Así usó un juez Google para sacar a Gustavo Alejos de la cárcel

A puerta cerrada, el juez séptimo del Ramo Penal, Estuardo Barrientos, resolvió el 10 de abril que Alejos debe dejar su celda en Mariscal Zavala y volver a su casa por “razones humanitarias”.

El juez respondió a una solicitud de la defensa para otorgarle arresto domiciliario, asegurando que 16 exámenes médicos han confirmado que la hipertensión que padece pone en riesgo su vida.

La abogada de Alejos, Astrid Gómez omitió decir que en ninguna de las evaluaciones médicas realizadas por el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) se recomienda trasladar al paciente a su domicilio y que una semana antes la Corte de Constitucionalidad también había determinado que no se estaba violando el derecho a la salud de Gustavo Alejos.

Según el Ministerio Público (MP), al igual que otros privados de libertad con hipertensión, Alejos puede recibir tratamiento en prisión.

Sin embargo la defensa convenció al juez de que Alejos, quien permaneció dos meses prófugo antes de entregarse a las autoridades, no volverá a escapar de la justicia ni intentará obstaculizar las investigaciones, pues ya no tiene poder económico ni capacidad de influencia.

Alejos es considerado como uno de los mayores financistas de campaña.  Nómada lo incluyó en el listado de las 30 personas con más influencia en el país en Octubre de 2015. Manejó grandes cuotas de poder como secretario privado de Álvaro Colom y empresario de la industria farmacéutica. Fue socio de J.I. Cohen, uno de los mayores proveedores de medicamentos para el sistema público de salud.

Google, ¿Qué es la hipertensión?

Alejos está procesado en el Juzgado Séptimo por ser uno de los principales operadores

de la red “Negociantes de la salud”, que ofrecía favores y comisiones a funcionarios del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) para que adjudicaran contratos a sus empresas afines.  También está procesado por el caso Transurbano y Cooptación del Estado.

Pese las protestas del MP y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), el juez Barrientos decidió no tomar en cuenta la opinión del INACIF sobre la posibilidad de tratar a Alejos en prisión, e hizo su propio análisis buscando la palabra “hipertensión” en internet.

Teléfono en mano, Barrientos leyó en la audiencia varias definiciones de portales médicos sobre la enfermedad:

“Si no se controla la hipertensión puede provocar un infarto de miocardio un ensanchamiento al corazón y a la larga una insuficiencia cardiaca.  Esta información como definición esta extraída de la pagina www.who.int/topics/hypertension/es/  extraída de la red”, explica textualmente en la resolución del pasado 10 de abril.

Luego hizo otra búsqueda y leyó en voz alta: “Hemodinámico se relaciona con las condiciones mecánicas de la circulación de la sangre, presión, volumen, velocidad, vasomotricidad, resistencia vascular, etc. Esta información es extraída de la página www.portalesmedicos.com/diccionario_medico/index.php/Hemodinamico, con H mayúscula extraído el 10 de abril del año 2018 a las 19 horas con 26 minutos”.

Gracias a esos dos resultados en internet, Barrientos dictaminó como si además de juez fuera médico: “Con esto se concluye que su salud, particularmente en este caso concreto… en vista de que se ha documentado acorde a los informes del INACIF y a las definiciones de hipertensión y de su hemodinámicamente inestable… la prescripción hemodinámica e inestable, de su estado de salud se encuentra vulnerado y corre riesgo su evolución positiva en el estado en que se encuentra”.

Finalmente ordenó la inmediata libertad de Gustavo Alejos bajo las condiciones de no salir del país, presentarse una vez a la semana a firmar el libro del juzgado y no hablar con otras personas involucradas en los casos en los que se le acusa. En caso de no hacerlo, tendría que pagar una multa de Q150.

Tan cerca de casa y tan lejos

Lo único que evitó que Alejos saliera de prisión inmediatamente fue que todavía tiene orden de guardar prisión preventiva en el Caso Transurbano que se tramita en el Juzgado Undécimo de Instancia Penal. Ahora la defensa intentará convencer al juez Eduardo Cojulum, de que tome en cuenta las conclusiones a las que llegó Barrientos mientras hacía búsquedas médicas en Google.

Juan Francisco Sandoval, fiscal a cargo, dijo que el MP presentará una apelación contra la decisión del juez Barrientos quien lleva el caso en calidad de suplente del juez Adrián Rodríguez, suspendido actualmente por haber llegado ebrio a trabajar.

Lee además:

“Cómo era conversar con Gustavo Alejos en tres de sus oficinas”, por Nómada.

“El acusado que se queja de la cárcel, del hospital público y vive en una clínica”, por Gladys Olmstead.