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11 Pasos

Cómo le puse fin a la codependencia

Recuerdo muy bien el momento exacto cuando decidí dejarlo. Pronuncié entonces la frase que debía incendiar todo. –Que arda– pensé, y así terminó mi última relación. Es increíble cómo uno se puede confundir tanto. De ahí que sea necesario salir de uno mismo e intentar visualizar los propios comportamientos desde afuera. Así logré comprender que uno actúa en consecuencia a carencias, apegos o dependencias, y no a motivos racionales. Si asumimos los problemas de la vida desde nuestros vacíos pasaremos la vida de dependencia en dependencia.

Cotidianidad Opinión P369
Esta es una opinión

Ilustración: Sofía Castillo

A veces me cuesta pedir ayuda y pretendo ser autosuficiente. Por ejemplo, cuando me mudé, tuve que cargar interminables cajas, hacer mil viajes de ida y vuelta, pintar muebles, etc. Recuerdo un momento cuando caminaba del carro a la puerta con una caja en los brazos y un gran dolor de espalda me hizo parar. Puse la caja en el piso. Sudaba. Me dolían los pies. Tenía nostalgia y miedo. Y surgió en mi imaginación la figura de mi ex novio frente a mi. –Tú no deberías de estar haciendo esto sola. Aquí conmigo lo tienes todo–. Pero el precio era demasiado alto, porque él me amaba obediente.

He llorado hincada en el piso, sintiendo que me desgarro por dentro. No una vez, ni dos. He sentido que me quedo sola y que la vida pierde sentido. No me ha quedado de otra que aguantar un rato mas, un minuto a la vez, para retomar algo de fuerza para juntar mis pedazos.

Todos tenemos carencias y vacíos. Todos tenemos inseguridades, traumas y miedos. Ninguno sabe vivir antes de vivir. Lo único que nos hace levantarnos es una especie de amor propio y fe en que las cosas van a mejorar. Confiar sin ninguna evidencia en que las cosas mejorarán. Pero, ¿qué nos levanta si no hay amor propio y fe en que la vida puede ser mejor? Nada. Nos podemos quedar allí para siempre.

Muchas personas somos o hemos sido codependientes. Yo he tenido mis historias de terror en relaciones. También he escuchado de otras mujeres con relaciones similares. Entiendo lo difícil que es romper, en algún momento parece ser más fácil vivir una vida desapasionada que terminar una relación en algún momento de nuestras vidas. Sé lo que duele y sin embargo lo hice. Varias veces.

Vivimos en un patriarcado donde las mujeres tenemos muchas más presiones que los hombres. Se nos enseña a estar agradecidas si tenemos pareja y más aún si no “es bolo y mujeriego”. Porque “todos los hombres lo son”. Debemos dar gracias si somos amadas y no alegar mucho. Como si esto fuera poco, existe permisividad a ciertas conductas masculinas, como si estos fueran no más que caballos desbocados sin capacidad de autocontrol.

–Las mujeres pagamos amor a cualquier precio– me dijo una amiga alguna vez. Hoy te llamo, mañana no. Hoy soy dulce, mañana te ignoro. Muchas más mujeres de las que nos atrevemos a admitirlo hemos cambiado seguridad y cariño por maltrato. Es muy fácil señalar a mujeres que sufren de abuso físico y se quedan allí, ¿pero cuántas no hemos aceptado abuso emocional? ¿Cuántas no nos hemos quedado años en relaciones donde somos ignoradas con tal de no sentir el vacío en el pecho que llevamos?

Regreso al momento con la caja sobre mis brazos y la espalda agotada. Veo mentalmente a mi ex y le respondo que no. Él aparenta ser la opción fácil, pero nada a cambio de mi libertad. Levanto la caja y me sigo mudando. Tomando sola las decisiones de mi vida. Creando y fortaleciendo mis espacios, llenando yo misma mis vacíos, para que mi próxima pareja me ame libre, decidida, fuerte y entera.

Astrid Lottmann
/

Casi Antropologa, coach de salud, luchadora y amada por la vida. Buscadora insaciable de la verdad y la luz. Emprendedora en el negocio de la comida saludable. La vida es un camino profundo y hermoso para aprender a ser mejores, hacerlo es obligación.


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COMENTARIOS

RESPUESTAS

    Alejandra Orellana /

    28/09/2016 9:25 AM

    Me encantó la publicación, considero que todos hemos vivido un etapa muy parecida a esta en nuestras vidas, pero como bien lo dices "Lo único que nos hace levantarnos es una especie de amor propio y fe en que las cosas van a mejorar."

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Lucy Esteban /

    27/09/2016 1:15 PM

    prefiero el sendero alux, prefiero naciones unidad, prefiero ir al interior, solo que me hace falta pisto.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Lissett /

    27/09/2016 12:59 AM

    Me gusta tu escrito. Dices verdades que solo quien las ha experimentado té entenderá. Podemos enfrascarnos en redefinir conceptos, pero basar nuestra autoestima en otros es entregar nuestra independencia. Abarcas más de un tema porque no solo las relaciones de pareja son el reflejo de la falta de autoestima, las creencias sociales también contribuyen a ello.
    Gracias por compartir tu experiencia.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Elías Archila /

    23/09/2016 9:44 AM

    Habrá que definir si efectivamente el término está bien empleado. El prefijo "co", implica que deberá ser más de un actor para que éste aplique, por ende, la "co-dependencia" debe necesariamente incluir a dos personas.

    La DEPENDENCIA hacia alguién es recurrente en sociedades como la chapina, en las que los valores inculcados desde la familia se han ido olvidando, tanto en la enseñanza, como en la práctica. La nota ejemplifica una problemática que se da comunmente en la sociedad guatemalteca (aunque raya un poco en el melodrama), sin establecer el empoderamiento de la mujer en el mero ejercicio de sus derechos (si está en una relación enfermiza es porque así lo quiere) y no la justificación, ni la "martirización" de la mujer en una sociedad que, si bien es eminentemente machista, ha dado grandes pasos hacia el reconocimiento de los derechos de la mujer.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Karen /

    22/09/2016 11:48 AM

    Me parece que falta sentido a la redacción, ya que el tema es la Codependencia. Me parece mas un desahogo. Saludos.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    alfonso villacorta /

    21/09/2016 8:04 PM

    no tiene mezquina idea de lo que es codependencia. usted fue víctima de acoso, abuso sicológico verbal, talvez físico pero fue una simple mierdependencia

    ¡Ay no!

    5

    ¡Nítido!

    Josue /

    21/09/2016 6:20 PM

    Buen articulo en general, pero veo un par de incoherencias que igual, como todo, están sujetas a un contexto y no son nada mas que opiniones. No busco pelea o confrontación, solo como observación.

    No veo la coherencia en luchar contra el amor romántico (común lucha feminista), luego esperar/exigir que se les llame todos los días y si no sucede tacharlo de maltrato.

    Ademas, de la misma forma en que dicen que uno como hombre no puede entender las presiones que viven las mujeres dentro de la sociedad actual, no creo lógico tampoco que una mujer pueda entender las presiones de un hombre en esta sociedad como para compararlas, como menciona la autora: "Vivimos en un patriarcado donde las mujeres tenemos muchas más presiones que los hombres.".

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Luis Lewis /

    21/09/2016 5:38 PM

    La codependencia es una adiccion - no a las drogas o el alcohol, sino a una relacion no saludable. En otras palabras, para sentirnos bien (o para calmar nuestro dolor or vacio interno), necesitamos estar con alguien... aunque nos maltraten o se aprovechen de uno.

    Por lo regular la semilla de una codependencia se siembra en nuestra primer relacion: con nuestra madre (o cuidador primario). En el articulo anterior de Astrid comente:

    "Si la meta es alcanzar "mucho amor propio y por los demás, y con mucha paz" recomiendo leer y entender acerca de la teoria del apego y del trabajo de John Bowlby y Mary Ainsworth. Aqui esta la clave de la felicidad.

    El secreto: empieza con nuestros padres desde recien nacidos! Lo que es NECESARIO Y ESENCIAL son padres estables emocionalmente que sepan validar los sentimientos de los hijos. (Un 'no llores, que no te pegue duro' es TODO LO OPUESTO a validar a un hijo.) "

    Cuando esa validacion no ocurre a temprana edad, esa necesidad no se disipa sino que se queda latente... Y muchas veces por tratar de llenar ese vacio que ni podemos identificar pero que quedo de la ni~nez, lo tratamos de llenar con la primer persona que nos endulza el oido. Y siempre una relacion codependiente se va a comformar de dos personas que 'algo' vienen acarreando de sus primeros a~nos...

    Hay un buen libro que ayudaria a muchas mujeres arrastrando este tipo de vacio: no digo el titulo porque nomada censura este tipo de comentarios pero la autora se llama Clarissa Pinkola Estés...

    ¡Ay no!

    1

    ¡Nítido!

    Jose Byron Gonzalez /

    21/09/2016 5:20 PM

    BIen por ti. Sin embargo, te aseguro que igual nos pasa a nosotros solo que no es socialmente aceptable mencionarlo (por si no, "no sos hombre si no mandas a tu mujer") mucho menos admitirlo.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!



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