¿Por qué a Baldizón, Rabbé y otros acusados de corruptos les gusta Nicaragua?

El último de los exfuncionarios es Mario Aldana, ex ministro de Agricultura de Álvaro Colom, perseguido por el Transurbano, quien fue localizado en Nicaragua este lunes 26 de febrero. Su nombre se une al de otros guatemaltecos acusados de corrupción por estas cuatro razones:

1. La democracia al estilo Ortega (Baldizón)

Nómada descubrió que tras perder las elecciones, el ex candidato presidencial Manuel Baldizón se fue a Nicaragua. En diciembre de 2015 convocó a ocho diputados para una reunión que comenzó contándoles la historia de su “amigo” Daniel Ortega y terminó explicando “que quería llegar a la Presidencia pero los gringos no lo dejaron. Entonces cambió su estrategia y siguió participando hasta que ganó las elecciones, y sigue hasta hoy”.

Lea más: Así se fraguó (y descarriló) el Plan B de Baldizón.

El “amigo” de Baldizón no es cualquier persona. Daniel Ortega lideró la revolución sandinista que lo tuvo en el poder entre 1979 y 1990. En 2007 regresó al poder por la vía democrática y desde entonces no lo ha soltado. En gran parte gracias a la corrupción del Consejo Electoral (Tribunal Supremo Electoral) que casi acabó con los partidos de oposición y que, bajo fuertes acusaciones de fraude, le garantiza a Ortega todos los triunfos en las votaciones. El presidente del ente electoral, Roberto Rivas fue sancionado por Estados Unidos este año bajo la ley Magnitsky. El medio Confidencial descubrió que es tal su fortuna que compró un palacio en Madrid, en el mismo barrio que el entrenador del club Real Madrid, Zinedine Zidane.

Inspirado en Daniel Ortega, Baldizón buscaba convocar a una Asamblea Nacional Constituyente de ganar la Presidencia, para hacer un Estado a su medida. No logró pasar a segunda vuelta.

2. Una oportunidad para el lavado de dinero (Sinibaldi)

En 2017 Estados Unidos, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Económica Para América Latina (CEPAL) señalaron las deficiencias del sistema financiero nicaragüense. CEPAL lo colocó en el tercer lugar entre los países de la Latinoamérica que más se prestan al blanqueo de capitales. Es decir, a convertir en legal dinero que tiene orígenes criminales. El informe del Departamento de Estado sobre narcotráfico y crímenes financieros, señalaba que la principal debilidad del país era lo vulnerables que eran sus tribunales ante cualquier intento de soborno.

Mientras tanto ese mismo año pero en Guatemala, la CICIG denunció al ex ministro de Comunicaciones, Alejandro Sinibaldi, por cobrar comisiones a empresas constructoras a cambio de la asignación y el pago de contratos por obra pública. Según las investigaciones, Sinibaldi cobraba los sobornos a través de cinco empresas de cartón que tenía en Guatemala. Esas empresas luego trasladaban los recursos a otras cinco sociedades anónimas que Sinibaldi y su hermano, Luis Rodrigo Sinibaldi, habían creado en Nicaragua.

Así habrían lavado al menos US$900 mil.

Lea más: Así lavó Sinibaldi los sobornos de Claro y las constructoras.

A Nicaragua también han llegado las inversiones de Manuel Baldizón. Una investigación de Nómada encontró que a partir de 2014 Baldizón empezó a trasladar, mediante empresas reales y de cartón, gran parte de su fortuna rumbo a Nicaragua. Allí posee al menos dos empresas. La constructora Asia Trade, y Bahías del Pacífico, propietaria de un hotel valuado en Q7.5 millones (US$1 millón).

Puedes leer más: Las tres casas blancas (y 8 propiedades) que Baldizón acumuló en campañas

3. Negocios redondos con la familia Ortega (Rabbé)

En Nicaragua el Estado es Ortega y su familia. Su esposa, Rosario Murillo, es vicepresidenta y siete de sus hijos están en altos puestos dentro del Estado. Sobretodo en puestos clave para hacer negocios. Rafael Ortega es encargado de asuntos de petróleo; Laureano, de la promoción de inversiones. Mientras que Maurice, Daniel y Juan Carlos controlan los canales de televisión que no están en manos de Ángel González.

El magnate mexicano que controla la televisión abierta en Guatemala, posee en Nicaragua tres canales y es accionista mayoritario de otros dos. Toda la televisión está controlada por González y por Ortega. Apenas hay dos medios disidentes en el país: La Prensa y Confidencial.

La esposa de Ángel González, Alba Lorenzana, se encuentra prófuga de la justicia por financiamiento ilegal al Partido Patriota a cambio de contratos y Luis Rabbé, su ex cuñado y ex diputado, está prófugo por el caso Plazas Fantasma. En agosto de 2016 fue fotografiado de compras en Nicaragua.

Lea más: Esta es la publicidad “gratuita”, que (nos) cobran a los ciudadanos después.

4. Suficientemente lejos de Estados Unidos

Daniel Ortega mantiene su poder en gran parte, gracias a sus alianzas con Venezuela, China y Rusia que le aseguran fondos suficientes para resguardar su régimen. De 2007 para la fecha sólo Rusia ha donado al país cerca de US$151 millardos.

Eso también le garantiza cierta independencia frente a cualquier presión democrática de Estados Unidos o la Unión Europea. La experta en derecho constitucional, Azahálea Solís, dijo a El Confidencial que Ortega “entra en la lógica de la actuación oficial de que este es mi patio y entra quién yo quiero y se va quien yo quiero”.

Además de los prófugos guatemaltecos, Ortega protege a dos expresidentes acusados de corrupción. El tailandés Thaksin Shinawatra y el salvadoreño Mauricio Funes. Y hace dos semanas recibió la visita de cortesía de Antonio Malouf, presidente de la patronal guatemalteca, Cacif, quien lo invitó personalmente para asistir a la Cumbre Iberoamericana que se realizará en Guatemala en noviembre de 2018.