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El caso Aziz Ansari y la carta de la raza

Al generar una conversación o una pregunta alrededor de la raza y cómo interviene en las dinámicas de género, enfoquemos la atención hacia las miles de mujeres racializadas que durante años han venido denunciando abusos.

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Foto:Jordan Strauss/Invision/AP

El 14 de enero la revista Babe.net publicó un detallado reportaje sobre los eventos que tomaron lugar en una cita entre una mujer que han decidido llamar ´Grace´ y el actor, comediante y escritor Aziz Ansari. Ansari es uno de esos tipos que se presentan como un aliado del feminismo, y quizás hasta lo es, es menudo, parece inofensivo y muestra una gran sensibilidad en serie de Netflix, Master of none. El testimonio de 'Grace' cuenta la historia de una cita con el actor, en la cual el la presionaba para tener sexo y ella decía que no, pero finalmente cedía a la insistencia de Ansari y le daba un blow job. 'Grace' termina su testimonio contando que se fue a su casa llorando. El reportaje asusta, menos por su escritura y más por su cercanía con las realidades de muchísimas mujeres en el mundo.

El comportamiento de Ansari abre un debate alrededor del consentimiento y la cultura de la violación puesto que pone la mirada en cómo frecuentemente los hombres pasan de largo alrededor del lenguaje no verbal que expresa o no el consentimiento. Es un asunto de poder y del privilegio cultural que habita los cuerpos masculinos, educados para no aceptar un no, y para privilegiar sus deseos sobre los de cualquier otro cuerpo.

En el camino, el reportaje ha servido como como caballo de Troya de las críticas al movimiento #Metoo, por parte de una cantidad bastante variada de mujeres que expresan su preocupación por las carreras y las vidas de los hombres puestos en cuestión. Las críticas versan casi todas sobre los mismos temas y redundan en que “el feminismo se nos está saliendo de las manos” y bueno… no, el feminismo no se nos sale de las manos, el asunto es que ahora las mujeres estamos preparadas para exigirle más al sistema de justicia que ha ignorado nuestras voces de manera sistemática y a la sociedad que se ha hecho de la vista gorda en torno a las violencias del patriarcado. Este es el tiempo de las mujeres.

Ahora, no considero que el movimiento #MeToo sea infalible y no tenga cosas por mejorar y otras perspectivas que analizar a la hora de hacer denuncias o generar espacios de debate con los varones, pero una cosa es cierta: el acoso hacia las mujeres es sistemático y está parado sobre una estructura de poder patriarcal, heteronormada, capitalista y racista que pone los cuerpos de las mujeres en situaciones de opresión, lugar en el que no están los cuerpos masculinos y es esta estructura la que a cabalidad se pretende desmontar desde iniciativas como #MeToo que fomentan los espacios seguros para la denuncia hasta las acciones pedagógicas en los territorios, con las mujeres y las niñas más vulnerables.

Sin embargo, hay una crítica fundamental en todo este océano de letras y fue la escrita por Caitlin Flanagan en The Atlantic, específicamente esta frase:

“I thought it would take a little longer for the hit squad of privileged young white women to open fire on brown-skinned men. I had assumed that on the basis of intersectionality and all that, they’d stay laser focused on college-educated white men for another few months”.

Palabras más, palabras menos, la autora plantea que le había tomado bastante tiempo a la pandilla de mujeres privilegiadas, blancas y jóvenes “abrir fuego” en contra de un hombre racializado ya que ella pensaba que por el asunto de la interseccionalidad, se iban a mantener concentradas en los hombres blancos y educados por otros meses.

Este señalamiento es altamente problemático porque a pesar de que Ansari es un hombre racializado y ´Grace’ es una mujer blanca, su historia no tiene nada qué ver con la raza sino que versa directamente sobre la manera cómo los seres humanos nos relacionamos develando las dinámicas de poder que históricamente ocupamos. En el contexto particular Ansari, a pesar de la raza, ostenta el poder y consigue ignorar todas las señales de ´Grace´ para conseguir lo que quiere.

La de Flanagan es una lectura superficial que plantea de manera irresponsable que denunciar hombres racializados podría ser una “persecución” y considero que es fundamental entender que la raza no se puede volver una excusa para que hombres negros, indígenas, asiáticos y entre otros no se hagan responsables de las dinámicas de acoso en las que participan y es que, que hagan parte de clases oprimidas no quiere decir que históricamente no hayan ejercido violencias sobre cuerpos femeninos, bien lo contó Regina Davis que mientras militaba y dirigía la escuela del Black Panther Party fue víctima de innumerables golpizas por parte de sus camaradas cuando se atrevía a cuestionar la autoridad masculina y figuras como Kathleen Cleaver, Angela Davis y Erika Huggins también hablaron de sexismo latente en las filas del partido y del estatus de segunda clase que conservaban las mujeres, que en muchas ocasiones eran víctimas de violencia física y psicológica.

Al generar una conversación o una pregunta alrededor de la raza y cómo interviene en las dinámicas de género, enfoquemos la atención hacia las miles de mujeres racializadas que durante años han venido denunciando abusos, buscando espacios para habitar lo público y para ser representadas sin estereotipos y que han sido silenciadas incluso en muchos casos por el feminismo blanco o hegemónico.

Nosotras no merecemos un debate sobre un cuerpo racializado pero masculino ergo privilegiado, sino un debate interseccional, donde nuestras voces y sobre todo nuestras identidades sean posibles; debate que no se ha dado en ninguna esfera de lo público y que es necesario si lo que queremos es la garantía de los derechos de todas, en condiciones de igualdad.

Andrea Sañudo Taborda
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Andrea Sañudo Taborda es abogada exiliada, profesora, aprendiz de la radio, yogui o doméstica y vegana. Leo poesía en voz alta, escribo cartas de amor y bailo hasta dormida.


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COMENTARIOS

RESPUESTAS

    Ilva Alvarado /

    19/01/2018 10:41 PM

    Súper acertado. Felicidades por un muy buen artículo.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!



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