Audios relacionan a Sandra, Alejos, el Rey del Tenis, al magistrado Comte, a Blue Oil y a diputados

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El viernes 6 de septiembre a las 4 de la tarde, el nivel 14 de la Torre de Tribunales se quedó en silencio para escuchar la primera conversación que el MP presentó para demostrar la culpabilidad de Sandra Torres en un caso de financiamiento no registrado. La acusada se acomodó en la silla y le dio un sorbo a su botella de agua.

Alguien identificado como Juan Luis Rodríguez González hablaba con Gustavo Alejos sobre la necesidad de que la candidata de la UNE alcanzara la presidencia en la contienda del 2015.

–La gran púchicas, otros cuatro más... está complicado, ya no vamos a estar vivos. Necesitamos fortalecerla.

Sandrita, Sandra, la Señora, la Candidata. Así era conocida Sandra Torres en el círculo de empresarios, políticos, exfuncionarios y financistas que impulsaron su campaña política en el 2015. Una contienda en la que obtuvo más de 1.3 millones de votos en segunda vuelta. La cifra parece elevada pero fue insuficiente para que ella ocupara la silla presidencial con la que ha soñado por años.

Hace cuatro semanas, Sandra Torres pasó una de sus noches más tristes: Alejandro Giammattei fue electo como presidente del país y ella apenas tuvo valor para pronunciarse a través de un tuit en el que agradeció los votos obtenidos.

Agradezco de todo corazón la confianza depositada en nuestro proyecto a todos los guatemaltecos que votaron por una Guatemala de bienestar y progreso para todos. Hoy, es momento de la unidad. Cuenten conmigo. #PorTiYTuFamilia #GuateNosUNE pic.twitter.com/w3VOwp4znR

— Sandra Torres (@SandraTorresGUA) August 12, 2019

La justicia interrumpió el retiro en el que la candidata se sumergió, para pedirle cuentas por las supuestas anomalías que ella y su partido habrían cometido durante la campaña del 2015.

Esta última semana fue capturada y compareció el viernes 7 de septiembre como acusada ante la jueza Claudette Domínguez.

En una sala llena de periodistas, cámaras y micrófonos, el Ministerio Público reprodujo más de 100 llamadas telefónicas en las que ella, junto a Gustavo Alejos y otros operadores discutían formas de recaudar fondos para la campaña y ocultarlos de los registros de financistas que se presentan al TSE.

Desde 2018, la CICIG identificó la manera en que la UNE consiguió fondos de manera ilícita y no los reportó al TSE, como establece la Ley Electoral y de Partidos Políticos.

Las conversaciones fueron escuchadas durante la audiencia de primera de declaración y parecen llamadas aisladas, incluso irrelevantes, si no se toma en cuenta el contexto de la investigación presentada en febrero de este año por la Fiscalía Especial Contra la Impunidad y la CICIG.

En realidad, el MP y la CICIG investigaban al empresario y excandidato a la vicepresidencia Mario Leal por un caso de tráfico de influencias. Así fue como identificaron y rastrearon los movimientos de la entidad MAARIV, S.A. La sorpresa fue que esa empresa también operaba como centro de recaudación de recursos financieros para el partido UNE.

Haciendo relaciones entre nombres, representantes legales, cheques, escuchas telefónicas y cuentas bancarias identificaron a MAARIV, S.A., Promotora de Recursos Habitacionales S.A. (PROHABSA) y al Grupo Empresarial San Felipe S.A. (del diputado Julio Ixcamey, actual financista del partido) como entidades recaudadoras y administradoras de recursos externos al partido. A través de estas empresas y documentos ilegítimos engañaron al TSE, al menos por algunos años.

A pesar de que el caso llegó al delito de financiamiento ilícito, los señalamientos contra Sandra Torres son por financiamiento no registrado.

Los audios que se escucharon en el Juzgado A de Mayor Riesgo duraron alrededor de cuatro horas. Uno tras otro deja evidencia de cómo Gustavo Alejos llamaba a exmiembros y actuales miembros de la UNE: a Sandrita, a Roberto López Villatoro (alias el Rey del Tenis), al empresario Mario Leal, a Juan Luis Rodríguez González, a Ana Graciela López Gálvez, a “Henry” Comte, a Cecilia Palomo, a Giovanni Maldonado, a Daniel Rodríguez y otros personajes no identificados.

Les pedía favores: horas de vuelo, recursos para la campaña, pactaba reuniones, pedía facturas, consultaba los mecanismos para ocultar los recursos al TSE.

***

El 6 de mayo, Gustavo Alejos sostuvo una conversación con Ana Graciela López Gálvez, exgerente de la empresa de hidrocarburos Blue Oil. Su nombre también figura en el expediente del caso Cooptación del Estado, en el cual fue acusada de financiamiento ilícito a favor del Partido Patriota (PP).

– ¡Ana Graciela!
– ¡Qué dice Gustavito!
– ¿Cómo anda para las cuatro? ¿está muy ocupada?
– No, ¿pero de qué querés que hablemos?
– Nos vamos a juntar con Mario ahorita a las tres y a las cuatro nos vamos a juntar con dos gentes más que nos están ayudando.
– Ok, para coordinar.
– Sí, porque póngase, para el tema de Blue Oil a mí me interesa que usted esté.

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Sandra Torres miró a su abogado, bajó la mirada y se acomodó el pelo cuando escuchó por primera vez el nombre de Roberto López Villatoro, el Rey del Tenis, procesado por el caso Comisiones Paralelas. Gustavo Alejos se comunicó varias veces con él para pactar entrega de facturas para una empresa de plásticos que contribuyó a la campaña de la UNE.

– Gustavo Alejos: ¿Qué pasó Robertío?
– Roberto López Villatoro: Ya voy en camino.
– GA: ¿Ya vas para allá? Yo ya solo paso a la Cámara de Industria.
– RLV: ¿En cuánto tiempo nos vemos?
– GA: Llegaría como a las siete y cuarto o siete y media.
- RLV: Ah, entonces le voy a avisar a mi hermana, como ella lleva el collar para las facturas de los Plásticos Latinoamericanos. Entonces le digo a las siete y media.

Plásticos Latinoamericanos es identificada como una empresa de productos plásticos publicitarios en la que la hermana de López Villatoro funcionaba como enlace. Alejos habla de facturas de al menos Q1.5 millones para esta empresa pero no figuró en los reportes de gastos de campaña.

Sin grilletes en las manos, Sandra Torres se veía más tranquila. Hacía apuntes en varias hojas, jugaba con el lapicero que tenía entre los dedos, se acomodaba el pelo con frecuencia, se rascaba la frente, tomaba agua e intentaba conservar un rostro sereno.

Su semblante se endureció levemente cuando el auxiliar fiscal que describía las escuchas telefónicas anunció una conversación entre Gustavo Alejos y una persona que utilizaba un número registrado a nombre de Comte y Font Servicios, un bufete asociado al actual magistrado suplente de la Corte de Constitucionalidad, Henry Comte Velásquez, según una publicación de CMI.

– Aló
– ¡Aló, Gustavo!
– Hola Henry, ¿cómo estás?
– Bien y vos, ¿qué tal?
– Bien, gracias a Dios, esperando que nos den la cita ahí, pero dice que Ana Graciela está cobrando ahí.
– Sí, cabal.
– Ah, pero de todas maneras deberías recibirnos vos, con Mario.
– Con gusto, ¿cuándo?
– Déjame preguntarle a Mario qué día tiene libre. Pero, ¿Mario no llegó ahí con vos o solo Ana Graciela llegó?
– Entiendo que llegó él.
– Pero ella ya está por cobrar estos días, me dijeron.
– Se le están dando 20.

***

A eso de las 18 horas, el Ministerio Público reproducía oficialmente una llamada entre la excandidata Sandra Torres y Gustavo Alejos, una conversación que se hizo pública meses atrás y que, lejos de desmentir, el partido verde acusó de un intento por perjudicar la imagen de la candidata.

- Gustavo Alejos: Gabriel Guerra ya ofreció también hoy
- Sandra Torres: ¿Ah sí?
- GA: Sí, él va a dar 40.
- ST: Ah, ¿de veras?
- GA: Sí, el martes tenemos almuerzo con él.
- ST: ¿40 mensuales?
- GA: No, cuarenta millones.
- ST: ¿Tanto va a dar?
- GA: Sí.
- ST: ¿En serio?
- GA: ¡Por Dios!
- ST: ¿Tanta plata tiene, pues?
- GA: Ahh sí, Sandrita.
- ST: A la gran púchicas, yo me asusto cuando escucho esas cantidades, usted.

Las intercepciones hacían mención a Carlos Gabriel Guerra Villeda, empresario y constructor procesado en el caso Cooptación del Estado por los delitos de asociación ilícita, financiamiento electoral ilícito y cohecho activo. Más adelante, otro audio hacía referencia al exdiputado y farmacéutico Carlos Gil como otro de los financistas que Alejos lograba reclutar.

***

Durante cuatro horas fueron escuchadas conversaciones de Sandra Torres, Gustavo Alejos y personas cercanas al partido y al financiamiento que recibieron en 2015. En el Juzgado A de Mayor Riesgo escuchaban Nadia y Teresa de León Torres, hijas de la excandidata; el diputado Jorge Vargas, también señalado en ese mismo caso.

En los audios varios miembros de la UNE hablaban de sus mecanismos para captar fondos para la campaña electoral. Recursos que nunca fueron reportados al TSE. Entrega de facturas, uso de helicópteros, dinero para recursos publicitarios, reuniones con empresarios, dueños de farmacéuticas y potenciales financistas.

En Sandra Torres hubo un ligero aire de vergüenza cuando escuchó, en más de una ocasión, las conversaciones que sostuvo con Gustavito Alejos.

–Yo la miro muy bien, va bien, vamos a ganar.
– Primero Dios, Gustavito.

La jornada de escuchas telefónicas terminó, no porque se agotaran los audios recopilados por el MP, sino porque la jueza decidió suspender la audiencia a las 21:23 horas. Para entonces, el rostro de Sandra Torres era una mezcla entre cansancio, preocupación y tedio.

Sandra Torres junto a su abogado Eduardo Velásquez.

“Usted, Sandra Julieta Torres Casanova…”

El ceño fruncido dominaba el rostro de Sandra Torres hasta que escuchó en un audio cómo Mario Taracena y Gustavo Alejos se quejaban de que “para los que la conocemos, sí quiere huevos trabajar con Sandra”. Se le escapó una sonrisa.

No obstante, no pudo sonreír durante los minutos que Antonio Aldana, el fiscal sentado frente a ella, le describía todos los hechos que la habían llevado hasta ese punto de la justicia.

“Usted, Sandra Julieta Torres Casanova...”, así empezó la acusación del MP.

Así, el fiscal comenzó a mencionar los nombres de Mario Leal, un empresario prófugo de la justicia. Gustavo Alejos, implicado y procesado en cuatro casos de corrupción. Los exdiputados Carlos Enrique López (prófugo), Julio César López Villatoro (prófugo), Guillermo Sierra (capturado) y tres diputados que gozan de derecho de antejuicio.

Todos ellos, bajo la dirección de Torres recorrieron los departamentos de Guatemala, Alta Verapaz, Quiché y Huehuetenango para recaudar y distribuir aportaciones para gastos de la campaña electoral del año 2015 de la organización política UNE. Conseguir recursos para una campaña no es delito, lo es ocultar el nombre de los financistas al TSE.

El fiscal continuaba diciendo que ella “valiéndose de su alta jerarquía y poder” delegó esas funciones a tres operadores: Mario Leal, Gustavo Alejos y Karina Paz.

En ningún momento, Sandra Torres asintió o negó con la cabeza las imputaciones del MP. Eso sí, escuchó los señalamientos, se colocó un par de anteojos y apuntó en una hoja de papel todos los detalles que quiso.

En carpetas guardadas en cuatro cajas iban archivados todos los medios de prueba (actas, documentos originales, copias y archivos capturados) que la FECI logró recopilar para sustentar esa acusación.

Sandra Torres en uno de los momentos de la audiencia sobre se comenzaron a reproducir audios como evidencias.

El contraataque de la UNE

Su nombre aún no había sido mencionado en las escuchas telefónicas cuando la diputada Karina Paz, quien ocupaba una de las sillas en la audiencia, se levantó. La ahora secretaria general del partido estuvo presente durante la mañana, justo después de anunciar en una conferencia de prensa dos acciones legales.

Una de ellas fue un amparo presentado ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ) para evitar que avance cualquier trámite para la cancelación del partido. Y la otra: una denuncia en contra de los fiscales Juan Francisco Sandoval y Andrei González, por abuso de autoridad.

“Nosotros lo que hicimos fue informar, dar un aviso, con relación a una situación que tuvimos conocimiento, a nosotros de ninguna manera nos corresponde, en todo caso es a la autoridad administrativa electoral”, declaró al periódico La Hora el fiscal Sandoval, quien suma ya más de 20 denuncias penales en su contra. A pesar de todo, dijo estar tranquilo por hacer su trabajo, aunque intente ser deslegitimado por los acusados.

–La UNE sale nítida de la auditoría de 2015, ni multas; nos pusieron 21 hallazgos, desvanecimos todos, no tuvimos ninguna multa y la auditoría aprobada y resuelta favorable por el pleno de magistrados. Es por ello que en el año 2017, cuando intentan cancelar la UNE, el pleno de magistrados rechaza la cancelación porque no procede volver a auditar un período que ya fue auditado, dijo el diputado Carlos Barreda durante una conferencia de prensa en la que se sentó al lado de Karina Paz y estuvo acompañado del resto de miembros de la organización.

Del grupo que ofreció la conferencia, solo la diputada Karina Paz se presentó a la sala de audiencias. De haberse hecho presentes, Carlos Barreda y Orlando Blanco habrían escuchado también sus nombres en las conversaciones. Su respaldo lo manifestaron a través de un breve comunicado publicado el 2 de septiembre.

NO A LA JUDICIALIZACION DE LA POLÍTICA pic.twitter.com/NNuhRHLnMS

— UNE (@partidoune) September 2, 2019

Rumbo a Mariscal Zavala

A las 21:23 horas, la jueza Claudette Domínguez se levantó de su silla y dio por concluida la jornada que duró más de 10 horas. Vinicio Salvatierra, el abogado defensor, pidió la palabra para solicitar de nuevo que Sandra Torres pudiera ser trasladada a un centro médico privado, con tal de no pasar una noche más en prisión.

El abogado Salvatierra argumentó que su defendida estaba en condiciones delicadas físicas y psicológicas; y que debía recibir atención especial.

–Ella se encuentra en uso de sus facultades mentales, no existe un trastorno mental que la pueda incapacitar, respondió la jueza.

La única victoria de Torres fue lograr que a partir de las próximas audiencias, ningún guardia del Sistema Penitenciario le coloque grilletes.

– Presenta un edema en la muñeca izquierda y necesitará usar un cabestrillo, dijo su defensor.

Antes de comparecer ante la jueza Domínguez, una agente se acercó a ella y le quitó las esposas y la chalina negra con la que se cubría las manos.

– ¿Había estado anteriormente sujeta a un proceso penal?
– Nunca, señora jueza.