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En Costa Rica arrasó el candidato pro-derechos de los gays (y perdió el predicador ultraconservador)

Las encuestas fallaron en Costa Rica. En una segunda vuelta en la que estaba en juego algo más que la elección del nuevo presidente, los costarricenses salieron en defensa de los derechos humanos, la diversidad y el Estado laico. Ganó Carlos Alvarado, el candidato que mantuvo el apoyo al matrimonio igualitario en su plan de gobierno.

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El presidente electo, Carlos Alvarado.

Fotos: Semanario Universidad

Hasta la mañana del domingo 1 de abril, las encuestas daban como favorito al predicador evangélico, ex diputado y locutor, Fabricio Alvarado, quien había ganado la primera vuelta electoral con 24%, gracias al apoyo de grupos conservadores y de una campaña que convirtió los servicios religiosos en mítines políticos. Todo, hasta que el Tribunal Supremo de Elecciones prohibió por igual a católicos y evangélicos que se prestaran al proselitismo.

El ascenso del radical religioso ocurrió por un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en Costa Rica, que sentenciaba que debía impedirse la discriminación a la institución matrimonial entre personas del mismo sexo. La campaña del predicador Alvarado proponía derogar el decreto que impedía la discriminación contra personas de la diversidad sexual, limitar cualquier posibilidad de aborto y reducir el pensum de educación sexual. Además, se mostró como un defensor de las prácticas religiosas como “remedio para curar” la homosexualidad y proponía sacar a Costa Rica de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

 

Fabricio Alvarado, el candidato perdedor.

Frente a su candidatura estuvo la de Carlos Alvarado, un periodista y politólogo, promovido por el Partido Acción Ciudadana del actual presidente, Luis Guillero Solís. Pasó de 21% de los votos en primera vuelta a un 60% de los votantes, cerca de 1.2 millones de costarricenses, que le aseguraron la victoria el pasado domingo.

Puedes leer: Un predicador y fan de Alux, a punto de ser presidente de Costa Rica

Su triunfo es el respaldo a un plan de gobierno que pese al peligro de perder votantes, se mantuvo firme en su apoyo al matrimonio igualitario. Se trata también de una votación histórica: la vicepresidenciable de Carlos Alvarado, Epsy Campbell, es la primera afrodescendiente en llegar a un puesto tan alto en el Estado.

Tras el triunfo, la vicepresidenta electa afirmó:

—El país se mostró dividido porque hay posiciones reales que están dividiendo. Tenemos que sensibilizar más, educar más y entender que la Costa Rica del bicentenario es una Costa Rica donde tenemos que tener espacio todas y todos los costarricenses, sin discriminación alguna.

Pese al triunfo el nuevo gobierno, tampoco tendrá un camino fácil. El conservador partido Refundación Nacional es la principal fuerza de oposición en el Congreso. El presidente electo Carlos Alvarado iniciará esta semana un diálogo con los principales partidos políticos para llegar a un acuerdo para avanzar con una agenda legislativa necesaria para su plan de gobierno. A cambio, está negociando la mitad de los puestos del gabinete.

El todavía presidente, Guillermo Solís, explicó al periódico La Nación el objetivo de la estrategia: “Si los diputados de ese partido incumplen con los acuerdos, el presidente tendrá el poder de despedir a los ministros que sugirió ese partido, y no quita que el presidente no despida a un ministro originado en esos partidos, aunque los diputados no se separen del acuerdo, por razones éticas o de otro tipo. Pero en ese caso, el partido podrá ofrecer otra terna”.

Pero existen dudas sobre qué tanto estará dispuesto a negociar Carlos Alvarado a cambio de sacar adelante su gobierno. El mismo medio costarricense, La Nación, publicó este lunes detalles del acuerdo que el presidente electo suscribió con el Partido Unidad Social Cristiana previo a la segunda vuelta electoral.

El acuerdo giraba sobre todo, en hacer algunos recortes al programa de educación sexual en las escuelas. Por ejemplo, se eliminan actividades en las que los estudiantes discuten sobre el significado de la bandera de la diversidad sexual o sobre los elementos que deben estar presentes en una vida sexual saludable, responsable y plena. Se comprometió además a eliminar un glosario con términos como “autoestimulación” y “género”, además de reafirmar el derecho de los padres a decidir qué educación sexual reciben sobre sus hijos.

Aunque el conservadurismo homofóbico fue derrotado con solidez en las urnas por un margen de 20 puntos, 60% a 40%, todavía queda un largo camino para que el presidente electo Carlos Alvarado ponga a prueba a la democracia más longeva de la región en cuanto a derechos de la diversidad.

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