molina Barreto, uno de los partidos bisagra, TODOS (de los Alejos), cabildea para una opción “intermedia”, que según varias fuentes parlamentarias, es del agrado de FCN*. Se llama Giovanni Orellana.

***

Felipe Alejos, de la bancada Todos, negó que lo hubieran apoyado. “No hemos tomado la decisión de apoyar a ninguna persona hasta este momento (miércoles 9, en la tarde). Pero nos hemos inclinado más a representantes, tanto de titular como suplente, que sean mujeres y que tengan una buena calificación. Pensamos en personas que sean honestas y que sean probas”, dijo Alejos.

* Esta frase fue agregada el 9/3/16.