Cómo Arzú Jr. logró unir a Joviel y a Fundaterror

– Ser electo presidente del Congreso de la República es el máximo honor que un diputado puede recibir. Pero ser electo dos veces en dos semanas es el máximo honor que he recibido en mi vida.

Álvaro Arzú Junior salió victorioso en la prueba más difícil que ha enfrentado hasta ahora en su vida laboral. Antes de llegar a ser diputado, solo había trabajado como asesor de la bancada de diputados de su papá, el alcalde Álvaro Arzú.

En una nueva votación, ya sin la tránsfuga Alejandra Carrillo (ex PP, allegada a la vicepresidenta Roxana Baldetti) en su planilla, Arzú Junior consiguió hacerse de la presidencia del Congreso para 2018 con votos de los diputados del grupo proimpunidad.

La planilla del pacto incluye a las bancadas FCN, Todos, MR (exPP), AC (exLider), UCN, 12 independientes, dos del PAN y uno de Viva: 90 votos. Una ventaja importante sobre su competidor, Luis Fernando Montenegro de Encuentro por Guatemala, que tuvo solo 55 votos de su bancada, la UNE, Convergencia, CREO, Fuerza, URNG, Winaq, entre otros. Cinco diputados no votaron. La oposición al Pacto tenía cuestarriba la faena porque tenía que convencer a grupos de FCN, Todos o MR de desertar de su alianza con Jimmy Morales y Arzú. El problema fue que su única oferta era el ideal anti-corrupción, mientras el Pacto podía ofrecerles acceso a plazas o a obras para allegados en un año antes de las elecciones.

El miércoles escribimos: Por qué la oposición tiene todas las de perder

El grupo pro impunidad incluye a diputados que se oponen a los esfuerzos de la CICIG y el MP para investigar a funcionarios y financistas involucrados en casos corrupción. También rechaza las investigaciones en los casos de violaciones de derechos humanos durante el conflicto armado, en los que la mayoría de señalados son militares. Ese rechazo al avance de la justicia es lo que cohesiona a los diputados, y también a muchos empresarios, operadores políticos, sindicalistas y otros grupos que se pueden ver afectados por el avance justicia.

Por eso, el plan orquestado para que Arzú Junior se asegurara la presidencia no fue solo de los diputados. También involucró a otros actores clave como su papá, el alcalde Álvaro Arzú Irigoyen, un operador político señalado en el Caso de Pandora. La acusación dice que el alcalde hizo negocios ilegales con el finado reo Byron Lima, a partir de recursos de la Municipalidad de Guatemala. Y también al presidente Jimmy Morales, que el miércoles se reunió en privado con diputados en la base militar Matamoros, y que tiene familiares, amigos y compañeros de partido investigados por corrupción y asesinatos de periodistas. Él mismo ha sido acusado por financiamiento electoral ilegal y por recibir un sobresueldo ilegal del ejército.

Méndez Ruiz y sus aliadas.

Joviel y Méndez Ruiz, en el mismo bando

Además, hay dos actores con orígenes muy distintos, que cotejan a distintos públicos desde hace 20 años, y antes. Por un lado, el sindicalista Joviel Acevedo. Ahora se le conoce como un líder magisterial que moviliza a su antojo a miles de maestros, a quienes amenaza con despedir si no siguen sus órdenes. Fue el último aliado del presidente Otto Pérez Molina en 2015, cuando estaba a punto de ser sacado de la Presidencia por las investigaciones de la CICIG y el MP y las manifestaciones ciudadanas. Pero durante el conflicto armado interno fue integrante del Ejército Guerrillero de los Pobres, un grupo insurgente.

Joviel representa como pocos el odio de la clase media a los sindicatos estatales que sólo buscan aumentos salariales sin mejoras en los servicios públicos.

Joviel movilizó a cientos de maestros ayer hacia la Casa Presidencial, en donde pidió un aumento en el presupuesto del Ministerio de Educación para mejorar el pago a los maestros. Aunque realmente el objetivo de la marcha de docentes era contrarrestar cualquier manifestación ciudadana que surgiera en los alrededores del Congreso contra el Pacto de Corruptos, es decir, contra a elección de Arzú Júnior. Organizaciones como Justicia Ya habían convocado a manifestar afuera del Congreso, pero la presencia de los maestros dirigidos por Joviel era una amenaza.

Por otro lado, estaba el activista Ricardo Méndez-Ruiz, presidente de la Fundación contra el Terrorismo, una organización que agrupa a exmilitares de derecha y es financiada por empresarios de extrema derecha. Es hijo de Ricardo Méndez-Ruiz Rohrmoser, quien fue ministro de Gobernación durante el gobierno de facto en 1982-83 de Efraín Ríos Montt, acusado de genocidio.

El trabajo de Méndez Ruiz fue dentro del Congreso. Se presentó al palco de visitas junto con integrantes de otros movimientos conservadores y de derecha, como Guatemala Inmortal, que aplaudieron la victoria de Arzú Júnior. Varios de los miembros de estos grupos tienen familiares y amigos señalados en los casi 50 casos de corrupción que investigan la CICIG y el MP. Ha sido, desde 2015, el único constante en su crítica a la ‘intervención extranjera’ de la CICIG. Fue el que organizó las manifestaciones en agosto para apoyar la declaración de non-grato.

Méndez Ruiz incluso siguió la instrucción del diputado Felipe Alejos, de la bancada TODOS y primer vicepresidente, quien pidió a los diputados que usaran una corbata azul en la sesión para demostrarle su apoyo. Alejos está señalado en el caso Traficantes de Influencias, por cobrar comisiones ilegales y enriquecerse, a cambio de gestionar beneficios para empresarios en la devolución del crédito fiscal.

¿Qué podría unir en un mismo bando al sindicalista Joviel y al radical de derecha Méndez Ruiz? Las investigaciones de corrupción de la CICIG y el MP contra sus aliados y amigos.

Aunque no hayan cruzado una palabra, ni una mirada este jueves, el sindicalista Joviel y paladín de la extrema derecha coincidieron en la cruzada pro-impunidad, que aseguró la tercera presidencia del Estado –junto al Gobierno y la de la Corte Suprema de Justicia– para continuar los esfuerzos por boicotear la lucha contra la corrupción.