Astrid Lottmann
Casi Antropologa, coach de salud, luchadora y amada por la vida. Buscadora insaciable de la verdad y la luz. Emprendedora en el negocio de la comida saludable. La vida es un camino profundo y hermoso para aprender a ser mejores, hacerlo es obligación.
Estamos parados sobre un planeta vivo
Astrid Lottmann / 16 junio, 2018
Basta que estornude para que todo se acabe. La tragedia ocurrida por la erupción del volcán de Fuego nos llenó de tristeza, pero también de esperanza.
Acerca de las crisis, la trascendencia, el dolor y la resiliencia
Astrid Lottmann / 9 abril, 2018
La palabra resiliencia viene del término latín resilio que significa “volver atrás, volver de un salto, resaltar, rebotar”. Y se define en la Real Academia Española como la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas. Además ha tenido diferentes definiciones según el campo en el que se utilice. Mi favorita es la definición en Mecánica: “la capacidad de un material elástico para absorber y almacenar energía de deformación”.
Reflexiones acerca del amor
Astrid Lottmann / 16 diciembre, 2016
Qué complejo y sencillo es el amor al mismo tiempo. A veces quisiera borrarme el cerebro como a un disco duro y empezar de nuevo. Borrar todas las creencias falsas que aprendí sobre el amor. Uno quiere que el amor no signifique vulnerabilidad, que no fuera un espejo que te enseña lo mejor y peor de ti. Uno quiere que el amor sea más que alguien llenando nuestros vacíos.
Cómo gané la guerra contra la comida y la imagen personal
Astrid Lottmann / 13 diciembre, 2016
La sensación de no pertenecer al cuerpo que te lleva y te trae a todos lados. Verte en el espejo con ojos críticos y quererte arrancar la grasa, las estrías, las imperfecciones. Sentarte a llorar frente al clóset abierto porque nada te queda bien. Ese amor-odio a la comida y el poder de ella sobre ti. Abrir la refri y comer lo que haya, con las manos, con un hambre y ansiedad incontrolables. Llorar frente al inodoro tratando de deshacerlo todo. El trago y la fiesta para tratar de olvidar. Todo eso ha pasado por este corazón.
Y sin embargo, soñamos
Astrid Lottmann / 10 noviembre, 2016
Fui a almorzar con un amigo budista a un lugar hermoso hace una semana. Conversamos largamente acerca de la vida, la naturaleza, el alma y otras cosas. Recogimos bellotas, subimos un cerro, vimos muchas especies de orquídeas y comimos delicioso. Atardecía cuando me dijo que algunas personas creían que los árboles conectaban el cielo con la tierra y que uno podía abrazarlos y pedirles que llevaran nuestros sueños al Universo o al Creador. Aún no sé cómo o de dónde me salió la pregunta: “¿Y cuáles son tus sueños?” Una interrogante profunda, difícil de responder y muy personal; pero él, rápidamente respondió: “iluminarme”, “¿en esta vida?”, insistí. “Sí, en esta vida”, aclaró.
Cómo le puse fin a la codependencia
Astrid Lottmann / 21 septiembre, 2016
Recuerdo muy bien el momento exacto cuando decidí dejarlo. Pronuncié entonces la frase que debía incendiar todo. –Que arda– pensé, y así terminó mi última relación. Es increíble cómo uno se puede confundir tanto. De ahí que sea necesario salir de uno mismo e intentar visualizar los propios comportamientos desde afuera. Así logré comprender que uno actúa en consecuencia a carencias, apegos o dependencias, y no a motivos racionales. Si asumimos los problemas de la vida desde nuestros vacíos pasaremos la vida de dependencia en dependencia.
Este es un post para pensar en la felicidad
Astrid Lottmann / 29 agosto, 2016
El humano y su eterna búsqueda de la felicidad. Cuando me interesé por entender de qué se trataba el Budismo tibetano, el maestro dijo: “lo que nos une a todos acá es que queremos ser felices”. Y es cierto, parece ser el denominador común en todos los esfuerzos religiosos, de sanación, profesionales o terapéuticos. Tenemos pareja para ser felices. Hacemos amigos para ser felices. Trabajamos, aunque a veces no disfrutemos del trabajo, para hacer dinero y ser felices.
¿Quiénes somos los tarados que repetimos taras?
Astrid Lottmann / 22 julio, 2016
Un peruano me enseñó el término "taras”. Se refiere a estas creencias o estereotipos falsos que todos tenemos y que están asociados a nuestra cultura. Una tara puede ser creer que los alemanes no se bañan. Claramente no es cierto –al menos no absolutamente– pero fue algo que en algún momento la sociedad tomó como realidad y replicó al punto que muchas personas lo creen sin cuestionarlo. Puede que haya surgido de una verdad o de una medio verdad en algún momento, pero el punto es que hoy en día mucha gente lo tiene grabado en el inconsciente y ni cuenta se da.
No somos iguales
Astrid Lottmann / 11 julio, 2016
No lo somos. Sí, tenemos las mismas capacidades para cumplir con diferentes tareas intelectuales, como las matemáticas, la política y otras competencias que equivocadamente asocian a lo masculino; pero no somos iguales. Es hormonal, los hombres tienen más fuerza física que nosotras; nosotras funcionamos por ciclos hormonales de treinta días y somos capaces de engendrar seres humanos en nuestros vientres. Un hombre puede embarazar a alguien y desaparecer, una mujer esta corporalmente comprometida durante nueve meses con el niño.
Para mi, Dios no es hombre
Astrid Lottmann / 8 junio, 2016
En mis años de estudio de antropología cultural conocí muchas religiones de diferentes culturas. Una de las cosas que más llamaron mi atención fue que en casi todas las religiones pasadas se encontraba la adoración a lo masculino y lo femenino, al sol y la luna, a el Dios y la madre, etc. Sin embargo, en la religión en que fui criada la figura de Dios siempre fue masculina: Dios Padre e Hijo.