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Cavilaciones a la Zavalita, ¿cuándo se jodió Guatemala?

Conversación en la Catedral, la novela-catedral de Mario Vargas Llosa, comienza cuando Zavalita –el personaje central- camina en las calles de una gris Lima cavilando sobre la situación del país: “¿En qué momento se había jodido el Perú? Él era como el Perú, Zavalita, se había jodido en algún momento. Piensa: ¿en cuál? El Perú jodido, piensa, Carlitos jodido, todos jodidos. Piensa: no hay solución”.

Cotidianidad Opinión P258
Esta es una opinión

Jornadas de represión. Ciudad de Guatemala.

Foto: Gabriela Bukowski

Algo de ese ánimo reflexivo y depresivo campea las conversaciones que tienen lugar en estas fechas, al menos en los círculos de gente que frecuento. No dejan de ser un contraste con el ánimo festivo de la temporada. En Guatemala, diciembre es el mes de la socialización y de la sociabilidad, en el que la tradición de convivios, almuerzos y cafecitos que a nivel personal sirve de esparcimiento, a nivel societal sirve al mantenimiento y fortalecimiento de las redes que integran la sociedad (independientemente de que esté bien o mal integrada…).

Pero una vez pasado el capítulo de los abrazos y los comentarios sobre lo bien –o mal- que nos vemos y las puestas al día sobre familiares y amistades comunes, se cae en el contexto, y al hacerlo, en un cambio de tono: del registro va del entusiasmo a la desesperanza. El entorno político del país no da mucho de que celebrar.

Mal administrado por una clase política que está muy lejos de estar a la altura de las circunstancias, el cúmulo de déficits en seguridad y desarrollo es abrumador. No voy a enumerarlos: basta con que abran las páginas de cualquier periódico: entre noticias y columnas de opinión, uno puede darse una idea del inventario. Para colmo de males, el país avanza hacia un año electoral en el que las perspectivas son poco alentadoras: nadie medianamente informado y en su sano juicio espera que el resultado electoral –cualquiera que sea- sea parte de la solución. No con las opciones que están sobre la mesa. Esto ya no un problema de gobierno, sino de una crisis del sistema.

Voviendo a Zavalita y parafraseando sus cavilaciones, la pregunta sobre cuándo ‘se jodió’ Guatemala tiene muchas respuestas posibles. James Mahoney, por ejemplo –en un ejercicio de análisis de ‘trayectoria dependiente’- identifica el origen del problema en la implantación de la economía de agro-exportación cafetalera sobre la base del trabajo forzado. Otros autores, en ‘La Herencia del Encomendero’: La tradición de discriminación y violencia en las relaciones de poder que es legado de la Colonia. Pero indistintamente del origen identificado, la característica común es la incapacidad política de ‘superar’ dinámicas históricas determinadas para avanzar en la modernización de nuestra sociedad.

Entonces, la pregunta interesante es en todo caso por qué no hemos logrado superar los elementos profundos de esas lógicas históricas para modificar sustantivamente las relaciones sociales y políticas del país. Y pasamos entonces a identificar oportunidades perdidas, encrucijadas en las que los eventos históricos –el juego de actores y fuerzas de poder en juego- planteaban una oportunidad de ruptura y transformación con el pasado que no han sido aprovechados. Una independencia que no rompe sino prolonga el orden colonial. Un liberalismo subordinado a la lógica pre-moderna del trabajo forzado. Una revolución que arranca la modernización pero que no logra sostenerse ni pacificar a la sociedad. Y nuestro actual momento: una democracia que, desembarazada del enfrentamiento armado, queda secuestrada por una clase política incapaz y corrupta para quedarse empantanada a mitad de camino entre autoritarismo y democracia, entre patrimonialismo y modernidad.

Las cavilaciones ‘a la Zavalita’ son buenas: nos obligan a aproximarnos a nuestra historia y a tratar de entenderla e interpretarla. Pero no son por sí solas suficientes. De nada nos sirve interpretar correctamente nuestra historia y aprender de los errores del pasado si no somos capaces de utilizar este conocimiento para la acción que hoy tenemos que emprender para construirnos otro futuro. No el que tenemos ‘cantado’ en este escenario de políticos corruptos, elites autistas y ciudadanos indolentes, sino uno diferente. Uno que realmente logre romper con esa sensación de que algo ‘se jodió’ irremediablemente en algún momento de nuestra historia. Lo irremediable está en el pasado, pero no en el futuro. El pasado ya no podemos cambiarlo, pero el futuro todavía está en nuestras manos.

Bernardo Arévalo
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Estudió sociología, y don Max marcó la forma como ve el mundo. Alguna vez fue diplomático, y le quedaron algunas mañas. Tal vez por eso sigue trabajando en temas que conjugan ambas perspectivas, como consolidación de la paz y transformación de conflictos. Algo nómada, ha vivido fuera del país por temporadas largas pero al final, siempre regresa. Secretario General Adjunto II de Movimiento Semilla, a partir de 2019.


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COMENTARIOS

RESPUESTAS

    Pablo González /

    22/12/2014 12:50 PM

    Solo quiero felicitar al columnista, magnífica pieza. Hay que conocer al enemigo y entender cómo somos nostoros mismos nuestros enemigos. Pero pero generar una acción a partir de esto.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    carlos /

    21/12/2014 10:04 PM

    Seria bueno que para ver la cosas mas reales,antes del analisis,para el cambio?Visiten hablen con la gente de apie,con los obreros,con los campesinos,de esta manera podrán visualizar,la realidad nuestro país,de lo contrario siempre caeremos en la retórica.Un abrazo de un mundo nuevo,con el pensamiento de unidad!

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    César Sánchez /

    17/12/2014 7:10 PM

    Los últimos golpes asestados al mp y la corte ponen en peligro la sobrevivencia del débil sistema de justicia. con ello toda la mesa la tiene servida los grupos económicos y los partidos políticos. esto lo demostraron con la turbia aprobación del presupuesto 2015. mientras la gente sobrevive cacif y partidos se pondrán de acuerdo para ver quien es el próximo presidente...lo hacen muy tranquilamente, saben que nadie reclama.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Jodidos Pero Contentos /

    17/12/2014 11:18 AM

    Guatemala se jodió con la conquista y la reforma liberal;
    resultado: despojo, esclavitud, discriminación y represión.

    Pero se re-jodió cuando los comunistas la pusieron contra los Estados Unidos;
    resultado: invasión, guerra, y genocidio impune

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!



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