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Si la moda se volvió feminista, ¿es el fin del futbol en los restaurantes?

¿Cuál sería el humor de los hombres si todos los domingos de la vida tuvieran que ver desfiles de moda en los almuerzos en los restaurantes o en sus casas? Y además hubiera una vieja loca narrando a todo volumen cada vez que sale una modelo de esas flacas que todas son iguales a la anterior.

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El performance ayer durante la pasarela de Chanel.

Foto: Chanel.com

Quizás algunos se acostumbrarían y acabarían por agarrarle el gusto. Hombres llevando sus camisas más fashion los domingos. Toda la familia vestida de la misma línea de Zara cuando haya pasarela de Zara o de la Megapaca cuando les toque exponer ese domingo o a esa hora del domingo. En realidad sería una mierda. Pero tal vez no estamos muy lejos de que ocurra. Eso si tomamos en cuenta lo que pasó ayer en una pasarela de Chanel en París. Antes de seguir, uno tiene que saber qué es Chanel. Chanel No. 5. Y para explicarlo, no hay nadie mejor que quien lo inmortalizó un 7 de abril de 1952: Marilyn Monroe.

 – ¿Qué te pones para ir a la cama?

 – Unas gotas de Chanel No. 5.

(Acá el video, subtitulado y traducido por Rocío Argueta, de Nómada.)   Chanel es la casa de moda más famosa del mundo. La clásica. La elegante. Aunque también la revolucionaria. Su fundadora, Coco Chanel, fue la que quebró la idea de que las mujeres se podían vestir sólo de vestidos (los clásicos largo 50 de Dior) y fue la primera que puso de moda un pantalón y le dio a las mujeres otra opción de «feminidad». Toda una revolución en un mundo de hace cien años (1920). Ayer, en París, su sucesor en Chanel, el diseñador Karl Lagerfeld, se subió a la onda con una pasarela que acabó en un performance de una manifestación feminista, con carteles como «la historia es la historia de ellas», «los derechos de las mujeres están muy bien», «los hombres deberían quedar embarazados», «feminista pero femenina», «hacé moda, no la guerra» y un apoyo a la campaña de la ONU y Emma Watson de «he for she» (él por ella), que pide a los hombres a sumarse al feminismo. Emma Watson (Hermione de Harry Potter) mandó un mensaje al mundo hace diez días, que en Nómada resumimos en dos frases:  «El feminismo quiere la igualdad de oportunidades y derechos entre hombres y mujeres». Y «si apoyas esa igualdad, tal vez eres feminista sin saberlo«.

Para la mayoría de mujeres, es incomprensible por qué el mundo del futbol es tan importante e influyente para los hombres. Es noticia si Maradona consume cocaína o si Cristiano Ronaldo es un pedante pero ayuda a los niños de Gaza o si Messi no saluda a un niño ni paga impuestos. A mí me parece importante que el Atlético le gane al Real y al Barça porque envía un mensaje al mundo que el trabajo en equipo puede más que los millones de dólares. O que si Evo le pega un rodillazo en los huevos a un trabajador suyo, eso refleja que el presidente boliviano, como persona, es un nimio. Y todo esto no quita que ver futbol los almuerzos de los domingos sea una mierda. Así como el futbol es importante para los hombres, la moda es importante para las mujeres. E influye sobre las mujeres. Todavía no entiendo a cabalidad por qué –a pesar de que mi pareja es diseñadora de moda y fashionista (aunque lo niegue)– pero influye. Miren a su alrededor y vean cómo en los últimos 5 años volvió a estar de moda el color fluorescente. Ese de los 80 que odiábamos durante los 90 y los dosmil. O cómo ahora están de moda las tights para las mujeres sin ponerse un suéter alrededor de la cintura que en los 90 las "protegía" de que se les vieran las nalgas. O como alpargatas rojas y shorts blancos ya no son sólo de niñas. Ah, y ese es otro punto que he aprendido después de ir a ver la obra de teatro Monólogos de la vagina y de tener una pareja y amigas fashionistas: las mujeres no se visten para agradar a los hombres. No. Se visten para sí mismas y en todo caso para competir entre ellas. Y creo que están al tanto todas las semanas de la moda para saber más o menos por dónde va la cosa, pero siempre intentan vestirse en algún detalle diferente, ponerle su toque «artístico» a la combinación de ropa. Sí. Son extrañas para nosotros.

¿Y si la moda se convierte en feminista?

Regresemos a lo que pasó ayer en París. ¿Cómo interpretamos que Chanel apoye ahora el feminismo? «El comportamiento de la moda tiene enormes repercusiones en las mujeres de todo el mundo; desde la manera en la que trata a las mujeres trabajadoras en las maquilas y los almacenes hasta el impacto en la manera en la que nosotras nos sentimos sobre nuestros cuerpos y sobre nosotras mismas. Me gustaría que la moda asumiera esa responsabilidad seriamente», escribía en un post Lucy Cosslett, en The Guardian. Quartz aportaba que no importaba si el diseñador Lagerfeld, el de Chanel, en realidad ha sido un macho; lo importante es que incluso él captó el mensaje de Emma Watson, sobre la necesidad de que los hombres se unan a la causa de los derechos de las mujeres. Campaña, por cierto, en la que Nómada también acompañará a ONUMujeres, como lo hace con la campaña de Beijing+20. Tributo a Bárbara Kruger. Diseño: Lucía Menéndez Para el Guardian, Chanel lo hizo sólo porque «el mercado decidió que el feminismo es cool. Y el mercado manda». Para la revista de moda Vogue, el feminismo está de moda porque está absorbiéndolo de la sociedad. «La moda es un organismo con una inteligencia colectiva innata. Sus imágenes registran lo que está pasando en el mundo exterior. Está reflejando un acuerdo de que las mujeres deben vestirse como quieren. La pasarela de hoy fue la manifestación de que la moda va de la mano con el feminismo». Aunque para algunos sea irrelevante o para otras sea convertirlo en «light», para muchos sí es importante que el feminismo se expanda. Que, como dice Jane Fonda, una feminista en 2014 sea como Watson, veinteañera, pilas, segura y que pueda usar pintalabios rojo si quiere. En realidad todavía no sabemos cuánto impactará en la igualdad entre hombres y mujeres lo que hizo ayer Chanel. Ojalá que tanto como lo que hizo Emma Watson. Ojalá que tanto como cuando este mes la NFL (la liga de futbol americano) expulsó a un jugador por un video de una agresión contra su novia. Porque el feminismo al final no pretende apagar televisiones con futbol los domingos y es un estereotipo la dicotomía moda versus futbol. Eso es irrelevante si lo comparamos con la emergencia nacional que provoca la creencia de que las mujeres están en este mundo para servir a los hombres. En Guatemala, por esa creencia, cada día hay por lo menos 135 violaciones (y embarazos) de adolescentes. Por eso, aunque sea desde ángulos muy lejanos, es valioso que Chanel ponga un cartel para recordar que no cambiaremos esta realidad de injusticia a menos que todos, hombres y mujeres, nos convirtamos en feministas.

Martín Rodríguez Pellecer
/

(Guatemala, 1982.) Es el fundador de Nómada. Fue director y CEO entre 2014 y 2019. Es guatemalteco, perseverante y alegre. En 2020, cedió parte de sus acciones a trabajadores, periodistas de prestigio y vendió el resto a uno de sus maestros, Gonzalo Marroquín. Fue periodista 20 años y ahora se dedica a hacer consultorías para personas, instituciones y empresas. Es políglota y escritor. @revolufashion


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COMENTARIOS

RESPUESTAS

    ANONIMO /

    30/10/2014 9:28 AM

    […] Y un canal de fútbol por supuesto, como se quejaba Martín. […]

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Pedrito Lagerfeld /

    05/10/2014 11:18 PM

    A la que cool, yo quiero ser fashionista tambien jeje

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Roberto Aguilar /

    02/10/2014 8:18 AM

    Martín:

    Estoy de acuerdo en la lectura del performance, respecto de cómo empieza a permear a diferentes ámbitos sociales, es definitivamente un termómetro que marca que sigue en auge, es positivo. Sin embargo a mí parecer la moda está siguiendo la corriente por motivos mercadológicos, más que ideológicos; el problema es que desde estos espacios aún se sigue dictando la estética con poca inclusión, marcando una diferencia entre lo que es bello y lo que no lo es, dictando a la sociedad, tanto a hombres y a mujeres, qué deben de apreciar como belleza: estatura alta, figura delgada, piernas largas, rasgos físicos muy parecidos entre ellas (y quizás podría decir que eurocéntricos); en general se dicta prácticamente una raza bella que excluye a la otra que es diferente, y ésta última aspira a ser como la primera a través del consumo de los productos que venden para hacerlas más parecidas. A mí me surge la pregunta ¿qué representa el modelaje? El trabajar el cuerpo para desarrollar su físico conforme a ciertas especificaciones, acompañado de ciertos productos para darle una ayudadita al cuerpo y así pueda ser hermoso; me parece ser uno de los puntos torales de la cosificación del cuerpo.
    Entonces, mi planteamiento es que a pesar de ser una buena señal para la búsqueda de la equidad de géneros, debemos ser críticos para analizar el contexto de donde proviene y hacer notar que del espacio de la moda puede que vengan muchas de las cargas y ataduras sociales para la mujer y el hombre (también digo el hombre porque se ve afectado al serle impuesto el concepto de belleza).

    Muy buen artículo, el suceso fue interesantísimo y trae a la palestra mucha discusión.

    Saludos.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Ana Lilian Silva Braham /

    01/10/2014 10:46 PM

    Es una maravilla que una nueva generación de mujeres, esté re-tomando la idea del feminismo, como un valor personal, y que entiendan que " el odio hacia el hombre" es un feminismo mal entendido.
    Hay que seguir escalando posiciones políticas, económicas y culturales, basados en nuestro conocimiento, y capacidades.
    Se les felicita.
    Ana Lilian Silva

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Avatar
    Jefferson Velásquez /
    01/10/2014 10:33 AM

    No entiendo por qué borraron mi comentario anterior.
    Bueno...

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!



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