Fredy Peccerelli es un antropólogo forense. Se dedica a interpretar los huesos de las personas para determinar las causas de su muerte. Son indispensables para buscar la verdad sobre los últimos instantes de la vida de las personas, sea antes de una masacre o en una crisis humanitaria, como la actual del Volcán de Fuego. Peccerelli, director de la FAFG, cree que para estar en paz, saber la verdad es tan importante como hacer un duelo. Y para evitar repetir errores como los de hace 12 años en Panabaj, urge al Gobierno de Jimmy Morales que todavía no declare camposanto a las aldeas ‘borradas’ por el Volcán.
Fueron 187 los cadáveres rescatados en 2005 en el cantón Panabaj, en Santiago Atitlán, en Sololá. La madrugada del 5 de octubre ocurrió la gran tragedia de ese año, cuando Óscar Berger era presidente de Guatemala. Las lluvias provocaron un desprendimiento de tierras en las faldas del volcán Santiaguito que terminaron en un deslave que arrasó con el pueblo completo. Berger declaró campo santo al pueblo seis días después del desastre. Esto dificultó muchísimo las búsquedas. De los fallecidos, 81 fueron rescatados por los socorristas y 106, por la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG), una de las dos fundaciones de su rama más grandes de América Latina.
Fredy Peccerelli, director y fundador de la FAFG, estuvo en 2006 en Panabaj. Y asume que pronto estará en la zona cero del volcán de Fuego, de donde los socorristas han rescatado 109 cadáveres hasta el 8 de junio. Peccerelli advierte sobre todos los mitos que se generan alrededor de los cuerpos de las víctimas soterradas y las enfermedades que en el imaginario de la población o los gobernantes podrían contagiar a los vivos, como el hepatitis A y B o el VIH. Esto es falso.
– ¿Cuáles son las similitudes que observa del deslave del volcán Tolimán sobre Panabaj y la erupción del volcán de Fuego sobre la comunidad de San Miguel Los Lotes?
– Hay tres similitudes claras observadas por la Fundación. La primera es que en ambos casos la población afectada vive en un lugar de alto riesgo, en el que no debería de estar. Los dos lugares presentaron desplazamientos de tierra, rocas y árboles a velocidades rápidas que tomaron a la gente de sorpresa. La segunda es la reacción inmediata después de la emergencia. En las dos situaciones se priorizó el rescate de personas con vida y la ubicación de sobrevivientes en albergues, que generalmente se hace de manera desordenada. Y la tercera es que, de existir, la búsqueda de cuerpos a largo plazo requiere de personal multidisciplinario forense para hacerlo.
– En el caso de Panabaj, ¿qué ocurrió cuando el lugar fue declarado camposanto seis días después?
– El 11 de octubre, oficialmente, fueron detenidas las tareas de rescate. La decisión de las autoridades fue que sería un foco infeccioso para la población porque, según ellos, los cuerpos ya estarían en avanzada descomposición y sería imposible identificarlas. El presidente Berger, con el consenso de las autoridades, se hizo presente y firmó un acta que declaró el área un campo santo. Todo en contra de lo que las familiares deseaban, que era inhumar a sus seres queridos.
– ¿Qué significa que un lugar es un camposanto? ¿Cuál es el procedimiento para el manejo de ese espacio?
– Técnicamente significa cementerio. Pero también significa que queda prohibida la recuperación de cuerpos del lugar, que no se pueden sacar sin la orden de un juez, o autoridad competente. En el caso de Panabaj, un juez dio la autorización de realizar los trabajos de búsqueda y exhumación. En Panabaj, con la declaración de camposanto, echaron cal en la superficie y envenenaron a los perros, como una medida de evitar que estos se comieran a los cuerpos, lo cual no fue adecuado. Sí tengo claro que se debe restringir el acceso para no poner en riesgo a más personas, salvo los expertos que conozcan de cómo conducirse en el área.
– ¿Es peligrosa la descomposición de los cuerpos para las personas que están en el sitio?
– Existe la confusión de que el área se pueda volver un lugar que represente un riesgo de enfermedades como hepatitis A y B, VIH y otras enfermedades contagiosas. Pero después de 72 horas estos riesgos no existen. Los cuerpos no explotan ni transmiten enfermedades.
– ¿Cómo se puede trabajar la antropología forense sobre una escena de este tipo sin tener la cantidad de personas desaparecidas?
– Se debe hacer una investigación multidisciplinaria forense: contar con un equipo de investigación de las víctimas y entrevistar a cada familia para entender quiénes son las personas que faltan o fallecieron, para hacer un perfil antemortem (previo a la muerte) de cada víctima. De esa forma, se generan genealogías para llegar a establecer a cuántas personas se busca en general. También será necesario tomar muestras genéticas de los grupos familiares para cuando se encuentren los cadáveres se puedan hacer cotejos para su eventual identificación.
– ¿Cuál es el proceso de recuperación que sigue la FAFG en casos como este?
– Simultáneo a las entrevistas con los familiares, un grupo de arqueólogos forenses hace una estrategia para recuperar los cuerpos. En este caso, como en Panabaj, es necesaria la utilización de maquinaria pesada como excavadoras con cucharas sin dientes y camiones de volteo. También se necesita un área para depositar la tierra y desechos, y un área restringida para el cuidado y resguardo de los cuerpos, mismo que serán analizados por antropólogos, odontólogos y médicos forenses.
La recuperación requiere que los expertos hagan una limpieza y documentación y que se hacen mapas detallados para explicar cómo fueron hallados los restos. En este proceso se necesita el apoyo de bomberos y otro personal que colabore en el traslado de los cuerpos a la morgue. Ese espacio debería de estar en el lugar o cerca, y con personas especialistas como médicos, odontólogos, antropólogos forenses, y expertos en dactiloscopia [en huellas dactilares] para hacer las identificaciones. Si todo esto falla, se establece el perfil de las víctimas, y deberá tomar muestras de hueso para comparar el parentesco con las familias que sobrevivieron y así establecer identificaciones genéticas.
Esto requiere de expertos en genética forense, que tengan experiencia en el procesamiento de muestras de familiares, como pueden ser saliva o sangre, y muestras de hueso o dientes de cuerpos, para extraer el ADN y hacer las comparaciones respectivas en distintos softwares que facilitarán la identificación. La FAFG cuenta con un comité de identificaciones, que es el único ente que las autoriza.
– ¿Cuánto tiempo esperan antes de empezar con la labor de búsqueda de restos? (Especialmente en un lugar de riesgo como las faldas de un volcán activo)
– En el caso de Panabaj también se trabajó en las faldas de un volcán, pero este no estaba activo. En el caso del volcán de Fuego sabemos que los flujos piroclásticos [avalanchas de ceniza caliente] llegan a temperaturas muy altas. La búsqueda de restos como primera regla es la de no poner en riesgo la vida de más personas.
En el volcán de Fuego tendríamos que hablar con expertos en vulcanología del Insivumeh y Conred para evaluar riesgos de deslaves, derrumbes, corrientes de lava, etcétera; hacer una planificación adecuada que tomé cuenta que la búsqueda debe realizarse y rápido, y así evitar que el tejido blando se descomponga y se pierdan rasgos físicos.
El tiempo de realizar los trabajos de recuperación debería depender únicamente del momento en que ya el suelo se encuentre frío y sin riesgos de corrientes piroplásticas o deslaves. Sería adecuado esperar hasta que termine la época lluviosa, si es que este trabajo se va a realizar, quizás será mejor esperar, así dará la oportunidad de búsqueda de recursos, permisos y alianzas estratégicas.
– ¿Cuánto tiempo dedican a esa labor de búsqueda? ¿Existe un máximo de días o meses, antes de terminar de buscar para siempre?
– La política de la FAFG ha sido si existe el deseo y necesidad de los familiares para recuperar a sus seres queridos, si el riesgo es manejable y el recurso está, se hace hasta que se exploran todas las áreas. Se busca cuerpos enterrados en lugares en donde se sospecha pueden estar atrapados. En Panabaj se hizo la búsqueda por seis meses en la parte de excavación, exhumación, análisis e identificaciones, y el proyecto en total duró un año ya con la elaboración de informes para el juzgado que nos había autorizado la investigación.
– ¿Por qué es importante recuperar estos restos, aunque pase algún tiempo desde su fallecimiento?
– Algo que nos diferencia como humanos (de otros animales) es que necesitamos despedirnos de nuestros muertos. Las prácticas funerarias son importantes para todas las culturas y religiones. Es importante para los sobrevivientes para darle un entierro digno a sus muertos y saber exactamente qué pasó.
Aunque este sea un desastre natural, siempre se tiene la esperanza que sigan con vida, hay casos en donde los familiares soñaban con que su hijo siguiera con vida, como un niño que se le escapó de la mano al padre en medio del deslave, y aun así tenía la esperanza que estuviera con vida en Estados Unidos. Estos casos causan un rompimiento, una ambigüedad, y por eso es importante el reconocimiento de que la persona está muerta, tener el cuerpo y decirle adiós adecuadamente. Además que tener un lugar en donde rendir tributo, no solo por las implicaciones sentimentales y culturales, también hay repercusiones a nivel legal: el conocimiento de la verdad es tan importante como el cierre del ciclo de duelo.
– ¿Qué se puede conocer al examinar los restos recuperados y cómo ayuda a los familiares?
– Al examinar los cuerpos también se puede conocer la causa de muerte, aunque no en todos. A veces se puede reconstruir los últimos minutos de sus vidas como que una persona se escondió debajo de una cama o la familia se juntó en una esquina. Esto nos ayuda a entender y a generar paz y descanso.
Es de suma importancia considerar un lugar temporal de velación para que los familiares tengan el tiempo digno para velar. En estas emergencias, no se suele dar el lugar ni el tiempo a los familiares para que se despidan de sus seres queridos.
– ¿Cuál fue la lección más difícil de Panabaj que podría aprenderse para la comunidad San Miguel Los Lotes?
– Para poder trabajar en el área de Panabaj, (como FAFG) tuvimos que esperar 13 meses. Tuvimos que esperar una orden judicial por ser un camposanto, y buscar fondos para hacer la recuperación de los cuerpos. De ese rescate, los familiares seguían con la incertidumbre de sus seres queridos y una mujer resumió lo que sentían: ‘desde el día que mi hermana se fue, lloro todos los días, me siento triste porque no sé en dónde está ella, no tengo en donde dejarle flores, no sé si mi familia estará descansando. Yo quiero saber que mi familia está descansando tranquila, entonces estaré en paz yo también’.
Edgar González /
Sencillamente quieren ocultar la magnitud de la tragedia, el gobierno, pues quedará más que demostrada su incompetencia y favoritismo a la hora de colocar a sus allegados en puestos verdaderamente importantes y de gran valía para sacar adelante a nuestra Guatemala, es ocultar que fueron y son una partida de mediocres oportunistas que con declarar que no se pueden recuperar más cuerpos se desconozca la magnitud del homicidio comunitario que provocaron. No permitamos que se desconozca la verdad y que cada quien sea declarado responsable por sus actos y por su falta de valía para actuar cuando debió hacerlo. Justicia, simplemente justicia.
Issac David /
Pienso que es difícil entender el proceder de las autoridades de la CONRED, son muy ignorantes e incapaces aunque el secretario ejecutivo ostente el grado de coronel ese grado no vale nada.
El presidente Inmorales estuvo en el Hall y no se graduó..
El realizo un pacto y compromiso con los militares de Avelmigua y logró su candidatura…
¡En Guatemala solo tenemos gobiernos de corte militar!!!
Miguel luis /
Que gran labor la de esta institución reconocida a nivel mundial. Esperemos la tomen en cuenta para la recuperación de los restos humanos para luego ser sepultados dignamente y cerrar el ciclo del duelo de los sobrevivientes. Por cierto Gladys Olmstead, yo también creí que se decía piroplástico y no, hasta hace poco me enteré que lo correcto es decir (y escribir) piroclástico.
Oswaldo Flores /
Si, el mediocre director de este medio creo que tambien ya se entero yo lo puse en su venenoso articulo donde dice piroplastico mediocre director.
Guillermo /
Oswaldo,
se ve que te corre veneno en lugar de sangre o...quizás solo estás bailando al compás de la música de tu organillero?