15 horas de Jimmy para tomarse foto con tres personajes clave

Una semana después de que la legitimidad del presidente Jimmy Morales fuera acabada con la nueva acusación de la CICIG y el MP de financiamiento electoral ilícito y la confesión de ocho grandes empresarios de haber dado Q15 millones (US$2 millones) al margen de la ley, el presidente buscó apoyos en donde antes era terreno seguro. Estas son las postales.

Acorralado por la justicia y la soledad política, Jimmy Morales intenta moverse con rapidez para asegurar su sobrevivencia en el Gobierno. Empezó a preparar un ‘informe técnico’ de sus instituciones de seguridad para justificar un probable intento de expulsión del comisionado Iván Velásquez, hizo tuits en inglés para suplicar apoyos en el Senado estadounidense y realizó tres reuniones en 15 horas entre martes y miércoles.

1. Su aliado: Álvaro Arzú y “agarrar valor”

Todo comenzó el martes a las 8 de la noche, cuando el presidente Jimmy Morales asistió al evento en que la municipalidad capitalina, presentó un programa de prevención ante la temporada de lluvias.

Jimmy Morales, cómodo entre empleados de la comuna, apeló de nuevo al discurso nacionalista y a sus tradicionales metáforas. Primero recalcando que fue electo por medio de elecciones democráticas, aunque “había quienes no querían que hubiera elecciones”. También aprovechó el momento para hablar de cómo un extranjero como el cubano José Joaquín Palma había podido escribir un “poema tan excepcionalmente nacionalista” (el himno nacional), y finalizó insistiendo en que “alguien se encargó durante mucho tiempo en decirnos que no podemos" para recalcar luego, que los guatemaltecos estemos unidos para que “todos podamos generar esa seguridad que Guatemala necesita”.

Lo secundó el alcalde capitalino Álvaro Arzú, afirmando que “muchos han creado un ánimo de hacer las maletas”. Aprovechó para reafirmar su problema con los medios independientes: “estoy con una gripe que no se la desearía ni a los dueños de los periódicos” y terminó leyéndole a Jimmy Morales, un versículo de la Biblia: “Mira que te mando que te esfuerces, que seas valiente. No temas ni desmayes”.

Varias fuentes cercanas al mandatario y al partido de gobierno afirman que desde el último viernes, Arzú ha insistido en que se tomen medidas más duras para frenar los avances de CICIG y el MP. El alcalde intentó restarse importancia diciendo que tiene menos poder del que muchos creen pero dijo al final: "Álvaro Arzú es música de acompañamiento, es la última tablita de la marimba en muchas de las acciones que se realizan".

El alcalde Arzú también está interesado en la expulsión de la CICIG porque está acusado de un caso de corrupción en la Municipalidad y la CICIG investiga los fideicomisos municipales que el alcalde Arzú había mantenido en secreto (ilegal) por 10 años.

2. Su centinela: el embajador Arreaga

A primera hora del miércoles 25, Jimmy Morales se trasladó a San José Pinula para inaugurar junto con el embajador estadounidense Luis Arreaga el nuevo Centro Especializado en Reinserción que funcionará en el antiguo Hogar Seguro Virgen de la Asunción y que fue financiado con un donativo estadounidense de Q22 millones.

Juntos colocaron una simbólica primera piedra, pero el evento fue rápido y limitado a los formalismos de la ocasión. Los discursos igual de puntuales, tanto así que la agencia de noticias del gobierno sólo tuvo para resaltar, de las palabras del embajador Arreaga el reconocimiento “a los esfuerzos del señor Presidente y de la Primera Dama en este tema tan importante que producirá un impacto significativo en la seguridad de Guatemala”.

Jimmy Morales dejó de lado las indirectas y las metáforas aunque eso sí, tampoco hizo una sola mención a la memoria de las niñas fallecidas en el trágico incendio de marzo de 2017.

El papel del embajador Arreaga es dual. Por un lado es un firme defensor de la CICIG y de Iván Velásquez, pero por otro lado es un firme defensor de que el presidente Jimmy Morales se mantenga en su puesto hasta el final de su mandato en 2019.

3. El presidente del Cacif

La agenda del presidente terminó con su participación en el V Congreso Laboral organizado por la patronal del Cacif en el hotel Camino Real, en el mismo hotel en que una semana antes ocho grandes empresarios aceptaron haber financiado ilegalmente la campaña de Jimmy Morales y pidieron perdón a la ciudadanía. El grupo de ocho empresarios tiene más poder e influencia que la institucionalidad del Cacif.

Aunque la invitación y la organización del evento eran previas al nuevo caso de Financiamiento Electoral Ilícito, el evento ponía por primera vez a prueba las relaciones públicas entre el presidente y estos otros empresarios.

Quien abrió la serie de discursos fue Marco García Noriega, el ocho veces presidente del Cacif y representante de la Asociación Nacional de Azucareros –Asazgua– Asazgua ha tenido a 4 de los 12 ingenios de Guatemala acusados o mencionados por la CICIG. García Noriega, acorde al evento, llamó a mejorar las condiciones para la inversión y la preparación de la fuerza laboral. Sin embargo también aprovechó para hablar con un tono conciliador:

– Si todos nos enfocamos en esos acuerdos (políticas de desarrollo), evitamos las divisiones y las polarizaciones en las que hemos estado viviendo, si priorizamos estas necesidades comunes, lograremos una nación más solidaria.

Remarcó la importancia de la estabilidad política.

Jimmy Morales en cambio aprovechó para intentar recobrar simpatías entre esos mismos empresarios a los que criticó por la conferencia de la semana pasada. Llamó a las Cortes a no dejarse sorprender por las agrupaciones que “viven de hacer amparos para cerrar empresas”, a la cooperación internacional a dejar de financiar a CODECA –la organización campesina que protestó masivamente en su contra el pasado martes– y, por último, como si alguien lo creyera del presidente, aclaró que “tiene conciencia social pero no es socialista”.

Tras el discurso del empresario y antes de las palabras de Jimmy Morales, habló la ministra de Trabajo, Leticia Teleguario. Un gesto que demuestra que aún no se han roto todos los vínculos entre el sector empresarial y el gobierno. Teleguario, junto con el ministro de Finanzas, Julio Héctor Estrada, son las dos cartas de confianza que los empresarios mantienen en el gabinete.

A diferencia de 2015, cuando el MP y la CICIG acusaron directamente al presidente Pérez Molina de haber cometido delitos, los ministros delegados por el sector privado organizado renunciaron en pleno. Eso había ocurrido en 2017, cuando renunciaron Estrada y Teleguario, pero después cambiaron de opinión y se mantuvieron en el gobierno de Jimmy Morales.

A pesar de las palabras de García Noriega, el enfriamiento de las relaciones es palpable.

Aunque en el evento estuvieron presentes ejecutivos de Anacafé, Funcafé, Agexport, Cementos Progreso y algunos ingenios azucareros, el único apretón de manos para la foto oficial fue entre Jimmy Morales y García Noriega.